La Guardia Real toma Santander

La Guardia Real se ha hecho notar toda la semana en Cantabria. Ha recorrido Santoña, Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales... hasta recalar en Santander. La Sección de Movimientos Floreados y la unidad de Música desfilaron hoy, poco antes del mediodía, por el centro de la ciudad e hicieron una demostración de habilidades con el fusil en la plaza de Alfonso XIII, todo acompañado de la melodía de trompetas, trombones y clarinetes, entre otros instrumentos de este cuerpo cercano al Rey.

Vecinos y visitantes no quisieron perderse el espectáculo de la Guardia Real junto a la Catedral. El día acompañaba y muchos no dudaron en acudir en familia para disfrutar de la música y de las 'piruetas' de las armas, que dejaron con la boca abierta a más de uno. Algunos de los espectadores iban incluso ataviados con la bandera de España para la ocasión.

La exhibición de la mañana no duró mucho. Poco antes de las 12.00 horas (empezó a las 11.30), los músicos de la Guardia Real y la Sección de Movimientos Floreados terminaron su pasacalles y, de camino al autobús –que les esperaba en la calle Isabel II–, les pararon decenas de personas con ganas de fotografiarse con ellos, a lo que accedieron de buena gana. Justo después se celebró una misa en la iglesia de la Anunciación a la que acudieron mandos de la Guardia Real y la alcaldesa de Santander, Gema Igual. El acto estuvo presidido por el obispo Arturo Ros y también se realizó una ofrenda floral a la Virgen Bien Aparecida.

Pero las actividades de la Guardia Real no terminaron ahí. Por la tarde se trasladaron a la campa de la Magdalena para hacer un despliegue de sus capacidades físicas. Allí, rodeados también de miles de curiosos, mostraron de nuevo sus habilidades con el fusil y después pasaron al cuerpo a cuerpo. Como explicaron por megafonía, la compañía de los alabarderos son el anillo más cercano al Rey y está formado «por los 150 hombres y mujeres mejor preparados». Parte de este cuerpo practicó técnicas de desarme en la campa, cada vez más extremas, ante la atenta mirada de los allí reunidos, que no quisieron perderse el acto a pesar de que el cielo amenazada lluvia e incluso llegó a chispear.

La iniciativa se enmarca en el deseo de la Guardia Real, cuyos inicios se remontan al siglo XI, por divulgar su labor y su legado, conformado por siglos al servicio de la Casa de Su Majestad el Rey. Su misión consiste en proporcionar guardia militar, rendir honores y dar escoltas solemnes al Rey y a la Familia Real, así como a los jefes de Estado extranjeros cuando se ordene. Cuentan en la actualidad con 1.545 miembros, entre tropa y mandos, que provienen de los tres ejércitos y a los que se suman como activos 170 caballos y 50 perros.

La presencia de la Guardia Real en Santander terminará mañana con la jura de bandera, que tendrá lugar a las 12.00 horas en el Parque de Mesones. 300 personas ya acreditadas podrán besar la enseña en un acto que concentrará a todos los efectivos desplazados estos días a la región; incluidos los caballos y los perros.

La última jura de bandera que se celebró en Santander se remonta a mayo de 2022 y tuvo lugar en la plaza Porticada. Organizada por el Ejército de Tierra y el Ayuntamiento de Santander, 400 personas juraron entonces la enseña nacional rodeados de cerca de 2.000 personas.