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Roberto Ruiz
La «ilusión» de abrir un negocio a pesar de la crisis

La «ilusión» de abrir un negocio a pesar de la crisis

Frente a las decenas de cierres que muestran la complicada situación del comercio, también hay quien se lanza a poner en marcha su propio establecimiento

Laura Fonquernie

Santander

Sábado, 11 de marzo 2023

Son decisiones pensadas. Ideas que desde hace tiempo revolotean y ocupan algún que otro pensamiento. «Para que ocurra, primero hay que darle vueltas». Además, es un paso que requiere una inversión económica importante y hay que tenerlo claro. Aunque, a la par, también hace falta un poco de «intuición», reconoce Chema Alonso, propietario de Quesoba Cheese Bar. Un negocio nuevo ubicado en el Mercado del Este de Santander que abrió sus puertas el pasado 14 de diciembre. El propietario de la tienda cuenta su experiencia con ilusión a pesar de saber que el contexto cuando decidió ponerse en marcha –y el actual– era complicado. La inflación a la que hacen frente las familias con las subidas en el precio de la luz y el gas, las hipotecas o el encarecimiento de la cesta de la compra son factores que tienen impacto directo en el ritmo de consumo. No obstante, dice, «también hay que tener mentalidad empresarial, y eso es riesgo». Es decir, asumir que el abanico de escenarios posibles es muy amplio y no todos son positivos. Es más, para Alonso este punto es clave: «Si no eres capaz de asumir un riesgo, no puedes montarlo», valora. Así, con ese conjunto de ideas en la cabeza, «lo vi claro y me lancé». No ha sido un salto sin pensar. Más bien al contrario.

En este caso, a su favor jugaba su experiencia profesional, porque ya tuvo abierto un puesto de quesos en el Mercado de San Miguel de Madrid: «Ahí me inspiré», admite. Vio que podría funcionar el formato de vender quesos en un comercio especializado en dicho producto y, a la par, tener un bar en el que poder degustarlos. Por eso hace apenas tres meses abrió la tienda a la que llevaba tiempo dándole vueltas: «Quería abrir en Santander».

¿Y por qué este establecimiento? El comerciante tiene una fábrica de queso artesanal enSoba y quería un punto de venta para acercar su producto a la población y completar así la última fase del proceso de producción. Y «qué mejor sitio» que la capital cántabra, reconoce. Para él es, también, la forma de dar un «valor añadido al producto» porque puede explicar su proceso de fabricación al completo.

  1. Mercado del Este Alimentación

    Quesoba Cheese-Bar

Roberto Ruiz

Chema Alonso abrió Quesoba Cheese Bar el pasado 14 de diciembre, en el Mercado del Este de Santander. Una idea que «llevaba tiempo pensando». Para él se trata de un punto donde vender los quesos que él mismo produce en Soba –además de otros nacionales– y ofrecer también un espacio en el que degustarlos.

  1. Calle Lealtad, 22 Perfumería

    Aromas Artesanales Santander

En noviembre del año pasado Guido Romani puso en marcha Aromas Artesanales Santander, una tienda ubicada en la calle Lealtad. Se trata de una franquicia que vende fragancias con las «mismas notas» que la alta perfumería y se animó a abrir como forma de reinventarse. Por ahora, está «contento».

  1. Distinguirse

Distinguirse es, precisamente, uno de los aspectos a tener cuenta a la hora de abrir un comercio. «También es importante una buena ubicación», resume Gonzalo Cayón, secretario general de la Federación del Comercio de Cantabria (Coercán), que celebra que haya quien todavía apueste por el sector y vea «una oportunidad»en el comercio. «Con ciertas herramientas se pueden conseguir los objetivos», anima Cayón. Aunque la situación es delicada. Lo muestran los datos. A lo largo de 2022, en Cantabria se cerraron 224 negocios del pequeño comercio y la previsión es que durante este año bajen la persiana otros 300. Eso según los datos aportados por la Unión de Trabajadores Autónomos de Cantabria (UTAC).

Para Chema Alonso estos primeros meses han sido buenos. Echó a andar en diciembre, «buena época» y una fecha muy pensada. Otro factor igual de importante. Subir la persiana cuando la gente está pensando qué poner en la mesa durante las celebraciones navideñas y en plena búsqueda de regalos, más generosos que en otros meses. «Estoy contento», resume. Y con la confianza de que el negocio seguirá por buen camino.

Los «aventureros»

Que la situación del comercio es delicada no es ningún secreto. Al cierre de 2022 las asociaciones que representan al sector reconocieron que las cifras eran «alarmantes» así que arrancaron 2023 con un único deseo: sobrevivir. Por eso ver persianas que suben y no lo contrario es una muy buena noticia. Aperturas que Agustín Ordejón, gerente de la Asociación de Comerciantes, del Casco Viejo de Santander, celebra. Sobre todo que haya «gente aventurera» que se tire a la piscina y abra un comercio. Y por eso les da las «gracias» y les anima consciente de que empiezan «una etapa que no es fácil». Sobre la situación del pequeño comercio en la capital cántabra, expresa que «sigue siendo esperanzadora». El sector confía en que la situación «sobre la economía se calme y que la gente sienta tranquilidad». Porque la incertidumbre impide que los clientes se animen a gastar, sin pensar en el futuro. Aunque, cada vez más, los compradores han aparcado «el ahorro» y «consumen al día». Una dinámica que beneficia a la hostelería, valora Ordejón.

Las claves

  • Oportunidad La decisión de abrir está «pensada» y «estudiada», pero también implica asumir «un riesgo»

  • Dinamización Las asociaciones del sector celebran que haya gente que anime el comercio con nuevos negocios

  • A tener en cuenta Es importante una «buena ubicación», conocer «la edad de los potenciales clientes» y «diferenciarse»

De cara a una apertura coincide con Cayón en lo fundamental de buscar una buena localización como, por ejemplo, el Mercado del Este en el caso de Santander. «El 90% del turismo que recibimos busca un casco viejo histórico o la zona monumental de la ciudad. Y es clave estar en la zona por donde va a pasar gente», explica.

En la capital cántabra hay calles comerciales en las que se suceden los locales cerrados y elegir esos puntos haría más complicado darse a conocer. «Hay que tener en cuenta el dónde, un lugar estratégico», añade Guido Romani, al frente de Aromas Artesanales Santander, un establecimiento que vende fragancias con «las mismas notas que la alta perfumería» y que abrió sus puertas el pasado 24 de noviembre en la calle Lealtad. Él también define la decisión que tomó como «lanzarse» un poco a la aventura y, sobre todo, «sabiendo cómo está la situación hoy en día». Pero no se dejó amedrentar. Eso sí, confiando en que «va a funcionar». De otra forma no tendría sentido.

Si no es ahora, ¿cuándo?

A pesar de ser de Valladolid prefirió apostar por Santander. Conocía la ciudad después de haber pasado muchos años trabajando como director en una empresa de seguridad. Así que, en su caso, el cambio de sector es total. Con este salto, resume, «me he reinventado», aunque lo afrontó con «mucho miedo», admite. Sobre todo al ver los numerosos locales cerrados que se suceden en algunas calles de Santander y la preocupación por la situación del sector. Pero pensó: «Me la tengo que jugar». ¿Y si no funciona? «Entonces ya veremos», responde. Y antes de confirmar la inversión se hizo otra pregunta: «Si no lo hago ahora, ¿cuándo?».

No obstante, aunque lo parezca, la decisión final no fue fruto de un impulso, también fue estudiada. Abrió una franquicia que conocía y que ha visto como «funciona bien» en otras provincias. Aunque al principio todo «cuesta» porque necesita tiempo para darse a conocer y atraer clientela, está «contento» con la aceptación que está teniendo su negocio y confía en «seguir creciendo» en compañía de sus perfumes.

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