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Un varón identificado como Daniel M., de 30 años, falleció ayer tras recibir una puñalada en el corazón en el transcurso de un altercado ... producido en la calle La Gloria, en el santanderino barrio de La Albericia, y en el que una segunda persona –un hermano de la víctima– resultó con heridas de gravedad. En la agresión, brutal, participaron al menos dos individuos que se dieron rápidamente a la fuga sin que la Policía, que ya trabaja en el esclarecimiento del suceso, haya conseguido de momento dar con su paradero.
De acuerdo con la información que ha recabado este periódico –el juez instructor del caso ha decretado el secreto de sumario–, el suceso se originó en torno a la una de la madrugada del martes en un establecimiento hostelero situado en la popular barriada, donde la víctima, a quien acompañaban su hermano y una tercera persona, tuvo un encontronazo con otros dos clientes por causas desconocidas.
Una vez en el exterior del local, donde se trasladó la trifulca, y a la vista de algunos vecinos que se asomaron a las ventanas al escuchar una gran escandalera, la víctima y sus agresores se enfrascaron en una violenta pelea durante la cual uno de los sospechosos sacó un arma blanca y asestó una puñalada en el corazón al joven, que cayó desplomado sobre la acera, hiriendo también a su hermano.
Luego de consumar la agresión, los dos individuos se dieron a la fuga en dirección desconocida dejando a su víctima con vida, pero herida de muerte.
Atendido 'in situ' por los servicios médicos de una ambulancia, que le practicaron las primeras maniobras de reanimación, el joven apuñalado fue evacuado posteriormente hasta el Hospital Valdecilla, donde falleció unas horas después.
Antes de que se produjera el fatal desenlace, la Policía Nacional iniciaba una investigación para identificar, localizar y detener a la mayor brevedad a los causantes de un suceso que ayer causó una honda conmoción en el barrio de La Albericia y aledaños y del que, sorprendentemente, la Delegación del Gobierno carecía de cualquier información, «así que no vamos a decir nada», llegó a justificar.
Esa investigación, al parecer, ya ha reportado a los agentes la filiación de los dos sospechosos, que no habrían tardado mucho en marcharse de la ciudad (y posiblemente de la región) al saberse buscados por su implicación en el homicidio.
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