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Incluso los militantes más críticos del PSOE de Santander reconocen que Pedro Casares ha conseguido en los seis años que lleva al frente del grupo municipal lo que parecía imposible: conformar un liderazgo fuerte y ser una alternativa real al Partido Popular, hasta hace poco ... hegemónico en la ciudad. Tanto, que en la última cita con las urnas los socialistas se quedaron cerca de expulsar del Ayuntamiento a Gema Igual, que sólo consiguió mantener la Alcaldía gracias a un pacto con Ciudadanos. En ese punto el acuerdo es casi general. Por eso la decisión de la dirección regional de dar un giro a las listas de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre y situar como cabeza de lista a Casares ha provocado reacciones encontradas en el seno de la militancia de la capital.
La asamblea celebrada durante la tarde del jueves en la sede de Bonifaz rompió el buen clima -por lo menos en apariencia- que se vivía en la Agrupación Local de Santander desde que el secretario general ganara las primarias frente al exconsejero de Educación Ramón Ruiz. Varios militantes, la mayoría adscritos a ese sector crítico siempre presente en el socialismo cántabro, tomaron la palabra para rechazar el relevo y poner de manifiesto que todo el proceso se ha llevado a cabo de espaldas a las bases. «Se había dicho que este era el partido de los militantes y luego se actúa de esta manera», apunta uno de esos afiliados que no vieron con buenos ojos que la cúpula decidiera el nombre del sustituto de Luis Clemente cuando este renunció «por motivos personales» a volver a ser el número uno en la lista al Congreso de los Diputados. Fundamentan su crítica en que se ha pasado de una persona elegida en primarias a una imposición unilateral.
«El procedimiento está marcado y es el que establece el partido para toda España. Cuando hay una repetición electoral son la Ejecutiva nacional o la regional las que hacen los posibles cambios que puedan darse en las listas», detalló ayer a este periódico el propio Casares, quien considera que hay quien está tratando de crear una polémica que no existe. Desde su entorno aseguran que el salto del secretario general del PSOE de Santander a Madrid tiene el respaldo mayoritario de los afiliados y que fueron una minoría los que alzaron la voz. «Los de siempre», remarca un miembro de su Ejecutiva. Y añaden que la prueba es que el informe de gestión del líder del PSOE en la capital se aprobó sin ningún voto en contra, con casi un centenar de apoyos y sólo una veintena de abstenciones.
Más curioso quizás fue el intercambio de pareceres que se produjo durante esa asamblea entre los dos protagonistas de este episodio. Clemente cogió el micrófono para lamentar que se hubiera filtrado a la prensa la candidatura de Casares a las tres horas de presentar su renuncia. En su círculo defienden que se hizo así con la intención de impedir cualquier movimiento que pudiera frenar una operación que, a su entender, se ha hecho desde Ferraz sin pasar por Bonifaz. De hecho, Clemente sí tuvo palabras de agradecimiento para Pablo Zuloaga por el apoyo demostrado cuando comunicó que prefería no volver a concurrir a los comicios. Horas antes, Clemente ya había reconocido públicamente que él era uno de esos socialistas desencantados por el fracaso en la formación de Gobierno. Además, ya entonces tenía serias dudas de que le volvieran a proponer a pesar de haber logrado 90.000 votos y una victoria para el PSOE que no se producía en Cantabria desde hace 28 años.
Los críticos consideran errónea la salida de Casares no sólo por un asunto de formas, también de estrategia. «Incluso personas de su Ejecutiva no lo comprenden. Ha costado mucho tener un liderazgo fuerte en Santander y ahora nos quedamos sin nada», apunta un militante integrado en este sector, que ya adelanta que será «imposible» encontrar a alguien que esté a la altura, sobre todo después de que varias de las personas con más experiencia hayan abandonado el Grupo Municipal para desempeñar puestos de responsabilidad en el Gobierno regional.
La asamblea también apoyó por unanimidad cinco relevos en la Ejecutiva, en la que entran José Toca, María Jesús Martín, Ángel Zorrilla, María Antonia Mora y María Ángeles Pardo. Se hace para cubrir a vacantes -ya estaban previstas antes de conocerse que Casares sería cabeza de lista al Congreso- generadas por esas salidas de algunos cargos hacia alguna consejería o por algunas dimisiones motivadas «por razones personales o laborales».
Por último, el secretario general está convencido de que los concejales independientes que fichó para su lista al Ayuntamiento se quedarán aunque cambie el liderazgo en el Grupo Municipal: «Su compromiso no es conmigo. Es con el PSOE y con Santander».
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