El final de las obras del itinerario mecánico de Valdecilla se retrasa tres meses

Esos cambios que menciona el Ayuntamiento se dividen en dos. Por un lado, hubo una petición de modificaciones en la canalización eléctrica prevista en el proyecto original por parte de Viesgo y el Servicio Cántabro de Salud, debido a una «actualización de planificación de canalizaciones necesarias en el entorno de la obra con el fin de garantizar la acometida y distribución eléctrica para los elementos mecánicos, los usuarios y el SCS». Por otro lado, también existe una petición de Aqualia, la empresa adjudicataria del servicio de Aguas de Santander, para realizar una conexión de la red de saneamiento al nuevo colector localizado durante las obras en la glorieta de Valdecilla, al sur de la obra, «que garantice la capacidad hidráulica», apuntan esas mismas fuentes.

A pesar de que los trabajos se adjudicaron en marzo del año pasado, no fue hasta julio cuando empezó el movimiento de las máquinas en la zona. Justo un mes después, la alcaldesa, Gema Igual, visitó los trabajos de una de las actuaciones «más relevantes dentro de la estrategia de movilidad sostenible impulsada por el Ayuntamiento», comentó entonces. Ya este febrero, comenzó la instalación de cuatro de los siete elementos mecánicos.

Este proyecto se divide en cinco tramos diferenciados «según las características del terreno y la pendiente». Los dos primeros ya están colocados. El primero, entre la Avenida de Valdecilla y la calle Violeta, son dos pasillos mecánicos que permitirán superar un desnivel de 2,86 metros y 3,13 metros, respectivamente. Estos pasillos tendrán inclinaciones moderadas para facilitar el acceso de los peatones. El segundo tramo, que conecta las calles Violeta y Jazmín, cuenta con una escalera y una rampa mecánicas para salvar una pendiente pronunciada del 16%.

El tercer tramo, comprendido entre las calles Jazmín y Clavel, tendrá otra escalera mecánica junto a una rampa, diseñada para superar un desnivel de cinco metros. El cuarto tramo, entre las calles Clavel y Alhelí, de pendiente más suave, «no requerirá de elementos mecánicos adicionales». Por último, en el quinto tramo, que desciende desde la calle Alhelí hasta la Avenida Cardenal Herrera Oria, se instalará una rampa capaz de salvar una pendiente de aproximadamente el 20%. Además de los elementos mecánicos, el proyecto incluye la renovación de las redes de servicio, la urbanización de los espacios peatonales, la instalación de alumbrado led y la implementación de red de videovigilancia.

Este nuevo retraso se conoce solo tres semanas después de que El Diario Montañés publicara que el final de las obras de renovación integral de General Dávila también se retrasaba hasta junio. Los trabajos, que estaba previsto que concluyeran este febrero, se han visto afectados por la rehabilitación de la fachada de un edificio de la zona, en una acera que está dentro del ámbito de actuación de los trabajos.