'Superhéroes', un espectáculo de película
La carpa en Mesones ·
Raúl Alegría reúne a algunos de los más destacados artistas de circo en la increíble puesta en escena de QuimeraSecciones
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La carpa en Mesones ·
Raúl Alegría reúne a algunos de los más destacados artistas de circo en la increíble puesta en escena de QuimeraEste verano la ciudad está llena de superhéroes. Un «todo creador» -lo entenderán cuando vean la función- ha convocado a algunos de los más destacados de España, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Cuba, Francia y Rusia en el Circo Quimera para una sola misión: convencer a ... los niños, «de uno a más de noventa años», de que todos tenemos un superpoder por descubrir. Durante este espectáculo, el ilusionista santanderino Raúl Alegría, director y creador de Quimera, traslada hasta a los más incrédulos al interior de «una fábrica de superhéroes». Alegría es la mente detrás de estas historias. El año pasado asistieron más de 20.000 espectadores al montaje que rindió homenaje a 'El Principito'. Y esta vez, como siempre, toca renovarse para la Semana Grande.
La temática para 2023 se diseñó durante un año. En ocho días de intensos ensayos se montó la historia con sus personajes para estrenarla el pasado sábado. «Es una idea muy pautada y pensada», apunta el director. Además, hace evidente la emoción que le causa actuar en su ciudad cada año, desde 2012. «Es una ilusión estar en mi tierra y poder presentar este show. Es un caramelo anual junto a grandes artistas».
Niños y mayores pueden disfrutar en primera fila -hasta el 13 de agosto en la carpa del Parque de Mesones (a las 20.00 horas)- de las habilidades extremas y alucinantes de estos héroes en funciones exclusivas para Santander. El hombre elástico, Aleksandr Batuev, desafía las leyes de la física y del propio cuerpo humano en cada presentación. La comicidad mezclada con los dotes de malabarista, acróbata y músico del payaso Chistirrín no dejan ir al público sin, al menos, sacarle una sonrisa. Momentos de alta tensión se viven al poner a prueba el sentido del equilibrio y los reflejos del equilibrista Yanel Morales junto a su ayudante, Diane Morales (lo del apellido es porque son matrimonio). Y, así, unos y otros, junto a los protagonistas de los minutos más temidos de la noche. Esos en los que se alcanzan a escuchar algunos gritos de impresión desde las gradas. La 'rueda de la muerte' del dúo Supersónico. Y aún queda. La imaginación continúa volando al ritmo del número de la acróbata aérea Ella Storme y la magia estalla en la pista con un show renovado «al cien por cien» del 'jefe' Raúl Alegría.
La temática de este año, 'Superhéroes', está pensada para las familias. «Nos gusta llegar a la emoción y al corazón de la gente. Entonces, el mensaje de este espectáculo es que todos en la vida nacemos con un don para algo y tenemos que trabajarlo, meterle pasión y horas, para poder conseguir que llegue a ser el don de un superhéroe», explica el ilusionista. Es destacable que ese lazo familiar no solo se refleja en el público. También está presente en los protagonistas. Sin salir de la carpa. Raúl Alegría y su mujer, Lucía Rivera, viajan siempre con su hija Luna. Y el matrimonio Morales -ya saben, los equilibristas- va igualmente acompañado de su niña de siete años a todas sus presentaciones.
Para Ella Storme y Aleksandr Batuev es la primera vez en Santander y tienen un propósito en común al estrenar sus números en esta carpa: «compartir la enseñanza de que hay que seguir al corazón y los sueños, porque todo es posible». Lo dice la acróbata, haciendo alusión a las habilidades con las que desde pequeños ellos soñaron tener. «Volar» o «contorsionarse», enumeran. La mayoría del elenco forma parte de generaciones de familias circenses que han aplicado a su vida el objetivo de este espectáculo para llegar al éxito.
Los noventa minutos en la pista entreteniendo a los asistentes son el resultado de horas -y hasta días completos- de preparación. «No es solamente lo que vemos en el escenario. Es vivir en una caravana las 24 horas. Tiene que gustarte mucho el circo para lograr llevar un espectáculo», asegura Morales.
Chistirrín lo comparte. Ha tenido que aprender a sacar sonrisas adaptando su show a diferentes idiomas. Del alemán al francés. Y sigue preparándose para ir a otros lugares del mundo. «Esto es un universo mágico, donde puedes encontrar muchas culturas. Siempre dan lo mejor, tienen un tiempo de preparación increíble y arriesgan su vida por entretener al público», señala.
Todo, más allá del origen (cada uno viene de una punta del mapa) y de la coincidencia del destino sobre un escenario, con un propósito: «el aplauso del público». Esto es lo que les recarga cuando se termina cada función. Y lo que les motiva en la preparación para la siguiente. Para una nueva puesta en escena cuando las luces se vuelven a encender. Para volver a ser superhéroes.
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