Andy Cartagena | Rejoneador

«Hay que hacer carteles de máxima competencia, no intentar aliviarse»

Andy Cartagena (Benidorm, 30 de diciembre de 1980) regresa esta tarde a Cuatro Caminos después de una larga ausencia en Santander.

–Vuelve a Cuatro Caminos después de cinco años. ¿Cómo espera ese reencuentro?

–Después de un tiempo ausente me hace mucha ilusión regresar. Es una plaza de las importantes, de gran categoría y tiene una gran afición. Me apetece mucho volver y que salgan las cosas bien.

–Parece que el mundo es otro desde 2019. ¿Ha cambiado en algo la tauromaquia de Andy Cartagena?

–Han cambiado muchas cosas desde la pandemia hasta aquí. En mi tauromaquia, con el tiempo todo llega al fondo que uno quiere. Uno hace las cosas como quiere y, sobre todo, llega a ese concepto y filosofía de disfrutar del momento en que me encuentro, de los caballos, de la cuadra, que creo que es muy importante. Eso en las plazas la gente lo ve y lo sabe entender.

–Va a mostrar sus caballos a la afición la misma mañana del festejo. Ese es un paso importante para ganarse al respetable.

–Sí, estar en contacto con el aficionado, que estén pendientes, siempre es importante. Crea mucha afición, se acerca gente nueva y es bueno que vayan y que este tipo de actos vayan a más.

–Ese roce con el público en los festejos de rejones es más fácil gracias al calentamiento de los caballos en los exteriores de la plaza.

–Sí, en ese aspecto sí. Al caballo hay mucha afición, van a ver al caballo y se acercan antes de empezar para verlos de cerca. Ahí empiezan a conocerlo y eso es importante para la fiesta. El año pasado y este he hecho una jornada de puertas abiertas en mi casa y la gente responde, se movió mucho el evento por las redes sociales.

–¿Qué caballos tienen que llevar los aficionados apuntados en su agenda?

–En la plaza estarán once caballos, entre ellos varios importantes de mi cuadra como Cartago, Duende, Baeza, Dorado o Pintas. Va una yegua también que se llama Dalma o un caballo nuevo que se llama Hechicero.

–¿Cómo se organiza la temporada de los caballos? ¿Tienen también rotación?

–La cuadra hay que tenerla entrenada. Los que están más toreados tienen que mantener el físico y los que están menos hay que meterles algo más de exigencia, con vacas, para que cuando llegue el momento de la verdad estén al 100%. Sobre todo, hay que mantenerlo. Lo importante es conocer bien cada caballo y saber qué entrenamiento necesita.

–¿Cómo se mantiene la ilusión por torear después de 27 años de alternativa?

–Me gustan mucho, soy amante de los caballos y cada día me levanto buscando que el caballo haga más, aportar a la gente y que tenga una cosa diferente para que la afición lo vea en la plaza. Sobre todo, se trata de poder disfrutar de ello.

–¿Hay todavía una separación entre el público de rejones y el público de la corrida a pie?

–Siempre ha habido partidarios del rejoneo y partidarios del toreo a pie, pero ahora en muchas ferias hay corridas mixtas. Por ejemplo, en México yo toreo la mitad en corridas mixtas. Hay mucha afición al toreo a caballo, que ahora vive buen momento.

–¿Sería posible una lidia a caballo con toros en puntas?

–Sería posible, pero también ahora mismo sería innecesario. Es un espectáculo para que la gente disfrute. Ahora mismo es mejor que estén despuntados, como indica el reglamento, para que no se dé una tragedia. Que sea una cosa bonita.

–Si tuviese que ponerle una nota al momento actual del rejoneo. ¿Cuál sería?

–Estamos en un momento importante. Lo que hay que hacer es carteles de máxima competencia, no intentar aliviarse en los carteles de rejones ni para ir más cómodo ni para no entrar en peleas. Para que la afición esté siempre pendiente y atenta y que haya partidarios de uno y de otro, los carteles tienen que ser de máxima competencia y de máxima rivalidad. Eso hay que cuidarlo para que el aficionado sepa que va a haber una corrida de máxima entrega.

–Para acabar, ¿cuál es la característica más importante de un caballo torero?

–Que le guste torear, eso es lo más importante.

Hasta su irrupción, de la mano de Cagancho, el rejoneo era una prolongación de las faenas camperas, con los garrochistas como alumnos aventajados. En los últimos 30 años el toreo a caballo ha mutado en lo que es hoy en día, algo que no se entiende sin la carrera del navarro, que dibujó los trazos de esa unión entre arte y espectáculo que luego ha seguido el resto del escalafón.

Heredero taurino y sobrino de Ginés Cartagena, Andy lleva instalado casi 30 años en la élite del rejoneo a base de tenacidad, perseverancia y un brillo especial en el tercio de banderillas. Espíritu mediterráneo para un torero forjado en las mejores plazas del mundo para el que triunfar en Santander no es algo desconocido. Combinación perfecta de temple y de explosividad a caballo.

El futuro ya está aquí. Heredar cuadra, apellido y maneras de una leyenda no es sencillo, aunque allana el camino para tener oportunidad de brillar. Esa oportunidad Guillermo la supo aprovechar desde el primer paseíllo para acumular tantas orejas como experiencia, lo que le coloca como el garante del futuro del apellido. Triunfador el pasado año en Cuatro Caminos tras salir a hombros.

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