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Esta semana se han producido nuevos movimientos en torno a la futura construcción del hotel Club de Regatas NH Collection, que se ubicará en el Palacio de Pombo. El lujoso alojamiento, de cinco estrellas, podría comenzar a tomar forma en 2020, con el ... inicio de unas obras que transformarán por completo las dos plantas superiores de este edificio emblemático de Santander, que data de 1854, y que su actual estado de deterioro obligó hace años a colocar unos andamios para proteger a los viandantes de posibles desprendimientos de piezas de la fachada.
En la actualidad, el proyecto de reforma -firmado a tres bandas por el Real Club de Regatas (propietario del inmueble desde 1899), un grupo inversor de Madrid cuyo nombre no ha trascendido y la cadena hotelera NH-, cuenta con la aprobación definitiva del Gobierno regional, a través de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu).
El siguiente paso será obtener la licencia de obra y licitar los trabajos, algo que podría producirse «de forma inminente», según anunció el vicepresidente del Club, Enrique Cañedo. «Esperamos que los Reyes Magos nos traigan el permiso del Ayuntamiento y poder iniciar las obras en 2020. Creemos que así será», confió Cañedo, que explicó que el proyecto «permitirá salvar un edificio emblemático» y dotar al Club de «una mejora sustancial de sus instalaciones», de lo que se beneficiarán los 500 socios que lo integran. Estas reformas se percibirán «a nivel de la hostelería y en el disfrute de los salones destinados a juegos sociales, permitirá impulsar el billar y juegos de cartas como la canasta o el bridge...».
Otro indicador de que el inicio de las obras está más cerca son la salida de negocios que han ocupado durante años los bajos comerciales del edificio. Ayer mismo, Novo Banco dejaba su oficina situada en esta manzana, coincidiendo con el cierre de otras siete oficinas en España. Por otro lado, el restaurante Catavinos también entregó las llaves del local, propiedad del Club, que no le ha renovado el alquiler. Y, próximamente, el estanco será traspasado a un bajo contiguo para liberar su actual emplazamiento.
Los tres locales que quedan vacíos formarán parte de la futura recepción del hotel. Según fuentes conocedoras del proyecto, «se quiere hacer una gran recepción al hotel, lujosa y amplia, con acceso por la calle Sanz de Sautuola». Por otro lado, la empresa concesionaria que explota el restaurante del Club abandonará «voluntariamente» este servicio a partir del 19 de enero. «Han sido muchos años de relación, siempre demostrando su profesionalidad y nos une una gran amistad», resaltó el vicepresidente del Club.
La larga tramitación para que las dos plantas superiores se conviertan en 50 habitaciones de hotel ha retrasado todo el proceso, al tratarse de un edificio que el Ayuntamiento quiere proteger al máximo. El Pleno municipal aprobó en 2016 una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 para hacer posible la reforma del inmueble, que tiene que mantener las fachadas y los elementos decorativos más importantes por su interés histórico.
Hace siete años, en 2012, se empezó a vislumbrar la posibilidad de reformar el Palacio de Pombo, levantado en 1854, donde habitó el Marqués de Casa Pombo, y que posteriormente fue adquirido por el Real Club de Regatas por valor de 625.000 pesetas.
En 2017 la cadena NH confirmó a El Diario que se encargará del hotel en el Club de Regatas, que quedará incluido dentro de la línea Collection, que asegura su alta calidad y lujo, con hoteles de similar categoría en trece capitales de Europa y Latinoamérica, a los que se sumará el nuevo establecimiento de Santander. Hoy en día, el edificio, con un superficie total de 2.000 metros cuadrados aprovechables, languidece por dentro y por fuera; está blindado con una protección especial por su consideración de edificio histórico, lo que ha llevado a una ralentización de los trámites.
Si se cumplen los planes hasta ahora establecidos, la obra de restauración del edificio se iniciará por las cubiertas y las torretas (lo más urgente). Después, las cuatro fachadas y todas las balconadas de hierro fundido, con barrotes de grandes dimensiones. Entre los elementos a restaurar en el Palacio de Pombo están los cuatro torreones en las esquinas del edificio, así como sus accesos, que se deben realizar con la misma forma y materiales; las carpinterías y cerrajerías y la parte histórica del portal a la Plaza de Pombo, y se debe mantener y restaurar la escalera principal desde este portal (la entrada al club), así como las dos escaleras simétricas que discurren por el interior del edificio. Se podrán instalar ascensores en los ojos de las mismas, pero respetando la balaustrada original. También serán restauradas las fachadas de los bajos comerciales.
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