Fin a las obras para acabar con las inundaciones en el barrio de Santiago el Mayor

La obra ha consistido en la construcción de un muro de hormigón armado revestido de piedra natural, que hace las funciones de muro de contención. Además, entre la Isla del Óleo y el barrio de Nueva Montaña se ha elevado un dique de tierras de 199 metros. La sección tipo del dique es un terraplén en tierras con taludes revegetados que proporcionan una estabilización suplementaria a la estructura y la integran en el paisaje. En su coronación ahora hay una senda peatonal. Se ha elevado el nivel de la carretera que cruza la ría en el punto de encuentro entre las dos protecciones. Finalmente se han instalado clapetas, que son válvulas antirretorno, para garantizar que todos las espacios protegidos queden estancos.

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Los trabajos, que fueron encargados a la empresa Rucecan, empezaron el pasado mes de enero. En principio tenían un periodo de ejecución de cinco meses pero fueron paralizados para que Viesgo pudiera hacer una canalización que tenía prevista, aprovechando que la calle ya estaba abierta. «Con esto tenemos la obra finalizada, que da solución a las inundaciones. Ahora, mantener la ría en perfecto estado es el siguiente paso», afirma la alcaldesa de Santander.

Durante el puente de diciembre de 2020, el barrio de Santiago el Mayor de Santander se inundó a causa de las lluvias que cayeron. La zona se convirtió en una enorme laguna, y el agua y el barro entraron hasta las casas y los garajes. El mantenimiento fue una de las causas apuntadas de lo ocurrido. «Tenemos que tener la ría perfectamente limpia con las canalizaciones y las tuberías limpias periódicamente, porque recordemos que entonces había algas fosilizadas que obstruían parte de la tubería», recuerda la regidora.

Ampliar

Al depender de varias administraciones, después de las inundaciones el Ayuntamiento de Santander pidió a todas el consentimiento para encargar un estudio al Instituto de Hidráulica de Cantabria (IH). Este achacó a las precipitaciones torrenciales la inundación, pero reconoció «problemas de mantenimiento» en las conexiones para el desagüe de la marisma de Raos y «una creciente impermeabilización» de la zona por las numerosas construcciones. «La solución que propusimos en aquel momento fue temporal, aumentar la barrera, poner unos sacos de contención. Resultó aunque, lógicamente, tarde», explica Igual. «Entonces se hizo una revisión de las arquetas, de las tuberías, se quitaron las algas… pero necesitamos un protocolo periódico y alguien responsable para que no vuelva a pasar», concluye la alcaldesa.