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Pasillo central del Mercado del Este, en el que conviven establecimientos de hostelería con negocios de otros sectores. Foto: Daniel Pedriza / Vídeo: Pablo Bermúdez

El Mercado del Este enfoca su futuro en la gastronomía

La céntrica plaza afronta una transformación para evitar su lenta agonía. Entre los cambios, el Ayuntamiento rescatará las concesiones de los locales que, pasado un mes, se mantengan cerrados

Mariana Cores

Santander

Lunes, 13 de febrero 2023, 07:15

Renovarse. Con ánimo y sin mirar atrás. El Ayuntamiento de Santander, junto a los comerciantes del Mercado del Este, apuestan por dar a este céntrico espacio (uno de los primeros mercados públicos de España, construido en 1939) una nueva vida, ante los síntomas de una lenta agonía, marcada por los locales vacíos y falta de clientela. De esta forma, todos a una, están dando los pasos para convertir este antiguo mercado, con diecisiete locales (uno de ellos en la planta sótano, donde se ubica el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Mupac), «en uno que se asemeje a los de Madrid, tipo el de San Miguel o el de San Antón», donde los clientes puedan llevar la comida adquirida en los distintos puestos a las mesas que estarán repartidas por los pasillos. «Vamos a darle una segunda vida», asegura el presidente de los concesionarios de los espacios, Rafael Ordóñez.

En este mismo sentido se expresa la concejala de Mercados, Miriam Díaz, quien indica que «los locales comerciales son propiedad del Ayuntamiento, de dominio público, que se transforman a uso privativo a través de la concesión de la explotación de los mismos, mediante un pliego de cláusulas administrativas particulares aprobado por el Pleno municipal».

Díaz agrega que la falta de visitantes es cada vez más palpable al haber «cinco locales vacíos y una constatable falta de interés de inversores por ocuparlos, derivada de las barreras a la instalación de nuevas actividades que compitan con las ya establecidas. Además, de cara a un futuro, con el traslado del Mupac al solar de Puertochico, se generará un vacío en el mercado».

Ante este panorama, el Consistorio propuso a la asamblea de la comunidad de usuarios del mercado la posibilidad de abrir el mismo a la instalación de todo tipo de actividades, «y en especial las de hostelería, junto con la clarificación de los usos de las zonas comunes», apunta la concejala. El objetivo, agrega, «es acabar con esos locales vacíos. Eso no puede ser, porque se va dejando morir la actividad y puede arrastrarlos a todos». Así que «comunicamos a los concesionarias que todo aquel que en un mes no tuviera actividad en su local, la concesión sería rescatada por el Consistorio», aclara.

Según apuntan tanto Díaz como Ordóñez, «hay empresarios interesados en montar negocios relacionados con la gastronomía». En este sentido, el presidente de los concesionarios matiza que «no se va a llenar esto de bares. Esa no es la idea. Un ejemplo: la tienda de quesos Quesoba, que abrió estas pasadas Navidades. Venden sus productos y, además, se pueden degustar allí mismo. También tienen licencia para vender alcohol, con lo que puedes acompañar tu queso con un vino o una cerveza».

Ordóñez considera que el mercado es un lugar «vivo y se va a ir adaptando a las necesidades que vayan surgiendo. Creo que este es un lugar privilegiado y merece tener más vida. Hemos sido generosos cambiando los estatutos, pero es que creemos que es por el bien de todos y estamos deseando darle una segunda vida a este lugar».

La situación actual

En cuanto a si los comercios van a continuar o no con su actividad, sus propietarios son prudentes y prefieren no dar pistas aún de cuáles son sus intenciones. En la actualidad, está abierto el restaurante y barra de pinchos La Casa del Indiano (dos locales), el Quesoba Cheese Bar, Enmarcaciones Sorto, la Floristería José Pérez, la tienda de juegos Gamemas, las Mantequerías Cántabras, la tienda de café El Dromedario, la Oficina de Turismo del Gobierno Cantabria (dos locales), la Cervecería El Camino, la Peluquería Rosa Valle y el Mupac.

Junto a ellos, hay cerrados cinco locales: dos de 28,21 y 9,28 metros cuadrados, ya traspasados, que abrirán antes de dos meses, y otro en el que se instaurará el negocio gourmet Doña Tomasa, con una barra donde degustar sus productos. Además, hay otro de 9,83 metros cuadrados, en vías de traspaso, y un último de 20,41 metros cuadrados que saldrá a subasta este mes, con un precio base estimado cercano a los 30.000 euros. Al margen de Doña Tomasa, también hay intención de abrir una barra de sushi, entre otros negocios relacionados con la hostelería.

En la actualidad hay cinco locales vacíos en el mercado. Daniel Pedriza

La concejala explica que los concesionarios tienen derecho, bajo determinadas condiciones, a traspasar el local (deberá abonar al Ayuntamiento el 15% del precio del traspaso); a cambiar de actividad del local en el caso de que esta resultase antieconómica (deberá abonar al Consistorio el 10% del canon pagado en la subasta), e, incluso, a renunciar a la concesión, con lo que el Ayuntamiento sacará nuevamente a subasta el local.

Pero el Mercado del Este «tiene más vida» que los propios locales. «El espacio en sí da para mucho más. Por ello, queremos que se convierta en un lugar el que los domingos se pueda poner a disposición de quien quiera montar, por ejemplo, un mercadillo», experiencia que ya se desarrolló antes de la pandemia y que no se ha retomado desde entonces, especifica Díaz.

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