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Turistas con chubasquero frente a las atracciones de Alfonso XIII. Daniel Pedriza
La lluvia y las nubes se cuelan en el programa

La lluvia y las nubes se cuelan en el programa

El agua llena el centro de la ciudad de paraguas y chubasqueros durante la mañana y desluce las actividades que se celebran al aire libre

Pablo Teixeira

Santander

Lunes, 24 de julio 2023, 20:47

Para las fiestas lo suyo es hacer una lista de invitados. Los más divertidos, los que siempre aportan, los que ayudan a recoger o los que animan al resto. Pero a los anfitriones muchas veces se les cuela alguno que no estaba en esa lista y al que resulta imposible decir que no. En Santander y en Semana Grande el invitado incómodo es uno que casi todos los años se deja caer algún día. Unas veces más y otras menos. La lluvia. El agua se coló este lunes en la agenda de las fiestas y, aunque no impidió que se celebraran actos tras un fin de semana de multitudes, dejó una estampa algo más desangelada durante la mañana por el centro de la ciudad.

Cuando la semana arranca encapotada, toca organizarse sobre la marcha. Si hay una lectura al aire libre en los Jardines de Pereda organizada por el Centro Botín (una de las varias actividades que tienen estos días), se traslada a una zona cubierta. Eso sí, la asistencia de público no es la misma que con un sol radiante. Eso, la asistencia, traía de cabeza a algunos dándose un paseo por el centro. «Es una pena que justo ahora se tenga que poner el tiempo así. Llevamos planificando esta semana durante meses y cada día en el que dejamos de vender supone un problema para nosotros», comentaban en una de las casetas de la Feria de Día. Ellos se juegan mucho durante esta semana y si varios días flojean, las cuentas se resienten.

Los clientes paseando con el paraguas en la mano entre las casetas del Mercado Marinero. Daniel Pedriza

Los que venden –las casetas, el mercado marinero, la feria de gastronomía regional, los puestos junto a las atracciones del Sardinero– y los que compran. Sobre todo, las familias que van con niños. «Ir a los mercados, a los conciertos en la Porticada, a las ferias y las actividades por la noche es mucho más difícil si está lloviendo. Los niños no quieren mojarse y es imposible sacarlos de casa si ven cuatro gotas por la ventana», comentaban. Por la noche y también por el día. Con el agua, las atracciones en Alfonso XIII (la mini noria, las gomas o el tren en esa zona especial para los niños junto al Mercado Marinero) estaban a medio gas o, directamente, esperando que se abriera un claro para recibir a sus pequeños clientes.

«Planificas esto con tiempo y si un día dejas de vender, tienes un problema», comentan en las casetas

Y es que las calles del centro estaban en esas primeras horas medio vacías con los paraguas a la orden del día. Los pantalones largos y esos jerseys que parecía que iban a estar al fondo del armario al menos hasta el mes de septiembre salían a relucir entre aquellos que decidían que el mal tiempo no les iba a impedir seguir disfrutando de esta semana festiva. De hecho, la cosa se fue animando a medida que el reloj avanzaba, pero menos que durante los primeros días.

La previsión

¿Va a seguir así? Para tratar de obtener información fiable y organizar la agenda, lo mejor es recurrir a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según su pronóstico para la capital, este martes continuarán las dudas con respecto a la lluvia, sobre todo en las primeras horas. A medida que avance la jornada, la situación irá mejorando hasta el punto de que en los siguientes días (miércoles, jueves y viernes) se esperan buenas temperaturas sin noticias del agua. Para el viernes, incluso, se estiman máximas de 26 grados y cielos prácticamente despejados. Consulta el tiempo en Cantabria

Eso, mirar los pronósticos, anima. «La verdad es que nos ha tranquilizado un montón saber que, en principio, este va a ser el único día que va a llover porque el ambiente que se vive tomando algo alrededor de las casetas durante estos días es de lo mejor que puedes disfrutar en la ciudad durante el año e iba a ser una lástima no poder vivirlo al 100% por culpa del tiempo», comentaba un grupo de habituales de las casetas.

Lo de que nunca llueve a gusto de todos –o justo lo contrario (para el sábado, aunque es pronto para dar por segura la predicción, la Aemet vuelve a señalar una alta probabilidad de lluvias)– lo dejaban claro unos turistas que recorrían la zona. «Habíamos venido a pasar unos días a Santander para escapar del calor axfisiante de estas últimas semanas en Madrid, pero no nos esperábamos las lluvias. En cierto modo, casi que las agradecemos», comentaban al fresco de este lunes paseando entre los puestos del Mercado Marinero. Ese en el que se explica que Santander es la novia del mar. Y, a veces, también de la lluvia.

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