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La denuncia pública que hicieron los vecinos de Peñacastillo en las páginas de El Diario Montañés por la solicitud de licencia de una empresa para abrir un salón de juegos bajo sus casas, en la calle Hermanos Calderón número 28, reabrió el debate sobre ... la «excesiva» presencia de este tipo de establecimientos en la ciudad, la distancia que debería existir entre ellos y también si cumplen o no la Ley del Juego regional que no permite abrir este tipo de salas a menos de 500 metros de centros escolares. Por ejemplo, en el entorno del local que pretende levantar Ludere Operadora en Peñacastillo hay cinco centros educativos, un centro de salud con unidad de salud mental, guarderías, parques y centros deportivos. Pero hay otro matiz en la norma que afecta directamente a la capital cántabra. Y es que, según informa el Gobierno de Cantabria, Santander cuenta ahora mismo con 27 establecimientos de juego autorizados, es decir, más de 1 por cada 7.000 habitantes, lo que supone una «concentración excesiva». A pesar de que el Ejecutivo aclara que «algunos de esos locales cerrarán pronto y que por ello en breve no superará el ratio», lo cierto es que actualmente sí que se excede. Precisamente por eso, el Gobierno abre la vía a revisar la distancia permitida entre este tipo de locales en la capital cántabra. Algo que no ha ocurrido hasta el momento en ningún otro lugar de la región. Aunque tiene que ser el propio Consistorio el que lo solicite. «El Consejo de Gobierno, oído el Ayuntamiento correspondiente, podrá realizar una revisión extraordinaria de las distancias con objeto de evitar la concentración excesiva de establecimientos de juego», dice la norma.
De este modo, se podría exigir más distancia pero eso no significa «limitar el número de locales autorizados» ya que la Ley no limita de forma expresa la cantidad de casas de juego que debe haber dentro del mismo municipio. Se trata de una medida extraordinaria y que se centra en salones de juego, bingos, casinos y salones de apuestas. Según la norma, en aquellos ayuntamientos en los que exista más de un local de juego por cada 4.000 habitantes se estaría produciendo una concentración excesiva. Con la excepción de los de más de 150.000 habitantes -es el caso de Santander-, en los que el ratio es un local por cada 7.000 habitantes. La norma a la que se refiere el Ejecutivo fue aprobada hace más de dos años con medidas que buscaban garantizar una mejor ordenación y planificación del sector y una mayor protección de los colectivos más vulnerables -menores y personas con ludopatías-. Su implantación cambió sustancialmente el panorama que se presentaba en Santander, ya que tumbó más de diez casas de juego que pretendían abrir en la ciudad.
A las críticas de los vecinos de Peñacastillo, que han contratado a una abogada para presentar alegaciones al expediente, también se han sumado las de la comunidad educativa del CEIP Marqués de Estella, uno de los centros escolares de la zona. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) inició la semana pasada una recogida de firmas para pedir que se retire la licencia de apertura a la empresa Ludere Operadora. «Somos un colegio pequeño y estamos cerca de las 700 firmas. Pero estamos ya en contacto con otras asociaciones para ver qué podemos hacer cuando terminen las alegaciones», dice Elisabeth Martínez, presidenta del AMPA del colegio. «Nos encontramos en una zona que es un caldo de cultivo maravilloso para las casas de apuestas. Un barrio caracterizado por la gente joven y también uno de los que menos envejece. Está claro que el que quiera abrir aquí un local de este tipo ha hecho bien los deberes y sabe donde lo está poniendo. Lo que pasa es que ahí deben actuar las administraciones, tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Cantabria», insiste. A su juicio, no solo deben velar porque se cumpla toda la legalidad, también deben «valorar» el impacto que puede tener la apertura de este establecimiento en una zona que transitan «4.000 jóvenes todos los días». Tienen que pensar en la ciudadanía», añade la portavoz de los padres y madres del centro. Lo que dice el Ejecutivo cántabro al respecto es que se trata de una licencia «provisional» que fue concedida en febrero. En principio, «no hay ninguna causa legal que justifique la revocación de la licencia».
También se refirió al nuevo establecimiento de Peñacastillo el concejal de Fomento y Urbanismo, Agustín Navarro. Lo hizo durante el Pleno municipal celebrado el pasado viernes. Allí, a preguntas de los socialistas, argumentó que «no hay ningún salón de juego a menos de 500 metros» del que se quiere abrir. «La distancia que hay hasta el CEIP Nueva Montaña es de 693 metros, en el recorrido más corto peatonal. Y hay 666 metros al centro de salud La Montaña, que supera ampliamente los 500 metros referenciados», explicó justificando así la apertura de la casa de juegos en la zona.
Durante el Pleno municipal celebrado el pasado viernes, el PSOE preguntó al equipo de gobierno por el número de salones de juego que hay en la ciudad «porque estamos convencidos de que ya se supera el ratio por habitante». Según las cuentas que han hecho desde la concejalía de Fomento y Urbanismo, la ciudad no supera el ratio permitido para municipios con más de 150.000 habitantes. Eso es lo que explicó el concejal del área, Agustín Navarro. Se trata de una afirmación que dista de los datos que aporta el Gobierno de Cantabria, que dice que actualmente, con 27 establecimientos de juego autorizados, Santander sí tendría una «concentración masiva». Aunque algunos «estarían a punto de cerrar».
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