Secciones
Servicios
Destacamos
El navío San Juan Nepomuceno fue uno de los más relevantes de la Armada Española del siglo XVIII. Con Cosme Damián Churruca como capitán, su trayectoria de 40 años encontró su fin en la batalla de Trafalgar, cuando tuvo que rendirse –fue el último en ... hacerlo– tras ser atacado por seis buques británicos a la vez y perder la vida de más de cien hombres. Entre ellos, el propio Churruca. Tras la derrota en 1805, el barco estuvo 13 años en Gibraltar en honor a la valentía del enemigo.
Aunque esta historia se desarrollase en la otra punta de España, lo cierto es que la trayectoria del San Juan Nepomuceno empezó aquí. Fue construido en el Astillero de Guarnizo junto a otros cinco navíos de línea de similares características. Ahora, una asociación de historiadores localizada en Madrid y que comparte nombre con el buque pide hacer una réplica a escala real y colocarlo en el dique de Gamazo. Su objetivo, como recogen en su página web, es convertir esta zona de Santander en uno de los ejes de cultura naval más importantes de todo el mundo.
La construcción de esta réplica es su gran proyecto, aunque tienen otros dos objetivos más factibles a corto plazo. Así, planean presentar a principios del año que viene una exposición online sobre este navío con la intención de dar a conocer su aportación a la Armada del siglo XVIII. El siguiente paso será llevar la exposición desde las redes a un lugar físico, y su intención es que se desarrolle en Santander. «Estamos trabajando en cuerpo y alma para poder albergarla allí, con novedosas piezas y enfoques», destacan en su sitio web.
La historia de San Juan Nepomuceno arranca en 1763, con el acuerdo firmado entre Carlos III y el bilbaíno Manuel de Zubiría para la construcción de seis navíos de línea y cuatro fragatas en el Astillero de Guarnizo. Sería una realidad dos años después. Durante sus cuatro décadas de servicio, el San Juan Nepomuceno participó en numerosos acontecimientos militares: escoltó los barcos de los jesuitas hasta los Estados Pontificios tras ser desterrados de España en 1767; apresó la fragata británica HMS London entre 1781 y 1783 y también participó en la guerra contra la Francia revolucionaria en 1793, cuando España e Inglaterra fueron aliados.
Fue en 1803 cuando Churruca, uno de los personajes más destacados de la Armada de la época, pasó a ser capitán del barco. Dos años después, el buque participó, junto con el resto de la flota hispano-francesa, en la batalla de Trafalgar. Como curiosidad, tras la victoria británica y mientras el barco estuvo en Gibraltar, fue obligatorio quitarse el sombrero al acceder a su interior como muestra de respeto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.