En Gamazo sí que hay playa

Cada vez que sale el sol en la ciudad -menos de lo que los santanderinos y turistas querrían- se llenan de gente que se anima a tomar el sol y a bañarse. Incluso ayer, que aunque estaba más nublado la temperatura era «muy agradable». Lo dice Claudia Herrera, una vecina que aprovechó el rato libre que tiene para comer antes de volver a trabajar para darse un 'cole', que en el lenguaje popular santanderino es tomarse un baño. «Trabajo cerca de aquí y me viene genial no irme a otra playa que esté más lejos. Es una playa y así debería tratarse», defiende.

Un cartel azul y blanco lo indica muy claro: «Baño no autorizado, riesgo de caída al mar y riesgo de caída al mismo nivel». Un cartel que colocó la Autoridad Portuaria de Santander (APS) ya que se trata de una zona de servicio que pertenece a esta Administración. «Este es un claro ejemplo de cuando las instituciones van por detrás de los ciudadanos. Ya ha quedado claro que la gente las utiliza como playas, pues así deberían tratarse. Entiendo que el servicio de socorrismo requiere de planificación, pero es que esta realidad no es nueva para nadie», añade Herrera. Aun así, reconoce que el que es de Santander ya conoce la situación, por lo que se baña «con todas las consecuencias». «Aunque los turistas que vengan no tienen por qué saberlo, y ahí está ese peligro», advierte.

Entre los que ayer paseaban o descansaban por la zona, había todo tipo de opiniones. «Es un terreno que pertenece al Puerto. Partiendo de esa base creo que ya está todo claro. Si no está permitido el baño, no hay más que hablar. El que lo hace ya sabe a lo que se expone y si le pasa algo, allí no va a haber ningún socorrista», reflexiona Pablo González, que descansaba en una de las tumbonas. «Me sorprende muchísimo que haya padres que permitan a sus hijos bañarse. Aunque estén ellos allí vigilando». Y es que varias familias, con niños pequeños, jugaron ayer junto a la orilla del mar. Y también se bañaron.

La explicación que dio hace unos meses la concejala de Medio Ambiente para no catalogarlas como playas es que, en los últimos años, «por causas que se desconocen», se ha producido una importante acumulación de arena en la zona del Promontorio de San Martín, pero que, en cualquier caso, «no constan como tal en el inventario de playas municipales».

Unos días más tarde de las declaraciones de Rojo, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Fernández, anunció en las páginas de El Diario Montañés su intención de llevar al Pleno municipal una moción para que el arenal de la rampa de Gamazo fuera cedido por el Puerto a la ciudad para así poder inscribirla en el catálogo de playas municipales, dotarla de servicios de mantenimiento y salvamento y declararla playa canina. Una propuesta que se quedó en eso, en propuesta, ya que el equipo de gobierno (PP) no apoyó la iniciativa socialista.

En medio del debate que se formó entre los grupos de la Corporación santanderina, y la falta de consenso entre todos ellos, la concejala de Medio Ambiente explicó durante el Pleno de mayo que en el nuevo contrato de mantenimiento de playas, que entrará en vigor en el mes de octubre, ya está recogida la idea de que haya una zona exclusiva para perros en alguna de las playas de Santander, aunque no dio más detalles al respecto. Más allá del asunto de los canes, tampoco prosperó el plan de que la arena acumulada en la rampa de Gamazo fuera considerada playa por el Ayuntamiento. Aunque, a juzgar por la estampa de este verano... vaya, vaya, en Gamazo sí que hay playa.