

Secciones
Servicios
Destacamos
Santander, hasta la fecha, había logrado mantenerse al margen de un problema que lleva años apareciendo en el centro de las ciudades: la proliferación de ... locales vacíos en sus calles más comerciales. En la capital cántabra, propietarios, comerciantes y hasta clientes se habían acostumbrado a una continua rotación de estos espacios y cada vez que un local quedaba vacío, este se ocupaba rápidamente. Sin embargo, cada vez son más las calles céntricas que son colonizadas por los locales vacíos. ¿Causas? La primera, el covid, que ha modificado hasta la forma en que compramos, pero a ello hay sumar la incoherencia entre la oferta -el desorbitado precio que tienen algunos alquileres en el centro de la ciudad- y la demanda -comerciantes que necesitan espacio pero que, en un momento de crisis de negocio, no pueden hacer frente a las elevadas cantidades que les reclaman los propietarios-. ¿Consecuencias? Persianas bajadas en algunos de los espacios más apetitosos del centro, un pequeño comercio cada vez más minoritario y una presencia, casi única, de las grandes franquicias que se han apoderado del centro.
En Santander no existe un censo de locales vacíos. Es imposible saberlo con exactitud. Pero un recorrido por las calles más comerciales de la capital (Paseo de Pereda, Juan de Herrera, Calvo Sotelo, etc) permite comprobar que, al menos, medio centenar de locales están ahora mismo sin ocupar en la 'milla de oro' y sus alrededores. Eso en el centro, porque en las calles más alejadas, el panorama comienza a ser desolador.
Enrique Mier, propietario de la inmobiliaria Altamira 21 y presidente de la asociación de inmobiliarias Afilia, explica a este periódico que «hay muchos propietarios que prefieren tener sus locales vacíos antes que bajar los precios. La razón está en que estos espacios pertenecen a sociedades familiares o fondos empresariales, por lo que la decisión de variar los precios no siempre es sencilla».
Apunta que, «según datos que hemos recopilado del portal de internet pisos.com, en Santander hay disponibles unos 150 locales», aunque otras inmobiliarias consultadas apuntan que «son muchos más».
Uno de esos espacios es el que durante décadas ocupó la mítica zapatería Lucio Herrezuelo, en la calle Calvo Sotelo. Desde que cerrara sus puertas, hace ya tres años, el local sigue vacío, a la espera de que un empresario esté dispuesto a pagar al mes los 3.300 euros que (según un portal inmobiliario) piden por sus 200 metros cuadrados.
Pero si se anda unos pocos metros más allá, en el número 11 de esa misma calle, por un local de un tamaño similar (237 metros cuadrados), el desembolso será aún mayor: hasta 8.500 euros mensuales.
Los locales que más sufren son los situados en las calles de segunda fila o los de mayores dimensiones, «como los que han dejado vacíos los bancos, que están cerrando sucursales sin parar», reflexiona Gonzalo Cayón, de la Federación de Comercio de Cantabria (Coercán).
Explica Cayón que «la forma de comprar también está influyendo mucho en este cambio de paradigma. La pandemia ha acelerado la transformación hacia la venta por internet. Ya no se necesitan locales muy grandes, porque de una manera más o menos eficaz, los pequeños comerciantes se han sumado a la venta a través de la red al no poder asumir el alto precio de los alquileres». Un claro ejemplo de ello, y de que no todo es cuestión de metros cuadrados, es un pequeño local de la calle Isabel II, de apenas 34 metros. El inquilino que se lance al ruedo tendrá que pagar una mensualidad de 3.550 euros. Como ratifica Cayón, dependiendo de la ubicación, cuántos menos metros tenga, más atractivo es.
La otra cara de la moneda está en el local que hace ya cuatro años la confitería Máximo Gómez vaciara de sus pasteles y sobaos. Desde que cerrara en 2018, sus 148 metros cuadrados están vacíos. Los llenará quién esté dispuesto a pagar al mes la cuantía de 3.400 euros.
Enrique Mier - Asociación de Inmobiliarias
Gonzalo Cayón - Coercán
Desde Mikeli, Dalia Fuentes también hace referencia al desfase de los precios: «Hay un local muy bueno, que ocupa una gran esquina en el centro de Santander, que antes de esta crisis se alquilaba por 35.000 euros al mes, a una gran marca de ropa. Cuando se fue, hace ya unos años, se bajó el precio. Pero sigue vacío. ¿Quién paga a día de hoy cerca de 26.000 euros, que es el precio aproximado que tiene en este momento?».
Como una pieza de dominó, un local cerrado contagia a otro, según las palabras de Lola González, de Bahía Home. «Es una tristeza ver algunas calles», admite, «pero es que muy pocos se pueden permitir pagar entre 3.000 y 5.000 euros, que es lo que rondan de media los locales de las calles comerciales como Juan de Herrera, Calvo Sotelo o Hernán Cortés. Hay negocios que funcionan, que venden, pero que no pueden salir adelante con estos alquileres».
En esta situación se encuentra un gran local de la calle Juan de Herrera, de dos pisos (310 metros cuadrados). En la planta baja, cuatro espléndidas columnas, revestidas de madera tallada, dan la bienvenida. Una gran escalera que da continuidad al estilo de las columnas invita a subir a la primera planta. Unos enormes escaparates, acristalados de arriba a abajo, muestran a los futuros clientes todos los encantos de su interior. Pero todas estas bondades no han sido capaces de retener durante mucho tiempo a ningún comercio -han sido varios los negocios aquí instalados en los últimos años-. Quizá el motivo esté en la venta que hay que hacer para poder pagar los 15.000 euros que cuesta al mes.
Pero no todo son malas noticias. Cayón se muestra confiado en que «todo mejorará de cara a la primavera-verano, cuando la pandemia nos dé un respiro. La gente tiene ganas de consumir, de salir y de gastar. Los que hayan conseguido aguantar, verán su recompensa, sin duda».
Pero no solo los locales dedicados al comercio están de capa caída. Algunos dedicados a la hostelería llaman la atención por sus fachadas abandonadas desde hace años, como el que ocupara el bar Salitre, en Ataúlfo Argenta, en los bajos del Hotel Central (también cerrado) o el restaurante La Bocana, en la plaza de Matías Montero, en Puertochico. Por este último se solicitan 3.900 euros al mes por sus 200 metros cuadrados. Ya en 2018 dieron el cerrojazo.
Tanto Fuentes, de Mikeli, como Ignacio de la Paz, de FL Cantabria, coinciden al señalar que hay un nuevo sector que está apostando por los locales a pie de calle: «Los profesiones, como abogados, centros de estética o fisioterapeutas, que han dejado los entresuelos o primeras plantas de los edificios para abrir a ras de acera».
Una ciudad sin comercio es una ciudad muerta. Conscientes de ello, los grupos políticos también se están movilizando. El Grupo Municipal Regionalista registró a inicios de enero una moción para la elaboración de un Plan Estratégico del Comercio de Santander, con el fin de consolidar e impulsar el sector como seña de identidad. Una petición similar fue solicitada con anterioridad por los socialistas. Finalmente, la moción fue aprobada este pasado jueves en el Pleno del Ayuntamiento de Santander. Todos los grupos políticos se comprometieron a elaborar un documento con medidas para fomentar el consumo local, además de elaborar un censo de locales vacíos, entre otros puntos.
La creación de la figura del mediador entre el propietario y el inquilino para tratar de llegar a acuerdos sobre el precio, o incentivos para estimular que profesionales de otros sectores ocupen los locales figuran en la hoja de ruta que se ha marcado el Ayuntamiento. Ahora, habrá que esperar para comprobar los resultados y ver si los locales vacíos encuentran inquilinos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.