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En el entorno del Centro Botín, en Lope de Vega y en Fernando de los Ríos. Son solo tres de las decenas de zonas de ... Santander donde proliferan las ratas y donde la empresa de limpieza PreZero ha tenido que desratizar en los últimos meses. En total, 102 actuaciones desde octubre a diciembre de 2022 para terminar con estos temidos roedores. Desde el PRC y tras hacerse eco de los informes emitidos por la empresa encargada de vigilar el contrato de limpieza viaria, WSP-Apia, lamentan que el problema «sigue sin resolverse».
Las intervenciones para terminar con las ratas van de más a menos a lo largo de los tres meses ya que, a medida que se eliminan y se va colocando veneno, va disminuyendo el número de ejemplares. Así, en octubre se llevaron a cabo 42 actuaciones para terminar con estos roedores en la ciudad. Fuero en diversas calles: Camilo Alonso Vega, Finca Altamira, Pronillo, calle Alta... En noviembre, se realizaron 34 desratizaciones en calles como Ataúlfo Argenta, Bajada de Polio o Calderón de la Barca. Por último, en diciembre se hicieron 26 en áreas como Sol, General Dávila o Bajada del Caleruco. Del total de intervenciones, 92 fueron avisos del propio Ayuntamiento y 10 de particulares.
42 intervenciones
contra las ratas se desarrollaron en octubre, el mes del pasado año con más avisos.
Los trabajos que se realizan desde la Concejalía de Medio Ambiente se dividen en dos tipos de tratamientos. El primero, de mantenimiento, consiste en colocar cebos, revisarlos y sustituirlos cuando sea necesario, así como atacar nuevos focos. Esta actuación se realiza cada 15 días. También está el tratamiento de choque, según el que, en febrero, mayo y octubre, se aplica raticida en los focos localizados, ya que son las épocas del año en las que habitualmente más proliferan los roedores. Tiene una duración mínima de un mes y se repone cada cinco días. Sin embargo, también se actúa fuera del calendario cuando hay avisos -tanto del Consistorio como de particulares- de la presencia de ratas para así tratar de evitar que vaya a más.
Para que los tratamientos sean lo más eficaces posible, el municipio se sectorizó en 2021 en doce distritos y se detallaron los imbornales, pozos y rejillas que existían en cada una de las calles para colocar en ellos el veneno. Con ese desglose, se realiza una planificación que permite atender a la totalidad de Santander. Y a esos tratamientos periódicos, como expuso entonces la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, se suma la atención a cada uno de los avisos que se producen por avistamiento y que se reciben y gestionan por diferentes canales (registro, servicio de salud, llamadas telefónicas...).
Desde el grupo regionalista lamentan que el problema con las plagas de ratas sigue «sin resolverse», a tenor de los informes de WSP-Apia. «La presencia de ratas es evidente en todas las zonas, desde los barrios de la periferia hasta los más céntricos, invadidos de suciedad y de basura mientras PP-Cs siguen sin hacer nada para acabar con este problema», apunta el portavoz del PRC, José María Fuentes-Pila. Por eso, exige que se intensifique la labor de desinfección en la ciudad para eliminar esta plaga que «sigue campando a sus anchas» y en la que hay «que invertir esfuerzos para atajarlo». «Hay que ser más insistente en conseguir que esta ciudad vuelva a estar limpia y para ello debe haber ganas e interés porque los servicios públicos sean de calidad, algo que con este gobierno ha sido y sigue siendo inviable», enfatiza el edil.
Fuentes-Pila también considera que «hoy por hoy el equipo de gobierno está más afanado en otras cuestiones como destinar dinero público en asesorías legales externas por litigios con la anterior concesionaria de las basuras, en un intento a la desesperada de remendar su gestión».
En el Río de la Pila apuntan que la situación está ahora más tranquila, «pero en verano y justo después había muchísimas, se podía ir a cazarlas», indica el presidente de la asociación de vecinos, Jesús Garay. Explica que por aquellas fechas hubo una campaña de desratización «y todavía aguanta, no se ven». No tienen tanta suerte en Castilla-Hermida. Isabel González, vecina de la zona que transita habitualmente por el área de la gasolinera, asegura que la semana pasada se cruzó con una: «Iba a cruzar el paso de peatones y mi amiga gritó. Pensaba que era porque venía un coche, pero no, había una rata enorme entre los vehículos aparcados». No es la primera que ve: «Paso mucho por La Marga y a menudo me las encuentro».
Lejos del núcleo de la ciudad, en los polígonos industriales, también se ven estos roedores. Esta misma semana, un trabajador del polígono de Nueva Montaña se cruzó con una a la salida de su puesto. «Lo vi entre los contenedores de la basura que hay cerca de la entrada». Como señalan desde el PRC, la presencia de ratas y los contenedores pueden estar relacionados, ya que los soterrados llevan meses precintados y la espera de los resultados de una auditoría: «Siguen sin abordarse las necesidades y los ciudadanos siguen sin poder hacer uso de ellos», lamenta Fuentes-Pila.
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