El Grupo Alceda alerta del «futuro incierto» del Museo del Ferrocarril de Santander

Este colectivo valora cada año, mediante sus Reconocimientos, a aquellas iniciativas que sirven tanto para la protección como para la difusión del patrimonio y se convierten en modelos de buen hacer para el resto de la sociedad. Este año se ha querido agradecer a la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril «su generoso esfuerzo, sostenido en el tiempo».

El desarrollo del ferrocarril en la Comunidad -argumentan los promotores del premio- «fue un factor fundamental en el desarrollo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con la apertura del trazado Alar del Rey-Santander. A partir de entonces, surgieron otras líneas y el tren resultó decisivo para las explotaciones mineras, para la industria y los puertos».

ACAF nació en 1978 cuando un grupo de antiguos trabajadores, junto con aficionados y amantes del mundo del ferrocarril, decidieron preservar y compartir la memoria del ferrocarril en Cantabria para lo que empezaron a reunir y conservar un importante legado de maquinaria, vehículos, documentos, enseres o libros relacionados. Estos pasos fructificaron en su Museo del Ferrocarril, ubicado en unas naves en el espacio ferroviario de Santander.

A pesar de no reunir unas condiciones adecuadas al tamaño y número de piezas reunidas, este museo abre sus puertas de manera gratuita a cuantos ciudadanos que quieren conocer la historia del ferrocarril y de los tranvías de Santander. Allí acuden multitud de colegios e institutos, asociaciones y aficionados en general.

Pero la Asociación «lleva muchos años buscando una ubicación adecuada y definitiva para asentar este importante legado», relata la asociación que premia , ya que con los planes de reforma de la zona ferroviaria santanderina, el museo del ferrocarril tiene riesgo de desaparecer. «Su esperanza descansa en la posibilidad de ocupar la antigua Rotonda-Depósito de locomotoras ubicada en los actuales talleres de Cajo, una vez trasladados a su lugar alternativo. La respuesta institucional, hasta este momento, tanto del Ayuntamiento, Gobierno de Cantabria o ADIF, no ha sido alentadora», incide.

Por todas estas circunstancias, «a día de hoy el museo tiene un futuro incierto. La pérdida de este legado, recuperado con el generoso esfuerzo de los miembros de ACAF, supondría una destrucción irreparable del patrimonio histórico de nuestra región. El reconocimiento del Grupo Alceda a la Asociación ACAF quiere ser también un llamamiento para defender una parte esencial de nuestra memoria y busca que este rico patrimonio no se pierda».