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Era primera hora de la mañana y el estruendo resonó en toda la calle, sumida hasta ese momento en el silencio. Un hombre, en torno ... a los 30 años, irrumpió este miércoles en el bar El Diluvio, junto al Mercado del Este, y se lió a tiros con el televisor del local. En concreto, disparó cuatro veces y, tan rápido como llegó y sin dar ninguna explicación, se fue. No lo hizo con prisa. Según los testigos, se fue caminando. Ahora, la Policía Nacional trata de esclarecer lo ocurrido en este bar y localizar al autor de este suceso.
La calle estaba prácticamente vacía. Eran las 08.30 horas y los negocios del entorno aún no habían levantado la persiana. Además, esta vía –Ataúlfo Argenta– está menos transitada que de costumbre por las obras del Espacio Pereda, que han obligado a cortar el paso de los vehículos. Allí sólo estaban los empleados y algún cliente. Fuera, sólo aquellos que pasaban por esta calle como tránsito hacia otro lugar. Aunque parecía un día de diario como cualquier otro, todo cambió en un instante. Entró el hombre, alto y delgado, con una pistola en la mano. No apuntó a nadie. Solo disparó a la televisión. Salió sin correr y ya en el exterior del establecimiento, un testigo que pasaba por allí en ese momento, le preguntó por el fuerte ruido que se acababa de escuchar, a lo que el tipo del arma respondió que «se ha roto un cristal». Se fue sin acelerar el ritmo y, cuando la Policía llegó, ya no estaba.
Los indicativos del grupo de atención ciudadana fueron los primeros en acudir al lugar. Lo primero que hicieron fue confirmar que no había heridos, sólo daños materiales. También se desplazó hasta allí la Policía Judicial y Científica para hacer la inspección y ahora la Policía Nacional trabaja en esclarecer los hechos y localizar al agresor.
Tras lo sucedido, los propietarios del establecimiento decidieron cerrarlo durante el resto del día. A través de la reja del local, se veían en el interior las mesas y sillas que habitualmente están en la terraza. Había alguna luz encendida, aunque nadie respondía dentro. El Diluvio está ubicado junto a la perfumería Calderón, que cerró hace varios meses por jubilación, y al otro lado tiene una joyería. Este otro negocio, aunque sí está en funcionamiento, abre más tarde, por lo que no presenciaron lo ocurrido.
Tampoco se enteraron en el Mercado del Este. En el Café del Indiano se mostraron sorprendidos al conocer lo sucedido, ya que a ambos locales los separan pocos metros de distancia. Este espacio abre a las nueve de la mañana, por lo que ya se había producido el suceso para cuando los empleados llegaron. Tampoco vieron a agentes de la Policía ni un revuelo que les hiciera sospechar que había ocurrido algo.
Desde que arrancaron a principios del 2021 las obras en el edificio del Banco Santander, se reordenó el tráfico de la zona para adaptarlo a los trabajos y, en concreto esta calle, se cortó y los coches no pueden acceder a ella. Estas intervenciones ya redujeron bastante la afluencia de gente por Ataúlfo Argenta pero, desde que comenzaron las Navidades, se ha visto aún más minimizada por la instalación de la pista de hielo en la plaza Porticada, ya que esta atracción impide el paso por el arco de la plaza que da justo a este vial y lo desvía por la paralela, Hernán Cortés. Un factor más por el que el suceso apenas contó con testigos.
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