«Veo esta imagen y me habla de generosidad»

Ana Palencia, exdirectora del proyecto Centro Botín, rememora, al ver la foto de Javier Rosendo, «el entusiasmo de Emilio Botín y sus palabras: 'Vamos a generar un lugar de encuentro para los santanderinos uniendo la ciudad con la bahía'. Recuerdo cuando repasábamos los avances de la plaza y los Jardines, con Íñigo Sáenz de Miera, o revisábamos las maquetas en el estudio de Renzo Piano». Esta fotografía, continúa, «habla del propósito de generar un impacto positivo en Santander y de la generosidad de la Fundación Botí n. Y me habla, principalmente, de muchísimas personas que con gran esfuerzo, ilusión y tesón hicieron posible que hoy el Centro Botín, el túnel y los Jardines de Pereda formen parte del paisaje de Santander y atraigan riqueza y un sinfín de visitantes. Aunque no es posible referirme a todos los equipos y agentes implicados que tuve la fortuna de liderar, la imagen habla del éxito del trabajo en equipo de diseñadores, arquitectos, paisajistas, ingenieros, consultores y constructores; de nuestro equipo de Dirección y del de la Fundación Botín, además de instituciones, asociaciones y Administraciones. También de la colaboración público-privada y de aunar los intereses de los grupos en torno a un propósito común».

Desde su punto de vista, además, «habla de escuchar a los ciudadanos y enriquecer el proyecto con sus aportaciones, como el túnel. De retos técnicos y estructurales, del uso de las últimas tecnologías, de excelencia, de eficiencia energética y sostenibilidad, diversidad y de basar la toma de decisiones en estrategias de buenas prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza. Además, le transmite «excelencia, la belleza y los detalles. De superar dificultades en equipo y de no aceptar un no por respuesta: por eso hoy el edificio vuela sobre el mar. Habla de los amaneceres de Santander, mis grandes amigos y familia de allí, y habla de agradecimiento».

La vista aérea (diciembre de 2013) revela el proceso de edificación del Centro Botín. En esa época, la estructura envolvente de los dos edificios, las pruebas con las piezas cerámicas que iban a formar su 'piel' y los trabajos en su entorno registraron un importante avance. Las obras iniciadas en 2012 se prolongaron durante cinco años tras acumular distintos retrasos.

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