El Mercado de la Esperanza dispondrá de lámparas LED para ahorrar en energía

La remodelación cuenta con un plazo de ejecución de tres meses y una inversión de unos 122.000 euros, que se suman a los más de 44.000 gastados en las obras que se llevan realizando en los últimos meses en el edificio, y que se destinaron a las mejoras del cuarto de basuras y de las escaleras de acceso desde la calle Isabel II. Se prevé que las actuaciones comiencen después de Navidad, para evitar problemas al público y comerciantes durante la campaña festiva. Asimismo, el proyecto también contempla la mejora de la cuadros de mandos, para adaptarlos a las normativas actuales, así como la renovación del cableado y la instalación de emergencia.

Para la alcaldesa de Santander, Gema Igual, estos trabajos facilitarán tanto los desplazamientos de los clientes como la organización del trabajo para el personal, así como la adaptación a nuevos escenarios.

Las inversiones en la mejora y modernización de las instalaciones del Mercado de la Esperanza rondan ya el medio millón de euros desde el inicio de esta legislatura y, a la par, también se han reforzado las acciones de promoción comercial para impulsar la actividad y potenciar el atractivo y competividad del mercado. Entre estas mejoras destacan por un lado, la reforma del local de basuras y por otro lado, la escalera de acceso al edificio desde la calle Isabel II, ambas con una inversión municipal de 44. 374 euros.

En cuanto a los trabajos de reforma completa del local de basuras han supuesto una nueva redistribución del área, que permite un mejor aprovechamiento de los espacios y facilitar el acceso desde el pasillo a la zona de almacén y vestuario de los trabajadores. Por lo que respecta a la escalera de acceso que lleva desde la calle Isabel II hasta la planta primera del Mercado, se arreglaron los problemas por exceso de pendiente y se facilitó el acceso a la escalera desde la acera.

Igual destacó el valor histórico y cultural del Mercado de la Esperanza para la ciudad, al tratarse de un edificio centenario destinado fundamentalmente a la alimentación y el mayor de este tipo en Cantabria.