Juan Cruz Pereda toca el cielo en Santander

La cita volvía a Cuatro Caminos tras más de una década de ausencia amparada en el circuito nacional organizado por Onetoro y Tauroemoción. Con cinco toros de Brazuelas en chiqueros, una novillada que salió con patas, con raza y celo en sus embestidas, con en juego había el pase a las semifinales del certamen, a las que accedían los diez mejores, y el título de campeón de Santander, al que optarían los cinco mejores clasificados, que se jugarían el trofeo en la final.

Entre los participantes había algunos de los mejores especialistas a nivel nacional y, también uno cántabro, Juan Cruz Pereda, de Rasines. Forjado en los festejos de su pueblo y de la cercana villa de Ampuero, Juan Cruz venía tras participar con éxito hace una semana en la cita de una plaza de postín como la de Ávila.

Con la resaca de la Feria de Santiago todavía fresca y en una jornada con mejor tiempo del esperado, la plaza se cubrió en la mitad de sus asientos. Si el toreo a pie consiste en parar, templar y mandar, el toreo a cuerpo limpio consiste en burlar las embestidas del oponente con los pitones lo más cerca posible. Que el cuerpo roce riñón, bien sea con un corte, con un quiebro o, en otro orden, con un salto. Y, para eso, hay que conocer al animal, sus reacciones, sus terrenos y, por supuesto, templar y mandar.

Cuatro grupos de cinco especialistas cada uno formaban la ronda clasificatoria, de la que los cinco mejores se medirían al toro de la final en busca del trofeo. Para juzgarlo, en el callejón, tres leyendas del recorte como Alejandro García 'Pajarito', Miguel Ángel Maestre 'Pirri' y César Fulgencio, un jurado de garantías en una tarde con mucho en juego. En el primer grupo destacaron el recibimiento a portagayola de Fran Pisador 'Leguiche', que se la jugó con un salto con el toro recién salido de chiqueros, y el ajuste de Javier Hernándiz, que primero con un corte por el izquierdo y posteriormente con un quiebro levantó a los espectadores de los tendidos.

El segundo animal se movió con la misma raza que su hermano y, en un quiebro de rodillas, golpeó a Asier Martín, que tuvo que ser trasladado al Hospital de Valdecilla después de ser golpeado en un quiebro de rodillas. También se llevó un golpe Rober Alegre, que se repuso para repetir recorte por el lado izquierdo.

En el cuarto grupo llegó el turno del torero de casa. Juan Cruz, ante un gran novillo, quebró primero de rodillas, realizó un reverso después y se volvió a echar al suelo en tres suertes ajustadas que le metieron en la quiniela para pasar a la final.

Tras la decisión del jurado, avanzaron a la final Juan Cruz, Raúl Fuente, Rober Alegre, Adrián Ramos y Fran Leguiche. Dos reversos, el segundo de ellos de gran nivel, y un quiebro por delante fueron la carta de presentación del de Rasines, cuyo mayor competidor por la victoria era el valenciano Adrián Ramos. Al final, el jurado optó por premiar la valentía, el coraje y el buen hacer de Juan Cruz, que se ganó a pulso un título que engrandece su ascenso dentro del mundillo.

1. Juan Cruz Pereda (Rasines)

2. Fran Leguiche (Mediona del Campo)

3. Rober Alegre (Puzol)

4. Adrián Ramos (Puzol)

5. Raúl Fuentes (Belmonte de Tajo)