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dani martínez | maría causo
Domingo, 16 de julio 2017, 09:42
No eran ni las once de la mañana cuando los primeros fans se empizan a acercar a los Campos de Sport de El Sardinero. Seguidores de todo tipo. Hombres, mujeres, padres, madres, pequeños y alguno no tan pequeño. En su mayoría son ellas. Jóvenes. Chicas ... de entre 14 y 25 años. Más del 60% del público había llegado de fuera de Cantabria.
«¡Nos sabemos todas las canciones!», grita un grupo de cuatro chicas que vienen desde Bolonia (Italia). Es mediodía y ellas ya tienen su propia fiesta montada. Gritan. Cantan. Bailan. Precisamente ‘Bailando’ es la canción favorita de alguna de ellas.
Las puertas de El Sardinero abrieron sus puertas con media hora detraso para recibir a los 24.000 fans que, según la organización del concierto, iba a abarrotar los Campos de Sport para disfrutar del único concierto de Enrique Iglesias en Europa este verano. En los alrededores del estadio, cerca de 300 efectivos -de ellos 50 policías expertos en explosivos y con perros- velaban por la seguridad de los asistentes.
Todo elperímetro del campo del Racing fue vallado y los accesos por carretera estaban cerrados con bloques de hormigón de 2.500 kilos, para prevenir posibles atentados vehículos con vehículos pesados, tal y como ocurrió en el concierto de Ariana Grande en Manchester hace ahora casi dos meses.
Los taxistas trabajaron sin parar porque no solo les llamaban de los hoteles de la ciudad, sino también de las localidades limítrofes en las que se hospedaban fans de Iglesias llegados de todas partes de España y Europa, ya que este concierto es el único que Iglesias ofrecerá este verano en el continente europeo.
Un par de horas antes de la apertura de puertas, el artista apareció en El Sardinero para hacer la prueba de sonido del concierto. Ataviado con su inseparable gorra y la sudadera con la que llegó ayer a Santander, el artista realizó los últimos ensayos sobre el escenario sobre el que, a partir de las 22.30 horas, presentará un espectáculo nuevo dentro de su gira 'Sex and Love Tour' .
Nos encanta el nuevo embajador del #AñoJubilarLebaniego 👏👏👏
— Camino Lebaniego (@JubileoLeb) 15 de julio de 2017
¡ @enriqueiglesias ya tiene su pulsera! pic.twitter.com/Efwt05dRUF
Dentro del estadio había decenas de técnicos que ultiman los detalles para que todo salga perfecto, y también está allí el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Turismo, Francisco Martín, que esperaron a que terminara la prueba de sonido para hacerse una foto con el hijo de Julio Iglesias.
Desde las cuatro de la tarde, las taquillas permanecieron abiertas para los rezagados, que han podido adquirir los últimos tickets disponibles un poco más caros del precio que han manejado en las últimas semanas los canales de venta habituales de este tipo de espectáculos. Los precios de hoy ascienden a 45 euros en pista, y a 25 euros en asientos de visibilidad lateral reducida.
Un grupo de fans hizo cola en los Campos de Sport desde las cinco y media de la mañana de este sábado. Muchos habían llegado a Santander desde varias zonas de España, como Málaga, Pontevedra, Zaragoza... También de otras partes del mundo: Bélgica, Inglaterra, Italia, Portugal...
Pero todo está pensado para que la espera fuera más ligera. A las 16.00 horas se abrieron las puertas de la 'Fan Zone' instalada en las inmediaciones del estadio. También había un puesto de los 40 principales y una tienda de 'merchandising'.
Están prohibidos los palos selfie, objetos punzantes, botellas, latas, envases de cristal y otros objetos peligrosos ⚠️⚠️
— Gobierno Cantabria (@cantabriaes) 15 de julio de 2017
Uno de los técnicos de su equipo colgó en redes este post en el que se puede ver el montaje completo que habían preparado en el interior del estadio del Racing:
Con este concierto, Enrique Iglesias presentaba en Cantabria un espectáculo nuevo y una puesta en escena única para celebrar el Año Jubilar Lebaniego. Además es el único que el artista ofrezca en España dentro de su gira 'Sex and Love Tour' y también, el único que, de momento, está programado en Europa para este verano y otoño en el calendario de actuaciones anunciadas en la web oficial de Iglesias, quien en septiembre retomará su tour por distintas ciudades de Estados Unidos.
Ek viernes, Enrique Iglesias tuvo a media ciudad subiendo y bajando. Horas de retoques antes de una noche loca en El Sardinero. Que si acreditaciones, que si avisos de cortes de tráfico, que si aviones privados en el aeropuerto, que si súbeme la radio... Sí –siguiendo con el juego fácil de la letra de una canción de esas que no se caen de la boca–, hoy es el día para que Enrique Iglesias ponga a Santander bailando. Única cita en España, canciones de moda en medio planeta, invitados con glamour, quinientas personas trabajando en el montaje y habitaciones de hotel a precio de oro. Y todo, en pleno julio. En una ciudad en la que encaja eso de ‘si tú vas yo también me voy’ (que también es un juego de palabras para decir que gusta el ‘que te vean’), el evento del año.
Gracias a Pablo Rebolledo os mostramos el avión que ha traído a #Santander @cant_infinita a @enriqueiglesias en #SeveBallesterosSantander pic.twitter.com/7TCZZjqhYk
— Asociacion Parayas (@AParayas) 15 de julio de 2017
Antes del concierto –a las diez y media de la noche, para los despistados– las curiosidades. Iglesias llegó a última hora de anoche, el consejero de Turismo, Francisco Martín, acudió a recibir al artista al aeropuerto Seve Ballesteros a las 23.00 horas, y se alojó en el Hotel Real.
El cantante tiene reservada durante dos días la quinta planta entera del centenario hotel. Su equipo y familiares se hospedarán en las 14 habitaciones y dos suites con salón de la última planta del hotel. Él se aloja en la Suite Real, en el torreón, que tiene 120 metros cuadrados y está repartida en dos plantas. Toda el piso está blindado hasta el domingo por la mañana, cuando tienen previsto abandonar las dependencias. Además, se ha reforzado la seguridad en el exterior del hotel y en las inmediaciones para que no se cuelen los fans y los clientes puedan estar tranquilos.
Siguiendo con la curiosidad, Enrique cantará en un estadio que no se utiliza para dar un concierto desde hace más de dos décadas y cogerá el testigo, precisamente, de su padre, Julio. Porque sólo él y Juan Luis Guerra han actuado en el campo del Racing. Casi un coto cerrado para la familia Iglesias. Quizás por eso el interprete de ‘Bailando’ ha preparado un gran espectáculo para su regreso a España.
Los datos hablan por sí solos: 1.200.000 megavatios de iluminación, otros 400.000 para el sonido, 600 metros de pantalla LED, 250 personas en el montaje y otras tantas en la producción, 30 trailers, 200 agentes de seguridad privada y un equipo de 18 personas que viajan con él y que grabarán íntegramente el concierto.
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