«Llevo aquí toda la vida y no había tenido miedo hasta ahora, con tantos robos»

Minutos después lo habían identificado y detenido. El hombre, de 52 años, había salido corriendo en dirección al centro de salud de Los Castros, donde tiró la caja registradora al ver que la Policía le estaba buscando. «No se hubiera llevado mucho botín porque no llegaba a 50 euros lo que había dentro», señala Pérez. Durante el transcurso de la actuación, al implicado se le incautó una navaja y dos pipas para el consumo de estupefacientes, instruyéndose las correspondientes actas de intervención.

Seis horas después del suceso, los comerciantes de la zona ya estaban al tanto de lo ocurrido. «Otro al que han entrado», dice José Hilario Sierra, de carnicería Paco. A él le reventaron el cristal de la puerta el 10 de marzo para robarle 40 euros, queso, embutido, bombones... Le robaron también de madrugada y «fueron peor los destrozos para acceder al interior del local, que tuve que cambiar toda la cristalera, que lo que se llevaron», explica.

Juan Carlos Pérez, José Hilario Sierra, Manuela Mencía, Andrés Diego y Víctor Castanedo. Todos son comerciantes de la zona y a todos les han entrado en su negocio en el último mes. A Mencía, que regenta una tienda de alimentación, incluso le robaron el coche. Y a plena luz del día: «Vine como todos los días con la mercancía, me había gastado un montón de dinero, y le dejé aparcado donde los taxis, vine a por el carrito para descargar y cuando volví me habían robado el coche con todos los productos dentro. Me imagino que me tenían controlada». A la semana siguiente apareció el coche sin la mercancía aparcado en una urbanización de Soto de la Marina.

«Llevo 37 años trabajando aquí, no soy nueva, hemos tenido años muy tranquilos, nunca he tenido miedo, pero ahora que veo que están robando en comercios, en trasteros y en pisos estoy intranquila. Es terrible lo que está pasando», explica Mencía.

Hace unos días, el 1 de abril, entraron en la cervecería Salceda y en la panadería Elechino. El propietario del bar, Andrés Diego, explica que serraron unos barrotes de hierro que tiene en la despensa, forzaron la ventana, la rompieron y «se llevaron el dinero de la caja registradora, la recaudación de la máquina tragaperras, del tabaco y botellas de licor». Las pérdidas ascienden a unos 1.500-2.000 euros. Dice Diego que la oleada de robos se debe a que «hay mucho delincuente suelto que no quiere trabajar y se dedica a robar».

Según fuentes de la Policía Nacional, «estamos investigando los hechos para esclarecer algún tipo de relación entre los robos»: «Cualquier cosa extraña que vean que se pongan en contacto con nosotros, la colaboración ciudadana es fundamental en estos casos».