Álvaro Seseña

Novillero

«A mi lote de esta tarde sólo le pido que abandone el ruedo con cuatro orejas menos»

-Se estrena en Cuatro Caminos. ¿Cómo afronta la cita?

-Con mucha ilusión, con muchas ganas y con la responsabilidad de estar en una de las ferias más importantes de España.

-¿Un triunfo puede suponer un antes y un después en su carrera o las plazas de Segunda ya no son lo que eran y sólo vale triunfar Madrid?

-Cada tarde supone un antes y un después, porque nunca sabes lo que puede pasar. Plazas como Santander son muy relevantes, no sólo dependemos de Madrid. La categoría de la plaza de Cuatro Caminos no la tienen otras ferias de novilladas.

-Lo que es seguro es que un triunfo le dispara de cara al mes de septiembre, que es el mes de los novilleros.

-Claro. Aunque están saliendo ya muchas ferias anunciadas, al final hay sustituciones y otras circunstancias que hay que aprovechar. Este año estaré en la feria de Algemesí, estoy muy agradecido de que hayan contado con mi nombre.

-¿Qué le pide a su lote de la ganadería de Núñez de Tarifa?

-Que cuando salga del ruedo tenga cuatro orejas menos. Eso le pido. Es lo único, porque si sale malo y soy capaz de hacer faena y de demostrar lo que soy y lo que quiero, también me vale. Lo importante es que se vayan al desolladero sin las orejas.

-¿De qué fuentes bebe el toreo de Álvaro Seseña?

-De la fuente de todas las figuras. Son un poco las que están marcando el camino. Siempre he tenido a mi lado a mi padre y, al final, más o menos, me he encaminado también por ahí. Pero son las figuras las que enseñan que hay que pisar el acelerador todas las tardes.

-¿Tener un padre torero marca más allá de lo que ocurre sobre el ruedo?

-Sí, me he criado en un ambiente taurino y sabiendo el respeto que se le debe a la profesión y conociendo lo difícil que es. Lo he vivido desde pequeño y sé cómo hay que comportarse en determinados compromisos y en algunas citas.

-Fue uno de los novilleros que vivió el parón de la pandemia. ¿Cómo se gestiona eso?

-Al final no te pasa sólo a ti y, aunque mal de muchos consuelo de tontos, si les pasa a los demás no te quedas rezagado solo. Intentas ilusionarte, piensas que es un año más de preparación. Te autoengañas un poco.

-Cuando volvieron los festejos toreó en el Circuito de novilladas de la Comunidad de Madrid. ¿Se han convertido estos festejos en algo imprescindible dada la situación actual del escalafón novilleril?

-No sé si imprescindibles, pero está claro que vienen muy bien. Sobre todo para chavales que salen de las escuelas y acaban de debutar. Es una oportunidad de darte a conocer. La labor de la Fundación del Toro de Lidia está dando oportunidades a toreros que previsiblemente no las van a tener. Verte vencedor de un circuito de novilladas o de la Copa Chenel te abre bastantes puertas. No sé si imprescindible, pero sí muy positivo.

-En muchos pueblos están optando por dar otro tipo de festejos como clases prácticas o festejos populares en lugar de novilladas por su alto coste. ¿Tendrían que unirse estas localidades para intentar rebajar el coste de estos espectáculos?

-No sé muy bien cómo se podría hacer, pero está claro que montar una novillada a día de hoy es muy caro. El problema no viene en lo que cobramos los toreros, porque eso puedo asegurar que es lo mínimo. Sí que hay muchos costes de otras partes que deberían intentar abaratar. Tampoco soy empresario ni sé muy bien los números, por lo que no sé bien dar una solución al problema que existe.

-¿Había estado ya en Santander o ha aprovechado para conocer la ciudad?

-Llegué ayer y me di un paseo por la ciudad, que nunca había estado, y participé en un coloquio en la peña Félix Rodríguez. Hoy me daré una vuelta por la playa y estaré concentrado hasta la hora del festejo.