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La figura y el legado de Cándido Alegría, autor del Himno a la Bien Aparecida, vinculado con Santander, donde fue organista de la iglesia de Santa Lucía durante más de 60 años, fueron objeto de homenaje, plasmado en el descubrimiento de una placa de la Ruta de ilustres, la número 34, en la casa donde vivió el músico, en el número 9 de la calle Daoíz y Velarde. La alcaldesa, Gema Igual, presidió el acto, al que también asistieron miembros de la corporación, familiares de Alegría, así como profesores y representantes del ámbito musical. Igual recordó las múltiples variantes artísticas y profesionales de Cándido Alegría, del que destacó su «defensa e implicación con el folclore cántabro y el legado que nos dejó, así como su faceta de «persona entregada a los demás».
De su trayectoria musical se refirió al Himno a la Virgen Bien Aparecida y la Danza Montañesa, así como su especial dedicación a la música religiosa y sinfónica. En el acto intervinieron Antonio Noguera, músico y profesor del Conservatorio Ataúlfo Argenta, y Francisco Javier Ansorena, nieto de Cándido Alegría.
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