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'Madera tecnológica'. Ese fue el término con el que el Ayuntamiento de Santander bautizó el material con el que se iba a levantar la ... Duna de Zaera, infraestructura estrella del Mundial de Vela que acogió la ciudad en 2014. «Es resistente a la humedad, a la climatología extrema, a la salinidad, a la arena, al tránsito denso y no se pudre», explicó en junio de 2013 el entonces concejal de Urbanismo, César Díaz. Solo tres años después de abrirse al público este paseo de diseño con un graderío escalonado frente a la bahía, que costó 2,5 millones de euros, desde el Ayuntamiento reconocieron que se habían acometido reparaciones en las tablas de madera sintética, además de otras actuaciones, «ajustando y colocando tablas nuevas y reparando puertas de registros de cuadros de luces». El deterioro de este espacio obligó al Ayuntamiento a clausurarlo la semana pasada, mientras se mantiene y por «precaución». Ahora, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, reconoce que esa madera «ha salido de mala calidad» y que se está valorando la posibilidad de acometer una actuación «integral».
Aunque no es la primera vez que el Ayuntamiento utiliza este material. De hecho, hace diez años, también se instaló en las pasarelas de Las Llamas, para reemplazar la madera deteriorada original. Actualmente, este circuito de pasarelas está vallado y cerrado al público desde hace meses y en teoría, se renovará este año. Ayer, Igual recordó que la madera se utilizó en la terraza del Hotel Sardinero o en las del Casino, y en algunos casos ha habido que retirarlo. «No ha tenido un resultado óptimo», añadió. A su juicio, en el caso de la Duna, también ha influido el efecto de las inclemencias del tiempo y «el mal uso también». «Es un compendio de todo». Aunque hay que recordar que antes de que se inaugurara, desde el Ayuntamiento dijeron que era resistente a la climatología «extrema».
Actualmente, los técnicos del Ayuntamiento están valorando los desperfectos y harán un informe que presentarán al Puerto de Santander, propietario de la Duna –obra del arquitecto Alejandro Zaera–, y al Centro Especializado de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe (CEAR), como concesionario, para determinar junto al Consistorio si es preciso un arreglo «más integral».
Así se ha acordado tras iniciar esas labores previstas de mantenimiento, en las que los técnicos comprobaron que al menos hay una zona que está «bastante deteriorada» y que «no solo es necesario» cambiar las tablas del suelo, sino que los rastreles de la zona inferior también están «perjudicados». Por ello, se analizará si se trata de una «pequeña zona» y basta con hacer unos arreglos o si la superficie afectada es mayor y es precisa una actuación más amplia. Una vez tenga el informe de valoración, el equipo de gobierno del PP se lo presentará al Puerto y al CEAR para decidir qué hacer. «No somos autónomos (el Ayuntamiento) porque la Duna no es nuestra», añadió la alcaldesa. Por ello, y dado que por ahora no se sabe el alcance del proyecto previsto, también se desconoce el tiempo que la Duna tendrá que permanecer cerrada. Esto, teniendo en cuenta que las vacaciones de Semana Santa, fecha en la que llegan muchos turistas a la ciudad, son en algo más de un mes.
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