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Por mucho que pase el tiempo, hay grandes obras que siempre formarán parte de la historia local como la del viejo Túnel de Tetuán, el originario, el que unió la calle con La Cañía, en El Sardinero. Y precisamente, para recordar ese pedazo de la historia de Santander, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento ha programado en el Centro Cultural Doctor Madrazo la presentación del libro 'Tetuán en la época del tranvía', una iniciativa de Ediciones Tantín de Santander. La publicación narra la puesta en marcha de aquel camino que unió el centro de la ciudad con las playas a través de un recorrido más cómodo para los vecinos y su autor Alfredo Medina, doctor en Geografía por la Universidad de Cantabria (UC), formó parte del equipo que redactó el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1997. Además, en la redacción ha colaborado Eloy Gutiérrez, ingeniero de caminos y autor del proyecto de rehabilitación. En el acto, que se celebrará el próximo 4 de enero, a las 19.00 horas de la tarde, participará también Juan Carlos Flores-Gispert, periodista y encargado del prólogo, y José Luis Fernández Gándara, de la editorial Tantín.
La historia del corredor se remonta al 24 de junio de 1892 cuando se inauguró (posteriormente cerró en 1911). La infraestructura fue el primer paso de vehículos o peatonal de estas características (túnel, pasaje, paso subterráneo…) de los que hay en la capital. Por él circuló el tren de Pombo que llevaba a los bañistas hacia El Sardinero. El túnel fue una iniciativa de la familia Pombo. Al frente Juan Pombo Conejo y sus hijos César y Arturo fueron los promotores del desarrollo turístico de la zona y necesitaban una vía rápida para acceder a los arenales y a las infraestructuras balnearias que allí crearon.
La idea de su reapertura
Tras su cierre, la idea de reabrirlo surgió de los vecinos y hosteleros de la calle y se plasmó en una idea que en el año 2013 presentó en el Ayuntamiento de Santander el ingeniero informático Jaime Gómez Obregón. Todos veían en esta idea la oportunidad de relanzar un barrio que en tiempos fue un importante enclave industrial y de pescadores. El Consistorio apoyó la propuesta y este 2022 –después de grandes mejoras en ambas bocas, por Tetuán y por El Sardinero (que desemboca en la calle Joaquín Costa)–, se reabrió el túnel 130 años después de su construcción.
Después de tres años de intervenciones y una inversión de 4 millones de euros, el antiguo pasadizo –rebautizado como túnel del tren de Pombo– volvió a estar operativo 28 de mayo. Un día que transcurrió como una auténtica fiesta. Y desde entonces miles de personas han atravesado el camino peatonal de 300 metros que abre de siete de la mañana a doce de la noche.
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Ana del Castillo
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