El Palacio del Mar se viste de seda y oro

Diego Ruiz

Santander

Viernes, 7 de febrero 2020 | Actualizado 08/02/2020 13:08h.

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El Hotel Suite Palacio del Mar respiraba esta noche aires de fiesta, de pasodoble taurino. Aires de gala, de esmoquin y vestidos largos, de pajaritas negras, zapatos de tacón y lentejuelas. Entre el enorme gentío, alegre por las bodas de plata de la gala de ... entrega de trofeos de la Feria de Santiago y de la temporada en Cantabria 2019, sonriente y también algo preocupado –no corren buenos tiempos para la tauromaquia–, destacaba la figura garbosa, del siempre en forma, Juan José Padilla. Retirado de los ruedos desde 2018, mantiene el tipo atlético, a base de deporte y toreo de salón, que la afición nunca se pierde. A él, el jurado que anualmente designa los premios de este hotel santanderino, había decidido hacerle un merecido homenaje. Al jerezano se le admira en Santander, una de sus plazas talismán, donde nunca se escondió, donde siempre se entregó sin miramientos. 'El Pirata', fue, sin duda, uno de los toreros más aclamados de la noche. Fotografías, autógrafos, palmaditas en la espalda y los habituales comentarios de «yo te vi en Pamplona en el año...», «estuve en la corrida de las cuatro orejas en...» Recuerdos taurinos.

Los premiados

• Toreros Juan José Padilla, David Luguillano (trayectoria), Paco Ureña (faena para la historia), Pablo Aguado (torero revelación), Cayetano Rivera (puerta grande), Curro Díaz (arte y valor), Antonio Ferrera (Pedro Romero), El Fandi (torero más apreciado por la afición), Diego Ventura (rejoneador más valiente) y José Fernando Molina (novillero más valiente). Además, Joxin Iriarte (apoderado) y José Luis Ventura (aficionado)

• Ganaderías La Quinta y La Ventana del Puerto (toro más bravo).

La lista de premiados de los XXV Trofeos del Hotel Palacio del Mar era larga este año, con muchos nombres propios, algunos muy importantes. Estaban en la nómina los mejores, y también alguna figura ya alejada de los vestidos de luces, de seda y oro, sustituidos alguna tarde, para matar el gusanillo, por la tela recia del traje campero. Entre ellos David Luguillano, un torero de arte, uno de los grandes en su momento..., de corte fino, agitanado, elegante con y sin los trastos. Faltaron algunos diestros. La temporada americana está aún en su esplendor y otros están ya en el campo, preparando la temporada.

Estrechando manos y saludando a unos y otros, hombres y mujeres, estuvieron diestros importantes, figuras como Emilio de Justo, Paco Ureña –el gran triunfador del curso pasado–, Pablo Aguado, ya en el olimpo tras una temporada triunfal; El Fandi, siempre admirado, y el novillero José Fernando Molina... el futuro.