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. Foto: Sane / Vídeo: Pablo Bermúdez

Indignación en Nueva Montaña: «Nos han cerrado las esclusas al mar y esto parece Venecia»

El barrio de Santiago el Mayor está totalmente inundado. El agua ha alcanzado más de medio metro de altura, atrapando a decenas de coches y entrando en casas, bajos y garajes, por un problema que los vecinos llevan años denunciando | La inundación de un aparcamiento subterráneo en la calle Tomás y Valiente ha provocado «cataratas» de agua bajando por las escaleras

Miércoles, 9 de diciembre 2020, 09:29

El barrio de Nueva Montaña, en Santander, ha amanecido cubierto por una enorme balsa de agua, que ha penetrado en bajos y garajes y tiene atascados a numerosos coches aparcados en la zona. La alcaldesa, Gema Igual, ha estado con los vecinos a las siete de la mañana para conocer los daños que ha generado esta inundación.

Todo se complicó a partir de las once de la noche con la pleamar, en una zona en la que no son extrañas las inundaciones por la cercanía con la ría y un sistema de canalización de aguas imperfecto, cuyos efectos llevan años denunciando. Llovía intensamente y el agua comenzó a subir. Llegaron a registrarse en Santander 61 litros por metro cuadrado hasta la medianoche. Dicen desde el Ayuntamiento que «el sistema de bombas de desagüe ha funcionado a la perfección», pero que no ha podido evitarse esta inundación por la confluencia de elementos meteorológicos.

Imagen. Vecinos limpiando las entradas de sus casas.

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Imagen. Vecinos limpiando las entradas de sus casas. Sane

Los vecinos tienen claro que el origen de estas inundaciones está en las esclusas ubicadas en la ría, junto a la empresa Marino de la Fuente, que están semicerradas para impedir la entrada del agua del mar. Pero la otra, la de la lluvia, al no poder desaguar en la ría, se estanca en Santiago el Mayor, la colonia situada en la parte baja de Nueva Montaña. Y por mucho que funcionen las bombas del Ayuntamiento, sale por un lado y entra por el otro. De hecho, a las doce y media de la mañana, cuando ya hacía varias horas que no llovía, el agua seguía saliendo y entrando en el barrio, formando hasta remolinos, en bucle. Todo inundado ante un indignado vecindario que exige soluciones. «Esto es un auténtico embalse, y esta noche parecía una ría», cuenta uno de los vecinos, Nobel Ángel Lado, mientras enseña, de manera muy didáctica, qué es lo que pasa en su barrio en un vídeo en el que se percibe la anomalía que tiene al barrio en un sinvivir cada vez que llueve.

Vídeo. Esto es lo que pasa en Santiago el Mayor cada vez que llueve. Nobel Ángel Lado

Vídeo. Inundación en Nueva Montaña. Sane

«Ya lo hemos denunciado muchas veces. Que esto parece Venecia. Y se veía venir hace cuatro días, que nos llegaba el agua hasta desde Maliaño, los caballos de una finca estaban casi flotando los pobres, y aquí se ha desbordado». El problema, insiste este vecino, «es que no hay desagüe a la mar. Las arquetas tragan, pero el agua vuelve por vasos comunicantes». Y desmiente que el desastre de hoy se deba a las mareas, «pero si el coeficiente ha sido de sesenta y pico, que son casi mareas muertas. Si fuera de ciento y pico sí, entonces esto ya sería un parque acuático».

Aparcamiento anegado en Tomás y Valiente

Vídeo.

Muy cerca de allí, en la calle Francisco Tomás y Valiente, se ha inundado por completo el aparcamiento subterráneo que comparten los bloques de edificios con números 21, 23, 25 y 27. «En la planta -2 el agua ha llegado hasta el techo y en la -1, que está por encima, hasta la rodilla más o menos», relata Borja, uno de los vecinos que reside en uno de los pisos del portal 23. «El agua bajaba por las escalares en forma de catarata, el portal se inundó, la corriente eléctrica no funcionaba... Pero si es que hasta salía agua por los interruptores. ¡Una locura!», relata en torno a lo vivido durante una noche de perros. «El caos comenzó sobre la una de la madrugada», detalla.

En vista del agua que se empezaba a acumular y con el precedente del parking cercano que se vino abajo el pasado mes de enero, los vecinos de los distintos bloques bajaron al aparcamiento a sacar los coches allí estacionados, tarea que se complicó porque la salida era un auténtico río. «Por allí era imposible salir». Así que lo hicieron por la habitual puerta de entrada, menos anegada.

Los bomberos de Santander estuvieron achicando agua durante la madrugada y controlaron la inundación en la medida de lo posible, pero durante la mañana el aparcamiento ha continuado «anegado», explican los vecinos, al igual que el parque que se encuentra en la superficie, convertido en una balsa.

Parque inundado en la superficie del aparcamiento subterráneo de los números 21, 23, 25 y 27 de la calle Francisco Tomás y Valiente. DM

La respuesta del Ayuntamiento

La red de alcantarillado no ha presentado incidencias en la zona, las bombas de la estación de Nueva Montaña y Santiago el Mayor han funcionado perfectamente y con holgura.

Como saben esa zona está afectada por la ría y al coincidir la pleamar con las lluvias, no ha habido capacidad suficiente para absorber esa gran capacidad de agua almacenada en la ría.

Tienen que tener en cuenta de que la afección de ese barrio depende de otras instituciones, con las que ya hemos estado en contacto.

Por nuestra parte y tras comprobar que los sistemas han funcionado de forma óptima, han acudido los bomberos y Protección Civil para ayudar a los vecinos y estamos trabajando en un dispositivo para intentar minimizar los posibles efectos de las lluvias previstas para esta noche.

Actualmente, ya el agua ha bajado mucho y se está reduciendo la inundación dado que la lluvia ha parado y hay bajamar.

Lo de la borrasca Ernest, simplemente, ha sido «la gota que ha colmado el vaso», tras años denunciando también el vertido de fecales a la ría y el mal funcionamiento de pluviales por un sistema mal hecho que compromete a administraciones distintas.

El vecindario ha pasado la noche en vela. En un restaurante han conseguido salvar el negocio achicando como han podido. Pero el agua ha ido avanzando sin cuartel entrando en todas partes y cubriendo coches casi hasta el techo, mientras las esclusas cerradas «nos hacían de presa». Ahora ya están abiertas, pero «el agua sigue entrando por unos lados y saliendo por otros». El parque «es una piscina», alertan, «hemos creado un embalse en este pueblo», comentan, mientras describen un paisaje de «vecinos limpiando y algún político por ahí». Pero no dejarán de sufrir estas inundaciones hasta que no se solucione el problema principal, que arrastran desde que se realizó la obra de saneamiento de la ría sufragada con fondos europeos. «Por mucha estación de bombeo que haya, no hace su función. Hasta que no abran la salida al mar, aquí nos ahogamos».

Los bomberos de Santander estuvieron en esta zona ayudando a achicar el agua de los bajos.

Han sido, en total, once dispositivos por inundaciones en la ciudad los que han llevado a cabo los bomberos de Santander en las últimas 24 horas.

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