![La histórica orquesta de la ciudad](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/02/09/80682829-kDFB--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Aunque banda sea su nombre original, esta orquesta se libera de connotaciones peyorativas cuando suena. Surgida de la sensibilidad musical de los santanderinos y de la necesidad de que sus fiestas y eventos importantes tuvieran un digno acompañamiento, su creación se decidió en una sesión plenaria celebrada el 20 de octubre de 1881, siendo alcalde de la ciudad Lino Villa Ceballos.
Ya existía una escuela de música municipal, así que dar salida a sus alumnos también constituía el objetivo de su director, Inocencio Haedo, padre del famoso genio de la música coral que paseó el nombre de Zamora por España. Pero en los primeros años no tuvo apoyo económico y sus actuaciones eran precarias hasta que, en 1887, aprovechando los recursos de la banda de música de la Casa de la Caridad, la orquesta comenzó a tenerse en cuenta.
En un principio sólo se estableció la plaza de director como músico profesional, lo que impedía prolongar los ensayos y atesorar la calidad deseada de las interpretaciones musicales. Pero Inocencio Haedo elaboró el primer reglamento y consiguió que el ayuntamiento se comprometiera con los 52 músicos que al principio integraban la orquesta para gratificar su dedicación. Fueron cantidades económicas que variaban en función de los instrumentistas y las épocas del año en las que más abundaban las actuaciones. Fue un paso importante para que la banda municipal comenzara a revitalizar la vida musical de Santander, implicándose en muchas actividades y colaborando en numerosos acontecimientos. Componía obras e interpretaba melodías de canciones populares montañesas. Además, impulsaba la creación de coros y otras orquestas, organizaba certámenes y participaba en concursos de carácter regional o nacional. Aunque en la ciudad había otras bandas, como las militares de los regimientos Bailén y Valencia, la municipal era la única que mantenía su actividad durante todo el año en diferentes espacios urbanos.
A Inocencio Haedo le sustituyó en la dirección de la banda municipal Antonio Santamaría, natural de Burgos que consiguió la plaza en propiedad al ganar unas oposiciones en 1892. Santamaría es autor de 'La Tierruca', una de las piezas más interpretadas de la época y dimitió en 1894. Otro director destacado del siglo XIX fue Carlos Pintado (1895-1897), batuta bajo la cual la banda municipal obtuvo el segundo premio en un certamen internacional de bandas celebrado en Bilbao.
La llegada del siglo XX supuso abrir una de las etapas más importante de la orquesta gracias al apoyo económico del municipio santanderino. La elección de director de la banda, tal y como estaba reglamentado, se llevaba a cabo por oposición, exceptuando el caso de Ramón Sáez de Adana (1921-1951) que fue designado a través de una comisión nombrada por el Ayuntamiento. Sáez de Adana, además de crear la Coral de Santander y la Escuela de Música en la que se enseñaban solfeo y algunos instrumentos a los componentes de dicha coral, creó en 1933 el primer conservatorio de la ciudad, el 'Jesús de Monasterio', que sería reconocido como centro oficial por la dirección de Bellas Artes y el Ministerio de Instrucción Pública.
Otro impulso a la enseñanza de la música se realizaría en tiempos en los que Manuel López Fernández fue director de la banda municipal (1979-2003), ya que a partir de 1980 sería el promotor de los conciertos pedagógicos y en 1982 del conservatorio municipal 'Ataúlfo Argenta', cuyo objetivo era que los estudios musicales que se impartían en la Academia de Música de la Banda Municipal fueran oficiales.
Con la llegada de Vicente Fernández García (2007-2012) la agrupación tomó un nuevo impulso participando en actos de gran relevancia e instaurando en la programación anual el ciclo de primavera en la plaza Porticada. También puso en marcha el concurso de marchas procesionales y fomentó los conciertos en residencias de ancianos.
El número de actuaciones de la banda municipal denota una importante y activa participación en la vida social, musical y cultural de Santander. En la actualidad basa su programación atendiendo a diversos tipos de actividades: los ciclos de invierno, primavera y verano, los conciertos extraordinarios, los conciertos didácticos para escolares y la participación en algunos actos de especial relevancia. Sus interpretaciones miran a los grandes clásicos, pero también a la música popular, pasodobles, pantomimas, fragmentos de zarzuelas, piezas de jazz y bandas sonoras de cine, entre otros géneros.
La banda forma parte de las raíces musicales de la ciudad. Su música suena en las procesiones de semana santa, en la semana grande, en la fiesta de los baños de ola, en la fiesta de la Virgen del Mar, en el encendido de las luces navideñas y en cualquier evento de interés que demande la solemnidad musical, como en su participación en el 150 aniversario del Puerto de Santander. También muestra su cara más solidaria con los conciertos benéficos y busca nuevas formas de presentar la música con recitales poéticos, como el celebrado en colaboración con la Sociedad Menéndez Pelayo.
Su adecuada sede en Escenario Santander, con salón de ensayos de 150 metros cuadrados y una altura bien acondicionada para la acústica, y el dinamismo y calidad que imprime a sus músicos su actual director, Vicent Pelechano Barberá, son garantía para que la histórica orquesta municipal continúe ambientando con dignidad la vida social de Santander.
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Ana del Castillo
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