Hallan documentos municipales con información personal en la basura
El Ayuntamiento de Santander reconoce el error, afirma que los papeles estuvieron solo una hora junto a un contenedor y «lamenta lo sucedido»
Ver basura fuera de los contenedores no es especialmente llamativo en Santander. Pero es diferente si lo que uno se encuentra son cajas llenas de ... documentación municipal con miles de datos personales. Es lo que ocurrió el martes por la tarde en la calle Isabel II, junto al contenedor de papel y cartón –se desconoce si estaba lleno o si las cajas eran demasiado pesadas para introducirlas dentro– localizado frente al lateral del edificio del Ayuntamiento de Santander, al otro lado de la carretera, y a apenas 15 metros del otro inmueble municipal de la zona, en la intersección con la calle Paz. Ya en los folios superiores se podían leer nombres completos y DNI de vecinos de la ciudad y las páginas se podían contar por miles. Desde el Consistorio reconocen lo ocurrido, investigan qué ha podido pasar y aseguran que la documentación no estuvo en la calle más de una hora. También «lamenta lo sucedido».
Entre la información que podía leerse a simple vista, la mayoría estaba vinculada con el servicio de Parques y Jardines. Había correos electrónicos entre empresas y personal municipal y notificaciones a vecinos, donde podía leerse de un vistazo los nombres completos, direcciones postales y números de los documentos de identidad. Eso, además de exponer la notificación en sí, centrada, en el caso más visible, en una tala que el vecino en cuestión tenía que llevar a cabo en su finca. Y aunque parezca que para saber tanto del caso era necesario revolver en las cajas, lo cierto es que no era necesario ni tocar ni dar la vuelta a la página para tener acceso a toda esa información personal. Según el Ayuntamiento, las cajas estuvieron solo una hora en la calle; según el PRC, quien ha afeado al equipo de gobierno lo ocurrido, han estado ocho horas a la intemperie.
¿Y qué pasa ahora? Como explican fuentes municipales, se han solicitado informes a los servicios implicados para tratar de averiguar lo que ha sucedido. «Estamos a la espera de conocer la naturaleza y contenido de los mismos», apuntan. Mientras tanto, los documentos están custodiados por la Policía Local. «Se ha constatado, con la información obtenida hasta este momento, que los documentos permanecieron junto al contenedor por un periodo de tiempo máximo de una hora», subrayan. Además, insisten en que el Ayuntamiento «lamenta lo sucedido».
El regionalista Felipe Piña avanza que pedirá explicaciones en el próximo pleno, que se celebrará la semana que viene, y lamenta que haya «de nuevo datos personales de administrados y funcionarios a merced de su suerte». «Esto ya no es pura dejadez, se trata de un asunto grave en el que la protección de datos brilla por su ausencia».
Desde CSIF, uno de los sindicatos presentes en el Ayuntamiento santanderino, recuerdan que como recogen la Ley de Protección de Datos y el Reglamento General de Protección de Datos, los documentos que recibe y genera una empresa o Administracion tienen un ciclo de vida «que finaliza cuando estos documentos ya no son útiles o cuando ya no es necesario seguir guardándolos, momento en el que se debe proceder a su destrucción». «Sin embargo, cuando esos documentos contienen datos personales, esta destrucción debe hacerse de acuerdo a la normativa de protección de datos, para garantizar que esa información no queda expuesta a terceros». Una garantía de que no se ha llevado a cabo.
Como explican desde CSIF, varios miembros del sindicato se personaron en la zona denunciada y comprobaron «con sorpresa» la veracidad de la información y que allí había miles de documentos plagados de datos personales, entre los que había información de los propios delegados de CSIF en el Ayuntamiento, que barajan denunciar lo ocurrido a la Agencia Española de Protección de Datos.
Un caso similar en 2021
No es la primera vez que aparecen documentos con información personal junto a un contenedor de Santander. Un hecho similar se produjo en abril de 2021; en aquella ocasión, en la calle Ataúlfo Argenta, cerca de la sede de la Agencia Cántabra de la Administración Tributaria, ACAT. Entonces, aparecieron cientos de sobres con notificaciones de la ACAT con los nombres, apellidos y dirección de los destinatarios dentro de cajas y bolsas de basura que permanecieron horas en la calle.
Desde la entidad calificaron de «intolerable» lo ocurrido y señalaron a la empresa especializada que se encargaba entonces de gestionar este tipo de residuos, contra la que dejaron claro que tomarían medidas ya que esos papeles tirados en la vía pública suponían un «grave incumplimiento» del contrato de la empresa, que debía tratar por medio de canales especiales, no como el resto de papeles y cartón, estos documentos que contienen datos sensibles y confidenciales entre la Administración y los ciudadanos. De hecho, prescindieron de la empresa y, mientras contrataban a otra, se encargaron internamente de este tipo de papeles.
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