La Horadada pasa a manos del Ayuntamiento por 15 años

El Estado cede el lugar para que el Ayuntamiento le dé utilidad pública y la cesión está exenta de canon, es decir, que la ocupación del dominio marítimo-terrestre no conllevará desembolso alguno para las arcas locales. Sin embargo, es imposible usar el inmueble en su situación actual, lo que significa que cualquier proyecto a desarrollar hará obligatoria una rehabilitación y el Ayuntamiento ya advirtió hace meses que no está dispuesto a recibir La Horadada en mal estado. Al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), en el seno del Consistorio consideran que «la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, como órgano competente, debería implicarse en su conservación» y así lo hicieron saber hace meses.

Gema Igual ha insistido hoy en esta idea. A preguntas de la prensa en un acto público ha informado de que ya ha pedido una reunión con la Demarcación de Costas del Ministerio para que «no nos dejen un edificio en ruinas y el Ayuntamiento no vuelva a pagar lo que Costas no hace y que además es su responsabilidad». Igual ha calificado la concesión de la Demarcación de Costas como «dejación de funciones», algo que hará ver a la Administración central para que «no sigan perjudicando a los santanderinos, al Ayuntamiento y a las arcas municipales».

Respecto a los posibles usos del edificio, la alcaldesa ha incidido en que La Horadada «es un edificio maravilloso que podría dar servicio para la playa. Ya ha sido sede de la Federación de Remo, de deportes de agua... Entonces puede tener muchos usos». Pero ha remarcado que «para cualquier federación o cualquier concesión el edificio debe estar en perfecto estado y no como ahora».

Tampoco Santander podrá usar el lugar como quiera, ya que seguirá sujeto a la Ley de Costas lo que significa que solo podrá destinarse a hostelería -un máximo de 300 metros cuadrados- o para uso y actividades de carácter deportivo -150 metros cuadrados-. Estas dos opciones, de hecho, fueron las preferidas de los grupos municipales cuando el asunto se trató en Pleno.

El giro de los acontecimientos es total, toda vez que Costas empezó el pasado mes de noviembre los trabajos previos para derribar el antiguo balneario, que solo se salvó de la piqueta porque la Administración central no solicitó la licencia de obra al municipio, por lo que el Ayuntamiento paralizó el derribo. Poco después, el Consistorio aprobó en pleno por unanimidad encargar un estudio de viabilidad para reconvertir el edificio. En la misma moción, se instó a la Demarcación de Costas a destinar a un proyecto de recuperación de La Horadada el dinero que había previsto para derribarla.