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A los andamios que han inundado el Muelle de Maura desde enero les quedan apenas unos días. En concreto, el tiempo que tarden los operarios ... en retirarlos porque la rehabilitación de la estructura ya está finalizada. Si alguien pasea ahora por los alrededores del Centro Botín o de los Jardines de Pereda y ve trabajadores en la zona, puede encontrárselos con las manos en la masa o aprovechando la sombra de la Grúa de Piedra para huir del sol. Ocurre que las actuaciones han terminado y las tareas se centran en la limpieza del espacio. En dejar esa zona del paseo marítimo perfectamente limpia y lista para la reinauguración, prevista para las próximas jornadas. No obstante, más allá de esos últimos detalles, lo único que queda por hacer es retirar los andamios que han protagonizado todas las fotografías. Parece fácil, pero para que los trabajadores de Mistura S. L -empresa encargada de las obras- puedan poner punto final a esa tarea, dependen de las mareas. «Son las diez de la mañana y no podemos trabajar porque hay pleamar», explicaba ayer David Toca, jefe de obra. Tal y como estaba el mar en ese momento, habrían necesitado buzos para desmontar los andamios porque «tenemos cinco metros de profundidad». ¿Conclusión? «Hay que esperar».
Esperar a las mareas no es una novedad. Las idas y venidas han sido, precisamente, las encargadas de marcar el ritmo de las actuaciones. Así, durante los pasados seis meses, la empresa se ha visto obligada a trabajar algunas noches o a aprovechar los fines de semana para poder avanzar y cumplir los plazos. Incluso han hecho falta trabajos submarinos. «Vino una empresa de Asturias para trabajar con buzos debajo del mar», señala Toca. Para hacerse una idea, antes de lanzarse a seguir retirando los andamios, necesitan primero que esté completamente visible la rampa por la que se accede a las embarcaciones para ir a El Puntal. Un aspecto que ahora se traduce en que hay «pocas horas de trabajo», reconoce el jefe de obra.
Las tareas se han realizado de abajo hacia arriba para ir aportando estabilidad a todo el conjunto. También se hizo una prueba de carga para garantizar la seguridad de la estructura: «Vino un camión pesado y un topógrafo comprobó que no se moviera nada de la estructura mientras el vehículo se desplazaba». La empresa Misturas, con un presupuesto de 1.037.468 euros, se ha encargado de las actuaciones que han incluido la rehabilitación del área deteriorada, tras alcanzar su vida útil, mediante pilares, vigas y losas de hormigón armado.
César Díaz - Concejal de Fomento
David Toca - Jefe de obra
Se eliminaron los recubrimientos de hormigón, se protegió la armadura, se colocó ferralla adicional en los casos en los que había desaparecido por la corrosión, y se aplicó una capa de mortero de reparación estructural. Además, los buzos se encargaron de la reparación de los pilotes de la zona sumergida, con el picado de los recubrimientos, la colocación de una camisa cilíndrica de fibra de vidrio y el vertido del mortero al interior de la misma.
«Ha sido una actuación complicada», reconoce César Díaz, concejal del Ayuntamiento. El Consistorio y la Autoridad Portuaria firmaron un convenio y la factura se pagará al 50% entre ambas instituciones.
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