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La Fiscalía de Cantabria ordenó a finales de junio abrir diligencias de investigación para analizar si el Ayuntamiento de Santander estaba incurriendo en un «reiterado delito de desobediencia» por su negativa a cambiar los nombres de determinadas calles de la capital relacionadas con la dictadura ... franquista o responsables militares y políticos de la misma, algo que impide la Ley de Memoria Democrática, tal y como subrayan diferentes colectivos memorialistas de la región. Parece que el Ministerio Público no tiene muchas dudas al respecto porque acaba de dar por concluida definitivamente esta investigación solo dos meses después de que arrancara el trámite judicial. Así, la Fiscalía ha ordenado el archivo de las diligencias –que tienen su origen en la denuncia de la Plataforma Memoria y Democracia, a la que se sumaron medio centenar de vecinos a título individual–, ya que considera que no hay delito alguno ni reproche legal contra el Consistorio que dirige la popular Gema Igual. En concreto, señala que no sigue adelante «por falta de tipicidad penal», según recoge Europa Press.
La fallida denuncia se presentó en la sede de la Fiscalía de Derechos Humanos de Cantabria y en ella se reclamaba la intervención de oficio por parte del Ministerio Público. Aunque el archivo de las diligencias se conoció ayer mismo y la Plataforma Memoria y Democracia aún no se ha pronunciado sobre la decisión, es previsible que la sorpresa para sus integrantes sea solo relativa, ya que no es la primera vez que una denuncia de este tipo no prospera en los tribunales. En mayo de 2023 fue el colectivo Desmemoriados el que acudió a la Fiscalía para denunciar a la alcaldesa y al entonces concejal de Cultura, Javier Ceruti (Cs), con el mismo argumento, el posible delito de desobediencia recogido en el artículo 410.1 del Código Penal–. También con el mismo resultado.
Aunque los grupos memorialistas tienen detectadas hasta 15 vías con referencias o nombres franquistas (Alto de Los Leones, Alféreces Provisionales, Belchite, Brunete, Capitán Cortés, Carlos Haya, García Morato, General Díaz de Villegas, General Moscardó, Montejurra, Ruiz de Alda, Sargentos Provisionales y Zancajo Osorio), en este último intento su denuncia se centró en las más emblemáticas: el Paseo de General Dávila y la calle Camilo Alonso Vega, que homenajean a sendos dirigentes de la dictadura. Anteriormente, en 2015, también se archivaron las denuncias contra los alcaldes de Santander, Cabezón de la Sal y San Vicente de la Barquera por «mantener simbología franquista».
La prohibición de mantener este tipo de referencias en los callejeros de pueblos y ciudades está recogida en las dos leyes estatales aprobadas al respecto. La que salió adelante en 2007 –la primera de la democracia sobre este asunto– y la que actualizó esta norma en 2022, que asegura que «serán considerados elementos contrarios a la memoria democrática las referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial».
También en la ley autonómica de 2021, redactada y apoyada por el bipartito PRC-PSOE durante la anterior legislatura y que ahora el Gobierno de María José Sáenz de Buruaga se dispone a modificar pese a que otros ejecutivos autonómicos populares ya han dicho que desistirán de esta intención tras la salida de Vox de los ejecutivos.
¿Por qué el Ayuntamiento de Santander se niega a hacer el cambio? En realidad no se niega. De hecho, ya lo hizo parcialmente en 2017 al renombrar las calles División Azul por La Secada; Columna Sagardía por Las Rederas y Alcázar de Toledo por Las Ánimas. Reconoce que tiene que hacerlo para dar cumplimiento a las normas de las Cortes y del Parlamento de Cantabria, pero asegura que no es una prioridad. Además, subraya el trastorno que supondrá a los vecinos, ya que se verán obligados a cambiar de dirección.
Más allá del tema de las calles, el PSOE de Santander también lamentó el pasado mes de mayo que la ciudad mantenga a Francisco Franco como Alcalde Honorario. Todo pese a diferentes acuerdos plenarios del ayuntamiento de la capital en la que se instaba a la retirada de todos los honores.
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