Los habitantes más raros de Las Llamas

Cada año nuevas especies exóticas encuentran refugio en el humedal natural del parque, un referente ornitológico

María de las Cuevas

Santander

Domingo, 4 de abril 2021, 07:47

Encontrarse frente a un ejemplar de 'ampelis europeo', con su llamativo plumaje que incluye casi toda la paleta de color, es un hito ornitológico que puede hacerse realidad en el parque de Las Llamas. «Se trata de una de las rarezas exóticas, muy difícil de localizar, que fue observado en este humedal urbano de Santander hace unas semanas», destaca Felipe González, delegado en Cantabria de SEO Birdlife.

No solo es difícil de ver en Santander. En general, en toda España, porque habita en los bosques boreales del norte de Europa y América. Su avistamiento en Las Llamas ha sido un acontecimiento para los aficionados a la observación de pájaros. Hay que remontarse a 1966 para encontrar alguna citación de esta especie en el País Vasco y Asturias. Y, más próximo en el tiempo, a 2009 en Redilluera, León.

Hasta la fecha, el 'ampelis europeo' nunca había sido citado en Cantabria. Su largo vuelo, desde Suecia o Finlandia, al norte de España, suele estar relacionado con la falta de cosechas ya que se alimenta de bayas y otros frutos de serbales y enebros.

Cada vez más gente, prismáticos en mano, se pierde en Las Llamas «a la caza de estos tesoros ornitológicos y después comparten la imagen en foros de internet, provocando un efecto llamada hacia este humedal», continúa explicando González.

Desde que en 2006 se recuperó y se amplió este ecosistema híbrido entre acuático y terrestre en este parque urbano, la presencia de aves no ha dejado de aumentar, ya sean aves de paso, que descansan unos días antes de dar el salto a Gran Bretaña o África, o especies que nidifican y se reproducen en el humedal.

Avetorillo

Uno de los pájaros más vistosos y a la vez enigmáticos y poco conocidos de nuestros humedales. Es una minúscula garza de hábitos marcadamente crepusculares, que se instala en zonas de abundante vegetación palustre, en la que instala su nido y por la que se mueve con suma soltura y discreción a la captura de los pequeños vertebrados.

Ampelis europeo.

Habita los bosques boreales del norte de Europa y América. Rara vez se deja ver en España. En cambio, hace unas semanas fue localizado un ejemplar de esta especie en el humedal de Las Llamas. Su llamativo plumaje contiene casi toda la paleta de colores. Su avistamiento ha sido todo un acontecimiento para los aficionados.

Otra de estas «rarezas», difícil de detectar, es el 'falaropo picogrueso' que fue fotografiado en el humedal de Las Llamas durante uno de los temporales de este invierno buscando un refugio. Esta especie de vistosos colores rojizos (en el caso de las hembras)es propia de las frías costas del Ártico, donde se reproduce y tiene la característica de que es el macho el que se encarga de la incubación de los huevos y la crianza de los polluelos.

Dentro de pocas semanas se empezará a observar o, mejor dicho, escuchar el canto del 'carricero común', ave migratoria de pequeño tamaño y colores ocres uniformes que pasa los inviernos en África y que vuelve cada primavera al espacio santanderino a criar. Es discreta y especialista en pasar inadvertida por sus apenas 13 centímetros de longitud y su tono pajizo, parecido al color del carrizal.

Pero su canto rítmico y melódico, de estrofas breves que repite dos o tres veces, le delata y llega a los oídos de los visitantes de Las Llamas hasta el mes de octubre, cuando emprende su vuelo transahariano.

Agachadiza

Esta especie de cola muy larga y color pardo está presente en el parque en la época invernal. Es muy esquiva y discreta, con un color que le permite camuflarse con el carrizal. Una de las pocas especies de este grupo que crían en nuestro país, aunque lo hace de forma muy escasa y en unos pocos enclaves. Más numerosa durante la invernada.

Carricero

Pequeño pájaro insectívoro de tones ocres uniformes. Es una especie migratoria que pasa los inviernos en África y cada primavera vuelve al parque de Las Llamas para criar en el humedal. Tiene un canto agradable y se encuentra bien distribuido por las principales zonas húmedas del litoral y fluviales de la Península Ibérica y de Baleares.

Adentrarse en el humedal santanderino con la paciencia y dedicación adecuadas podría tener como resultado el avistamiento del 'panurus biarmicus', conocido como el 'bigotudo'por la mancha negruzca que cubre el plumaje desde los ojos hasta el pico en los machos cuando alcanzan la edad adulta. Su vulnerabilidad frente a los depredadores, sobre todo las ratas, se ve compensada con un elevado potencial reproductor, que los lleva a realizar hasta cuatro puestas a lo largo del año. Es pequeño (12,5 centímetros) y con una cola larga que abarca más de la mitad de su longitud. De plumas blancas con destellos dorados.

Un paseo cruzando las pasarelas que permiten acceder al acuífero da mucho de sí. Según los datos de SEO Birdlife, en un recorrido de una hora se pueden avistar 20 especies. Si la visita se hace con los ojos bien abiertos, se puede llega a ver la 'agachadiza chica', que tiene mérito porque es de las aves más esquivas y se suele esconder entre la maleza, aunque solo estará presente en el humedal hasta finales de abril. Mide entre 17 y 19 centímetros de longitud, pero de envergadura puede llegar a los 40 centímetros.

Otra especie que habita el humedal es el 'avetoro', también difíciles de ver, pero no tanto de escucharr. Su canto primaveral que emite durante las noches se puede hacer escuchar a varios kilómetros de distancia. Es la garza más escasa, esquiva y discreta, cuyo plumaje pardo se camufla perfectamente con la vegetación.