
El Ministerio da los primeros pasos para la retirada de los espigones de La Magdalena
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Demarcación de Costas inicia los trámites para quitar el material de obra acumulado desde que se paró la construcción del segundo espigónEl único espigón que llegó a construirse en La Magdalena sigue en su sitio esperando a que lo retiren. Un paso para el que ... aún no hay una echa prevista. No obstante, tras muchas idas y venidas parece que el culebrón empieza a dar los primeros pasos. No porque por fin vaya a desaparecer el dique que llegó rodeado de polémica, sino porque Demarcación de Costas ha iniciado ya los trámites para, de momento, retirar el material de obra que hay acumulado en la playa de Los Peligros desde que las protestas frenaran la construcción del segundo de los espigones cuya función era retener la arena. Estaba todo preparado para continuar con la obra del sistema Magdalena-Peligros y su paralización provocó que los materiales quedarán allí amontonados, testigos de los paseos de los vecinos.
La retirada de una parte de ese material, tal y como figura en la propuesta de liquidación de la obra, sí le corresponde a la Demarcación de Costas, en concreto la zahorra. Sin embargo sacar del arenal el resto de elementos es responsabilidad de la empresa que se encargó de la obra.
No obstante, el Ministerio ha arrancado ya con el papeleo para retirar tanto su parte del pastel como lo que le tocaría a la constructora. Sobre la mesa no hay plazos fijados, pero este proceso, en principio, no debería alargarse demasiado en el tiempo y, en todo caso, el objetivo es tratar de llevarlo a cabo con la máxima celeridad posible. Unos trabajos que podrían durar en torno a una semana.
Esa es una parte de las actuaciones que quedan para dejar la estampa de la playa como si las grúas no hubieran pasado por allí. El otro paso es quitar el espigón que sí llegó a levantarse, en el límite entre los arenales de Los Peligros y La Magdalena. Mientras avanza un plan, de forma paralela, el Ministerio para la Transición Ecológica está desarrollando el proyecto para esa retirada definitiva. Un anuncio que ya hizo Pedro Casares desde el Congreso de los Diputados el pasado octubre, señalando que el Ministerio estaba entonces realizando «todos los trámites para retirarlo inminentemente», aunque todavía se desconoce qué fórmula se utilizará para evitar esa pérdida de arena.
Cuando ambas cosas se lleven a cabo, la capital pondrá fin a un asunto que dio quebraderos de cabeza incluso antes de colocar la primera piedra. Su puesta en marcha arrastró muchos meses de protestas, de valoraciones políticas enfrentadas y de expertos defendiendo su utilidad. Y semanas buscando alternativas menos 'agresivas' visualmente.
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