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El cadáver de un hombre «de unos 20 años», según confirma la Policía Nacional, apareció ayer en la entrada de la zapatería Dulccinea, en la calle Isabel II de Santander, a pocos metros del Ayuntamiento de la ciudad. La Policía Local dio el aviso a ... la Policía Nacional a las ocho de la mañana tras confirmar que la persona fallecida estaba durmiendo en la calle y que no presentaba signos de violencia.
Lo confirmaron fuentes policiales y del centro de salud situado en dicha calle, algunos de cuyos profesionales acudieron al lugar para realizar maniobras de reanimación al fallecido. Se trata, por tanto, de una muerte en la que «no hay indicios de criminalidad», confirmaron los agentes.
Esta persona pertenece a un grupo de «siete indigentes que duermen allí todos los días», explicó a la agencia Europa Press una portavoz del centro de salud de Isabel II, situado frente al comercio donde sucedieron los hechos.
De hecho fue otra de estas personas que duermen en la calle la que avisó, a primera hora de la mañana, de que este chico no se había despertado, lo que le parecía extraño. Entonces se dio el aviso a la Policía Local, que al percatarse de que se trataba de un cadáver se puso en contacto con la Policía Nacional.
Por el momento, se desconocen las causas de la muerte, por lo que el cadáver ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia. En un primer examen, la Policía Judicial confirmó que el cuerpo no presentaba signos de violencia. Lo hizo después de que un equipo de sanitarios del centro de salud de Isabel IItratara de reanimarle. «Podría ser un infarto», se rumoreaba entre los agentes en el lugar de los hechos.
En los últimos años, en la calle Isabel II, en los accesos a ese comercio y otros, es habitual encontrar personas sin hogar que pasan la noche. Suelen elegir estos espacios, a resguardo de las inclemencias meteorológicas. Las intensas lluvias caídas el lunes obligaron a este grupo de personas a resguardarse en estos soportales y comercios.
El Centro de Acogida Princesa Letizia da cobijo a muchos sin techo que buscan una cama. Aún así, ahora, especialmente en verano, suele haber más casos de indigentes durmiendo en las calles porque las condiciones del tiempo son menos agresivas. Los vecinos de la zona estaban consternados al conocer que el fallecido tenía apenas 20 años.
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