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El Ayuntamiento de Santander concedió correctamente la licencia de ocupación de la campa de la península de La Magdalena para la celebración de los conciertos de la Semana Grande. Así lo establece el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales del Ministerio de Hacienda, al que ... puede acudir cualquier empresa que se presente a una licitación oficial y se considere perjudicada por la decisión que se adopta. A él recurrió Mouro Producciones, la sociedad que organizó en la última década los conciertos de la Semana Grande en la capital, y lo hizo contra la decisión del Consistorio de conceder a la UTE La Campa la licencia de ocupación de La Magdalena para organizar los conciertos.
El citado tribunal ha dictaminado que no procede admitir a trámite el recurso, con lo que Mouro Producciones agota su posibilidad de que le den la razón por la vía administrativa en su tesis de que la licencia estuvo mal concedida. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales estima que el acto recurrido no es susceptible de recurso especial y tampoco de impugnación por este cauce ya que el acuerdo entre Ayuntamiento y la UTE (Unión Temporal de Empresas) La Campa no fue un contrato regulado por la Ley de Contratos del Sector Público, ya que el Consistorio se limitó a otorgar una autorización especial de ocupación de dominio público. El Tribunal, no obstante, no ve «mala fe o temeridad en la interposición del recurso» de Mouro, por lo que tampoco sanciona a esta firma.
Conflicto
Conciertos
Esta polémica entre el Ayuntamiento, Mouro y La Campa empezó en el mes de mayo. Dos meses antes, Santander había sacado a licitación pública la licencia de ocupación de la campa de la península de La Magdalena para la organización de festivales de verano y se presentaron dos empresas. Una fue Mouro Producciones, del empresario Guillermo Vega, socio -a su vez- de Dos Imanes Producciones cuando se vino abajo parcialmente el número 57 de la calle del Sol en julio de 2017 y una de las tres empresas señaladas por el Ayuntamiento como responsables del desplome. La otra fue la UTE La Campa, formada por dos sociedades (Delfuego Booking, gestora de Escenario Santander, y Heart Of Gold, promotora madrileña). Contra lo esperado por Mouro, la Junta de Gobierno Local otorgó la autorización a La Campa, a la que se valoró su apuesta por grupos de renombre internacional.
Pero Mouro ya tenía concertadas varias grandes actuaciones, lo que le obligó a buscar dónde colocar su cartel. Encontró cobijo para él a solo 25 kilómetros, en Torrelavega. Este giro no sentó nada bien en Santander debido a que la 'Semana en Grande' (etiqueta de Mouro) iba a chocar de lleno en días con los 'Conciertos de la Campa', marca de la UTE La Campa. Sin embargo, la alcaldesa Gema Igual se limitó a hacer notar que su Ayuntamiento no contraprogramaba a otros en fechas y actividades, como sí hizo la segunda ciudad de Cantabria, gobernada por PSOE-PRC.
Recursos
Ministerio de hacienda
Pese a que Mouro consiguió colocar su cartel en otro lugar y ha asegurado que la relación se prolongará en el tiempo, la empresa no ha dejado de recurrir la decisión de Santander. Primero, impugnó internamente el concurso del Consistorio y llegó a utilizar la vía del contencioso-administrativo para que le reconocieran el derecho a ser informado de los términos del expediente administrativo en el que se resolvió a favor de La Campa. Después recurrió al tribunal que supervisa los contratos.
Tampoco las relaciones de La Cama pasan por su mejor momento con el Ayuntamiento. Esta UTE organizó el concierto de David Guetta en Santander que no llegó a celebrarse, lo que ha provocado numerosos roces entre la Administración local y los promotores musicales, que tienen abierto un expediente sancionador.
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