Lucha de poder entre Igual y Quiñones

Para Igual, Quiñones es su principal oponente político. Es a quien dirige todas sus críticas cuando se trata de afear alguna actuación que dependa del Gobierno de España. Y la del PSOE no se queda atrás, pues siempre tiene una respuesta preparada. Aunque el líder de la oposición en el Ayuntamiento santanderino es el también socialista Daniel Fernández, Igual solo se dirige públicamente a él cuando así lo exige un debate en el Pleno. Eso, a pesar de que Fernández no pierde oportunidad de atacarla, ya sea a raíz del servicio de las basuras, por la fallida comisión de investigación o por el estado del minizoo de La Magdalena, entre otros.

Los altercados entre los ultras del Racing y del Oviedo el pasado domingo fueron la última excusa para tirarse los trastos entre ellas. Igual lamentó que la Policía Nacional -que depende de Delegación- no actuase de forma preventiva. Sobre todo, porque el encuentro se había catalogado de alto riesgo y era previsible que los aficionados más radicales llegasen a las manos. Unas palabras que no hicieron ni pizca de gracia a Quiñones, quien criticó que la alcaldesa, en lugar de centrarse en condenar la conducta de los culpables, se cebase con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Su anterior encontronazo se produjo la semana anterior, en una rueda de prensa. Fue el primero que se desarrolló estando juntas, ya que los cruces anteriores se habían producido a través de los medios o, incluso, en las redes sociales. Así, al ser cuestionadas por los periodistas sobre las piedras que habían aparecido en El Sardinero por la falta de arena, empezaron a intercambiar reproches. La primera en hablar fue Igual, quien expuso con retintín que «eso no es responsabilidad del Ayuntamiento, a lo mejor la delegada puede contestar». Y contestó. «El mantenimiento de las playas es municipal, no vamos a entrar aquí en el debate de Costas-Ayuntamiento, ya se dijo que si se retiraba el espigón no iba a haber rellenos de arena». Con una risa nerviosa, Igual volvió a responder: «No estoy de acuerdo, nosotros ya movimos arena y nos multaron». Y Quiñones añadió, con cada vez más tensión en el ambiente: «Podríamos seguir así hasta el infinito, cuando se multa es porque no se ha hecho la solicitud en tiempo y forma, si se solicita no hay ningún inconveniente».

A principios de verano tuvieron un enganchón similar, aunque a través de las redes sociales. Quiñones calificó el estado de las playas de «lamentable» y expuso que Igual «prefirió el sillón de la Alcaldía a los espigones». La alcaldesa no respondió desde su perfil, aunque sí lo hizo la concejala de Turismo, Miriam Díaz, preguntándose si «no le da vergüenza» usar cuentas institucionales para hacer «crítica partidista» -ya que la cuenta oficial de Delegación compartió los comentarios de Quiñones-. Sin embargo, pocos minutos después, el PP también se metió en la discusión desde su cuenta institucional: «Usted ha quedado retratada -dirigido a Quiñones-».

Salvo sorpresas, este enfrentamiento entre Igual y Quiñones no se reflejará en las urnas ya que, en principio, no serán rivales en las próximas elecciones municipales. La alcaldesa ya ha dejado clara su intención de volver a presentarse como cabeza de lista del PP al Ayuntamiento de Santander y, aunque desde el PSOE no han confirmado aún si su líder será Fernández -fue el quinto en la lista de 2019, mientras Quiñones fue la número 2-, todo hace indicar que repetirá, pues a día de hoy no hay ningún otro candidato. Además, las elecciones generales no se celebrarán hasta diciembre de 2023 y, al menos hasta entonces, todo apunta a que Quiñones seguirá al frente de la Delegación de Gobierno.

Aunque no sería la primera vez que un socialista del Ayuntamiento cambia de cargo a mitad -o en el arranque- de una legislatura. Así ocurrió con Pedro Casares, el número 1 del grupo municipal, que dejó el Consistorio medio año después de las últimas elecciones municipales para irse al Congreso de los Diputados. Un mes después, Quiñones también lo dejaba para irse a Delegación.