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La campa de La Magdalena acogió el último festival de la Semana Grande de Santander. «Qué se note que tenemos hoy ganas de fiesta en La Magdalena», requería el DJ Adrián Deerre, el primer artista que se subió al escenario. Y es que el público, ... en su mayoría jóvenes, entró con ganas de cerrar las fiestas por todo lo alto. Con el sol pegando fuerte, botella de agua y abanico en mano, miles de chavales accedían al recinto a media tarde dispuestos a acabar las fiestas cantando y bailando... para dar paso a las siguientes del verano. «Las fiestas no se acaban aquí, nosotros seguimos y seguimos hasta final de verano», corroboraba un joven en la cola. Ni el sofocante calor paró las primeras carreras para coger sitio en primera fila. Con 'A 300' del artistas sevillano JC Reyes sonando, los primeros aficionados entraron esprintando; muchos de ellos parecían llegados de París, directamente desde los Juegos Olímpicos.
Aunque no todo eran jóvenes, también había algún que otro 'intruso' por la campa. «Me ha tocado acompañarlas, pero yo también lo disfruto», aseguraba Ricardo, padre de dos niñas de 13 y 15 años, que hizo lo mismo que otros muchos progenitores. Con el público pasando el control de seguridad se podían notar también los primeros nervios. «Que ganas de entrar», se escuchaba entre los asistentes.
Para muchos este último es el primer festival de la Semana Grande al que acuden. «No hemos venido a ninguno más, pero esperamos que este nos dejé con ganas de volver el año que viene», confesaba Lucía mientras esperaba para entrar. Y otros no han faltado a ninguna cita en la campa: «No nos hemos perdido ni uno, hemos venido a todos y el año que viene, más y mejor», se oía cerca. Hubo también quienes disfrutaron del festival desde la zona VIP, que contaba con una cola inmensa desde la apertura de puertas.
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Por otro lado, repartidos por todo el recinto había varios puestos de ocio. Desde un 'photocall' donde la gente se sacaba fotos para el recuerdo; un punto violeta para concienciar contra la violencia machista en el que se regalaban abanicos o un stand donde se personalizaban camisetas con espray, para los que no fuera suficiente la lluvia de colores que les esperaba más tarde. Muchos de ellos se ponían la camiseta nada más salir y otros, más cuidadosos, la guardaban por si les saltaba pintura. Estando en la tierruca, no podía faltar tampoco un puesto de la heladería Regma. Con 'tote bags' –bolsas de tela– y camisetas tiñeron parte de la campa con su logo.
La hora de la verdad
Con el disc-jockey torrelaveguense Adrián Deerre caldeando el ambiente desde los platos y con frases como «Santander, lo cantamos fuerte», entre otras, llegó el turno de Lia Kali. Luces, cámara, acción. Con una entrada triunfal puso a bailar al público desde el minuto uno, aunque el entorno aún no estaba ardiendo del todo; y no porque no hiciera calor, ya que los asistentes no paraban de recordar las altas temperaturas que había en la capital.
Tras Lia Kali, era la hora de la 'Artista revelación' para los 40 Music Awards: Samuraï, que se subió al escenario de la campa para poner a bailar al público sin freno. Y, tras pedir una bulla fuerte, comenzó su actuación, que no dejó indiferente a nadie. Ni indiferente ni quieto.
Durante horas hubo un trajín de gente constante, algunos entraban, otros salían, pero a partir de las 21.30 horas, la campa estaba que rebosaba. Buena parte de la culpa la tenía Dei V, uno de los artistas más esperados por el público, que terminó de encender la llama en el Hoky Music. Dirigiéndose al público en varias ocasiones, los jóvenes entonaron con él todas y cada una de sus letras. De principio a fin, sin descanso. «Es mi artista favorito, creo que voy a llorar», se escuchaba entre el público.
A la hora del cierre de esta edición, todavía faltaban por actuar dos 'tiburones' del panorama musical: Yandel y Juan Magán. Ambos con ganas de poner el broche final a la banda sonora de la Semana Grande. «Yo solo vengo a ver a Juan Magán», confesaba una madre que acompañaba a sus hijas. Tuvo una buena excusa para no perderse el concierto.
A esa hora en la campa se notó una subida en el rango de edad del público, un poco menos juvenil que en las actuaciones previas. Se notaba que el rey del electrolatino estaba a punto de saltar al escenario.
Mucho más
Así el Hoky Music puso el broche de oro y los tonos de color perfectos para acabar por todo lo alto la Semana Grande. Pero no hay razones para preocuparse. Todavía queda mucho verano. Y si seguimos hablando de festivales, no son pocos los que quedan, ya que distintos puntos de Cantabria acogerán a artistas de todo tipo y para todas las edades. Con el Santander Music a la vuelta de la esquina, que acogerá del 2 al 4 de agosto a artistas como Louis Tomlison, Mikel Izal, Ginebras y Dani Fernández en la campa de La Magdalena; o el Festival Internacional de Jazz, que da comienzo mañana mismo y que verá desfilar sobre el Escenario Santander a músicos y cantantes tan importantes como Emmet Cohen, Harry Allen, Ed Cherry, Gary Smulyan y Brandon Goldberg. O el Sonorama Ribera Day, el 24 de agosto en la Virgen del Mar, con Kasabian y Placebo como cabezas de cartel.
No hay que olvidar tampoco que el 22 de agosto aterrizará Melendi en este mismo recinto de la Virgen del Mar con su gira '20 años sin noticias' y el 30 actuarán Los Chichos en el Palacio de Deportes de Santander con motivo de la celebración de sus 50 años sobre los escenarios.
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