Los 33 ilustres de Santander

El 23 de abril de 2021 la ciudad estrenó la ruta de 'Ilustres de Santander', un recorrido enfocado en realzar a las grandes personalidades que dejaron «su impronta» en la capital cántabra. El Ayuntamiento comenzó este proyecto con la placa ubicada en la calle Hernán Cortés, en el Edificio Macho, lugar en el que se encontraba la casa en la que falleció el escritor cántabro José María de Pereda. Después le siguió Augusto González Linares, Luis Quintanilla Isasi, Marcelino Sanz de Sautuola... Hasta Alonso González, 'El Buzo', Buzo Mayor del Cantábrico, último ilustre reconocido –el número 27–. Se trata de un proyecto «vivo» en el que progresivamente se van añadiendo personajes».

El escritor cántabro José María de Pereda y Sánchez Porrúa (1833-1906) fue el primer Ilustre de Santander. Su placa se colocó en el Edificio Macho, sede de la Consejería de Economía y Hacienda, donde se encontraba la casa en la que falleció. Entre sus obras más conocidas destaca 'Sotileza', en la que retrata la forma de vida de los pescadores, 'Peñas arriba', que se centra en los habitantes montañeses y 'De tal palo tal astilla', entre otras.

Augusto González de Linares (1845-1904) nació en el Valle de Cabuérniga y fue uno de los científicos naturalistas más destacados del siglo XIX.Entre sus hitos destaca la disección que hizo de una ballena, demostrando que Pierre-Joseph van Beneden, paleontólogo belga, se había equivocado en detalles anatómicos. Falleció en 1904 en la casa que se encontraba el actual edificio número 20 del Paseo de General Dávila, donde se ubica la placa en su honor.

Luis Quintanilla Isasi (1893-1978) fue un artista santanderino que trabajó diferentes géneros plásticos. Una de sus obras más destacadas, el ciclo de frescos 'Ama la paz, odia la guerra' fue encargado por el gobierno de la República para representar a España en la Exposición Universal de 1939. El conjunto se conoce como 'Los otros Guernicas' y desde 2007​ se exhibe en el patio de Paraninfo de la Universidad de Cantabria, donde está ubicada su placa.

Marcelino Sanz de Sautuola y Pedrueca (1831-1888) fue un naturalista y prehistoriador santanderino. La casa de la calle Pedrueca 1, lugar donde nació, vivió y murió el descubridor de las Cuevas de Altamira, fue el lugar elegido para colocar la cuarta placa de la ruta de Ilustres. A pesar de la importancia de su hallazgo, el reconocimiento de su labor no se produjo hasta años después de su muerte.

Poeta santanderino por excelencia. Gerardo Diego (1896-1987) fue un poeta, profesor y escritor perteneciente a la llamada generación del 27. En 1918 publicó su primera obra, 'La caja del abuelo', en El Diario Montañés. Diego obtuvo el Premio Nacional de Poesía, la Medalla de Oro al Trabajo y el Premio Cervantes. La placa que le homenajea se encuentra en la calle Calvo Sotelo 8, lugar en el que estaba la casa familiar en la que Diego nació.

José Hierro (1922- 2002) nació en Madrid pero cuando tenía dos años su familia se trasladó a Santander. Fue uno de los poetas más relevantes del siglo XX en España. Pasó su infancia en la capital cántabra y siempre estuvo vinculado a la región, que lo nombró hijo adoptivo en 1982. Fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes. Su placa luce en la fachada del número 20 de la Calle Cádiz, lugar en el que vivió el poeta.

María Gutiérrez Cueto (1881-1932), conocida como María Blanchard, fue una de las mayores representantes del cubismo. La artista estudió en la Academia Vitti en París, ciudad en la que conoce y trabaja con Pablo Picasso, Diego Rivera, Juan Gris etc., quienes influyeron a que se iniciara por ese movimiento artístico. El número 32 de la calle Santa Lucía, donde se encuentra su placa, fue el edificio en el que nació la artista.

Leonora Carrington (1917-2011) fue una pintora surrealista. Se consideró que era una mujer enferma porque no encajaba con el rol establecido para las mujeres de la época. Esa traumática experiencia quedó reflejada en su obra y en su libro 'Memorias de Abajo', un relato sobre su reclusión. Su placa está ubicada en el Parque del Doctor Morales, antiguo sanatorio psiquiátrico en el que estuvo ingresada entre 1940 y 1943.

Sixto de Córdova y Oña (1869-1956) fue un párroco santanderino que investigó y recuperó buena parte de lo que hoy se conoce como folclore cántabro. Comenzó su formación religiosa a los 12 años, en el Seminario de Monte Corbán, oficiando su primera misa con solo 14 años. Su trabajo de recopilación de canciones por los pueblos le valió el Premio Folklore del Ateneo de Santander. Su placa se encuentra en la calle Daoíz y Velarde 13, donde vivió.

Ataúlfo Argenta (1913-1958) nació en Castro Urdiales. Argenta estudió piano en el Conservatorio de Madrid y en Bruselas. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial ganó una beca en el Conservatorio de Kassel, pero, al estallar la contienda, regresó a España, donde obtuvo una plaza de pianista en la Orquesta Nacional. En su honor, se ha ubicado la placa en el inicio de la calle que lleva su nombre.

Sor Ramona Antonia Ormazábal (1849-1920) nació en Tolosa (Guipúzcoa). Con diecinueve años ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, tras haber pasado un período de formación en el Real Noviciado de Madrid. Fue destinada al Hospital de San Rafael de Santander (sede actual del Parlamento de Cantabria), donde está su placa y desarrolló toda su vida como Hija de la Caridad.

Las vidas de Manuel Arce y Teresa Santamatilde siempre han estado ligadas a las letras y al arte, tanto que antes de casarse, el 8 de julio de 1952, inauguraron la Galería Sur, en la calle San José 20, donde se encuentra la placa en su honor. Fue la primera galería de arte privada de la ciudad. Ambos trabajaron por posicionar la capital cántabra como una ciudad cultural.

La placa de Mario Camus, (1935-2021) director de películas como 'Los santos inocentes', o 'La colmena', se encuentra en la calle Cisneros 38, donde nació. Camus recibió el Premio Nacional de Cinematografía, concedido por el Ministerio de Cultura, dos Goyas de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas y el Premio Honorífico en la Gala de las Letras de la Ciudad de Santander. En 2011, recibió el Goya de Honor de la Academia del Cine Español.

Concepción Rodríguez-Espina y García-Tagle, más conocida como Concha Espina (1869 – 1955), fue una escritora santanderina, autora de novelas —varias de ellas adaptadas al cine— como 'La niña de Luzmela', 'La esfinge maragata' y 'Altar mayor.' Fue finalista del Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones y recibió la Medalla al Trabajo en 1950. Concha Espina nació en el número 14 de la calle Méndez Núñez, lugar en el que se encuentra su placa.

La escritora, investigadora y poeta, Aurora Matilde Gómez Camus, conocida como Matilde Camus (1919-2012) fue una de las escritoras más reconocidas de la región. Camus nació en la Cuesta de la Atalaya de Santander, donde se colocó la placa como Ilustre de la ciudad. Fue presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo de Santander y obtuvo numerosos premios literarios, entre ellos el Primer Premio de Poesía Amigos del Arte.

Ángel de la Hoz (1922- 2019) fue uno de los fotógrafos profesionales más destacados de Santander, no solo por la labor que desarrolló durante 30 años en su estudio profesional de la calle Calvo Sotelo, especializado en el retrato, también por sus trabajos para edición de libros, carteles y fotografía industrial. Estuvo muy vinculado a la actividad cultural y artística de la región. En su honor, se colocó una placa en la calle Hernán Cortes 59, donde vivió.

Amós de Escalante y Prieto (1831-1902) destacó por su amplia dedicación a la literatura como colaborador en la prensa, poeta, crítico, novelista y traductor. Además, fue nombrado académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia Española, individuo de la Comisión de Monumentos de Santander y distinguido con la Orden de Carlos III. Su placa homenaje se colocó en la casa en la que nació.

José Francisco Alonso Rodríguez (1941-1995) fue uno de los pianistas españoles más relevantes, especializado en la música española, la obra de Schubert y las sonatas de Mozart y Beethoven. Inició sus estudios musicales en Santander, pero los completó en Roma, París y Viena, con profesores como Silvestri, Tagliafierro, Wührer y Kempff. Por su carácter internacional, se colocó una placa en la casa en la que nació y vivió.

Marcial Solana González-Camino (1880-1958) dedicó parte de su vida a la investigación y al estudio. Fue académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Naturales y Políticas y presidente del Centro de Estudios Montañeses. También perteneció a la Sociedad Menéndez Pelayo, entre otras organizaciones. Nació en el edificio número 4 de la Plaza de Pombo, lugar en el que está su placa.

Enrique Diego-Madrazo y Azcona (1850-1942), conocido como el doctor Madrazo, fue un destacado cirujano que se incluye dentro del regeneracionismo español por sus inquietudes como médico y pedagogo.La placa que homenajea su figura se encuentra en el número 51 de la calle Santa Lucía, lugar donde se ubicó el Sanatorio del Doctor Madrazo desde 1896 hasta 1982, que fundó él mismo, dejando gran legado científico.

Atilano Rodríguez (1843-1895) fue uno de los arquitectos cántabros cuyo trabajo fue decisivo para la configuración urbana de Santander y al que la ciudad debe gran parte de su actual fisonomía.Vivió en Santander, donde prácticamente desarrolló toda su actividad profesional. Entre sus obras más emblemáticas está el Club de Regatas. En uno de los edificios que él mismo diseñó, y en el que vivió y falleció, en Gómez Oreña 15, está su placa.

Enrique Fernández Criach (1930-2012) nació en Santander, en un edificio ubicado en la calle Florida 13, donde se colocó la placa en su honor. El pintor y escultor cántabro, formado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue galardonado con el Premio de Hombre del Año en 1982 y sus obras fueron representadas en numerosos Círculos de Bellas Artes de toda España. El Museo de Arte Moderno de Santander y Cantabria guarda seis de sus obras.

Vital Alsar Ramírez (1933-2020), el navegante por la paz, fue homenajeado el pasado septiembre con una placa de Ilustre. En concreto, en el Colegio La Salle, donde el capitán cursó sus estudios. El marino es uno de los santanderinos contemporáneos más queridos que dejó un gran legado como navegante, como aventurero y divulgador de la historia de la navegación. Falleció hace tres años en Acapulco, México, donde residía.

Policarpo Jesús Revaque Garea, más conocido como Jesús Revaque (1896-1983) dedicó prácticamente toda su vida a enseñar. Fue el primer director del Colegio Menéndez Pelayo que ahora le recuerda con una placa con su nombre en la fachada. Revaque tenía una gran inquietud intelectual y destaca también su labor de divulgador. Su obra fue conocida en toda Europa y fue reconocida por la Sociedad de Naciones en varias ocasiones.

Rafael González Echegaray (1923-1985) fue un historiador, marino y abogado santanderino que vivió en el número 4 del Paseo Pereda, donde se encuentra su placa. Como especialista en Derecho Marítimo, González Echegaray destacó porque dirigió la que, en su época, fue la primera naviera de España, la Compañía Trasatlántica.

Alonso González, 'El Buzo' (1920-1994) es el último ilustre reconocido en el Centro de Formación Náutico-Pesquera en reconocimiento a toda una vida profesional dedicada al buceo y su participación en múltiples rescates de barcos hundidos como el hallazgo histórico del acorazado 'España', hundido durante la Guerra Civil, y encontrado al norte de cabo Galizano, después de una búsqueda de 40 años.

Nació en1815 en el municipio palentino de Villada. A los 16 años se trasladó a Santander, para comercializar el trigo y la harina que su familia producía en Tierra de Campos. Una década después combina los negocios harineros con la construcción de buques de vela destinados al comercio ultramarino. En 1857 aparece el primero en la relación de socios fundadores del Banco de Santander. En la refundación y ampliación de capital del Banco, en 1875, tuvo un papel relevante junto con sus hijos. Hacia 1870 figura entre los principales fabricantes de harinas de Castilla. Fue propietario de tierras y palacios en Valladolid y Palencia. Juan Pombo revolucionó la urbanización de la actual zona céntrica de Santander. Trazó con grandes construcciones el entorno occidental de la 'Plazuela de Pombo'. En el frente oeste de esta plaza ubicó la casa-palacio de su propiedad, actual sede del Real Club de Regatas.

Fue alcalde de Santander entre 1867 y 1868. Fue senador del Reino por la provincia de Valla- dolid en las legislaturas de 1872, 1876, 1877 y 1878- 1880 y por la provincia de Palencia en la legislatura de 1881-1882.

José y Manolo Villa (Santander 1920 y 1928). Nacieron en Santander en una familia sin vínculos con el mundo del circo y llegaron a ser un referente. Renovadores de este espectáculo de masas, queridos por el público, añorados tras su desaparición. Clowns del Circo Atlas que desde los años 40 hicieron felices a varias generaciones. José Villa, el payaso tonto y desgarbado, y Nolo, el clown de cara blanca, formaron el dúo conocido como Hermanos Tonetti. A finales de los años setenta, la crisis económica afectó al circo y los hermanos Tonetti permanecieron en activo hasta 1982

José Antonio Lasheras, nacido en Barcelona en 1956, falleció en un accidente de tráfico en febrero de 2016. Se hizo cargo del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira en 1991 y fue el máximo impulsor del proyecto de la llamada 'Neocueva', que se abrió en 2001 y está considerada la reproducción más fiel que existe de la original y muy similar a como se conocía hace 15.000 años.

Licenciado en Filosofía y Letras, antes de llegar al Museo de Altamira formó parte del Museo de Zaragoza dedicado a la arqueología provincial romana y fue museólogo en la Subdirección de Museos Esttatales del Ministerio de Cultura hasta 1990.

Conservador de Museos del Estado, fue autor de múltiples publicaciones científicas y divulgativas sobre arte rupestre, el paleolítico superior y sobre museología, así como centradas en la Cueva de Altamira, ubicada en Santillana del Mar y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1985.

Mariano García Pérez nació el 10 de noviembre de 1964 en Santander. De origen lebaniego, estudia en el Colegio de los Salesianos. Aficionado al teatro y al mimo es diagnosticado, con 17 años de esclerosis múltiple y su vida se ve afectada progresivamente en todos los aspectos.

Estudia en la Escuela de Magisterio, en la que el Departamento de Literatura Infantil a cargo de Román LópezTamés y de Isabel Tejerina, activa el Aula de Expresión coordinada por Miguel Castro que, atento a las necesidades de Mariano le descubre el mundo de los títeres y la forma de trabajar en él. Proyecta entonces un baúl desplegable adaptado a su movilidad. Un capricho creativo que se llena de detalles y se convierte en una exclusiva compañía de títeres «La Maleta de Mariano».

La placa como Ilustre de Santander se ha ubicado en el edificio en el que se encontraba la Escuela de Magisterio, ya que es aquí donde surge y se materializa la idea gracias a la solidaridad y al afecto de esta comunidad educativa.

El Padre Carballo (1874-1961), que nació en Santiago de Compostela y falleció en Santander, fue maestro, músico, escritor, investigador, arqueólogo y doctor en Ciencias Naturales, además de ser ordenado sacerdote a los 27 años.

En 1922 obtuvo, el doctorado en Ciencias Naturales por la Universidad Central, con una tesis «El Paleolítico en la costa cantábrica». De esta manera, a sus cuarenta y ocho años, había logrado terminar tres carreras: la Eclesiástica, la de Ciencias Naturales y la de Música. Y en 1925, fue nombrado ayudante interino de Ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza en la ciudad. Un año después fundó lo que constituirá su gran obra: el Museo Provincial de Prehistoria (actual Mupac), a cuya inauguración, el 29 de agosto, acudió el rey Alfonso XIII.

A lo largo de su vida, estudió diversas cuevas y yacimientos, entre ellos destacan sus actuaciones en la Cueva de El Pendo y en la Ciudad Romana de Julióbriga, además de las excavaciones en la Cueva Morín y el descubrimiento de los grabados rupestres de Cabrojo. También son reconocidas sus valiosas colaboraciones en revistas científicas españolas y extranjeras, sus monografías y sus libros, entre los que destaca 'Prehistoria universal y especial de España', publicado en 1924.

Su placa se colocó en el colegio La Asunción, segundo centro escolar más antiguo de la ciudad, que se encuentra en la calle San Celedonio, del que fue director.

José Llata Fernández, popularmente conocido como Joselito Llata, nació el 8 de agosto de 1915 en la bajada de la Media Luna, de Santander, y posteriormente se trasladó con su familia a la calle Tantín. Estudió en el Colegio Salesiano de la calle Viñas, actual colegio de La Anunciación, y posteriormente, en la Escuela de Numancia.

Formó parte del batallón infantil de cornetas y tambores «Auxilium» y de la banda infantil de la Casa de la Caridad. En los años treinta ingresó voluntario como músico en el Regimiento de Infantería de Santoña, del que pasaría al de Santander y, posteriormente, en el Batallón de Montaña de Barbastro superó la oposición de músico.

Con los acróbatas y payasos del Trío Hermanos Díaz, forma los célebres payasos Rudi-Llata Debutaron en el Circo Baltoy y Valdi en Barcelona en 1936, y también trabajaron en el Circo Francoco. Al grupo se incorporó el acordeonista Leonardo Fernández y la bailarina clásica española Carmen Romero, conocida popularmente como Harlema, formando los 5 Rudi-Llata. Participaron en el rodaje de la película «Sueños de circo» del director Kurt Hoffman. Fueron muy populares en Francia, donde habían sido estrellas en el parisino Circo Medrano.

Como compositor, algunas de sus obras son los pasodobles «Santander» o «Es mi tierruca», popularizados por el trío Los Carabelas. En Santander, en 1945, en el Circo Corzana, Ederlinda y Gonzalvo cantaban el pasodoble «Santander».José Llata Fernández, se retiró poco tiempo antes de su fallecimiento, el 2 de julio de 1994 en Badalona

José Luis Casado Soto nació en Santander el 21 de junio de 1945.

En 1976 se comienza a construir el Museo Marítimo del Cantábrico y desde la Diputación de Cantabria, se le encarga el proyecto museológico. En 1978, pasó a ser académico correspondiente de la Historia, y saca la oposición a la dirección del Museo, que se inaugura en 1981. Lo dirigió durante 35 años.

Fue miembro del Centro de Estudios Montañeses, y su presidente entre 1985 y 1989. Se dedicó a la investigación de la historia marítima y a la de Santander, Cantabria, sus gentes y su patrimonio.

Como arqueólogo, dirigió excavaciones terrestres, como las de la Catedral de Santander, con Joaquín González Echegaray, y acuáticas, en Santoña, Laredo, San Vicente de la Barquera y Cádiz. Participó en la confección de la Carta Arqueológica Subacuática de Cantabria y el Libro Verde de la Arqueología Subacuática en España.

Escribió y editó más de medio centenar de libros individualmente y más de un centenar en obras colectivas. Publicó más de doscientos artículos científicos y divulgativos en revistas nacionales y extranjeras

Su compromiso con el Patrimonio y su divulgación, le fue devuelto con numerosos reconocimientos.

Se ha instalado la placa como Ilustre de Santander en el edificio donde residió hasta su fallecimiento el 5 de septiembre de 2014, siendo uno de los referentes de la historia naval y marina.

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