El Gobierno trabaja para que el emisario de San Román funcione a «pleno rendimiento»

Se trata de una actuación muy demandada por los vecinos y los bañistas de la playa de la Virgen del Mar, ya que servirá para poner fin a los problemas de calidad de las aguas en la zona. Aunque todos los análisis confirman que las diferentes variables están dentro de los límites permitidos desde 2017, se han venido produciendo episodios en los que los bañistas manifestaban problemas como intensos picores o reacciones alérgicas en la piel. De hecho, se han sucedido cierres del arenal por estas causas. La Consejería de Obras Públicas se ha negado sistemáticamente a detallar las causas pero, en 2022, el departamento que entonces dirigía el regionalista José Luis Gochicoa reconoció -lo hizo de manera indirecta, dentro de los pliegos de una licitación- que se debían a la rotura del emisario por el que se liberan los líquidos procedentes de la depuradora. Ha sido ahora, seis años después de que se notificaran los primeros episodios, cuando Medio Ambiente, ahora bajo la dirección del consejero popular Roberto Media, ha comenzado a ejecutar las obras que pondrán fin definitivamente al problema.

Según ha podido saber El Diario Montañés, los trabajos se centran principalmente en la dotación de un decantador lamelar que «ayudará a la eliminación de sólidos en suspensión y de fracción particulada biodegradable del agua residual, antes de su entrada al tratamiento biológico», explican fuentes de la Consejería de Medio de Ambiente. Por ello, actualmente se están realizando los movimientos de tierras. En relación al emisario submarino, el departamento de Media informa de que en los últimos seis meses se han realizado trabajos de limpieza de su interior, además de mejoras en el sistema de válvulas y optimización de equipos para que pueda funcionar con normalidad. En las «próximas semanas» se ultimarán los trabajos y «el emisario submarino estará funcionando a pleno rendimiento».

Las obras de la mejora de la EDAR están incluidas dentro del contrato de gestión por el que el Gobierno de Cantabria, a través de la sociedad pública MARE, encargó a Aqualia la gestión de la depuradora, que se ocupa de acometer las mejoras que sean precisas. La consejería añade que en el proyecto se ha tenido en cuenta que la instalación debe seguir en funcionamiento en todo momento, «minimizándose las interferencias sobre los procesos de tratamiento llevados a cabo en la EDAR».

Además de estos trabajos de mejora integral de la línea de agua, en el contrato de los servicios de operación y mantenimiento de la depuradora e instalaciones de saneamiento en alta que comenzó en 2021, se incluía la ejecución de algunas actuaciones de mejora «que han redundado en un menor impacto por olores y ruido a las personas que viven en el entorno de la instalación». Por ejemplo, la sustitución de las cubiertas de los espesadores de fango, la mejora de la instalación de descarga de los camiones de fango espesado de otras instalaciones o la sustitución de puertas del edificio donde están ubicadas las soplantes.