La Feria de Santiago premia a sus triunfadores

El de la Puebla, triunfador de la feria, y la hija mayor del rey emérito compartieron miradas y protagonismo, además de mesa, en un evento que reunió a gran parte de la afición santanderina y cántabra. Además, compartieron mantel en la mesa principal el presidente del Consejo de Administración de la plaza de Cuatro Caminos, Indalecio Sobrino; el gerente de Lances de Futuro, José María Garzón; la consejera de Presidencia del Gobierno de Cantabria, Isabel Urrutia, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual.

Ampliar

De entre los premiados solo faltaron Andy Cartagena, mejor rejoneador, y Juan Ortega, galardonado por la peña del Cid. Reconocidos por toda su trayectoria, dos de los más queridos por la afición fueron los hermanos José Antonio y Tomás Campuzano, que contaron con un gran cartel en Cuatro Caminos durante sus años de luces. «Es una alegría tremenda que me den este premio en Santander», confesó Tomás. «Ha sido una de mis plazas preferidas, uno de los sitios donde me he sentido como en casa. Debuté en 1979 con una corrida encastada de Hernández Pla, di una gran tarde y me dieron como triunfador de la feria. Aquello sirvió para que la prensa empezara a hablar de mí, porque yo llevaba pocas corridas toreadas», rememoró.

De la feria de Santiago del año pasado, los aficionados recordaron la tarde de Morante, la estocada de Ginés Marín, el rabo cortado por Andy Cartagena y el compromiso de Fernando Adrián, mejor debutante y que brindó el 23 de julio una faena de «muchísima intensidad. Era una responsabilidad hacer el paseíllo al lado del maestro Enrique Ponce, que recibió un cariñoso adiós de Santander, y de Morante de la Puebla, que reaparecía ese día y tenía toda la afición volcada con él. Son dos máximas figuras a las que admiro mucho, pero tenía que jugar mis cartas y no me dejé nada dentro», señaló el torero.

Noticia relacionada

Una gala anual con 250 invitados

Punto de reunión, reencuentro y comentarios sobre la actualidad de la plaza (el pliego y el estado de las obras del ruedo), uno de los momentos más intensos fue cuando Samuel Navalón recogió su galardón como mejor novillero. Y es que el festejo que abrió la feria, celebrado bajo un intenso aguacero, fue de los difíciles de olvidar. «Guardo con mucho cariño aquella tarde por la épica que tuvo y lo especial que fue», destacó el valenciano.

Con todo, los dos momentos estelares de la noche llegaron cuando la infanta Elena recogió su premio como aficionada ejemplar, un reconocimiento a su paso por Cuatro Caminos en la tarde del 25 de julio y un galardón a su trayectoria en plazas de toros de toda España, y cuando Antonio San Emeterio, Sane, vio premiada una trayectoria de más de cuarenta años en los que ha retratado toda la historia de Cantabria y, por ende, del coso santanderino.