«No son muertas, son asesinadas»

«El sábado fue un día negro en el que fueron asesinadas Petra, Laura y su madre Marian; Amal, su hijo Adam, de ocho años de edad, y su hija Hiba, de tan solo tres años», rezaba el manifiesto leído ante la Delegación, que ha estado precedido de un minuto de silencio en recuerdo a las seis víctimas. Un rotundo aplauso ha roto ese silencio junto a gritos de «no son muertas, son asesinadas», por parte de los asistentes que portaban carteles negros con los nombres de las víctimas y lemas como «nos queremos libres y vivas», «maltratador, suicídate antes de matarla» o «contra el terror machista, lucha feminista».

Prueba de la gravedad de lo ocurrido este fin de semana es que, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha adelantado a este martes el comité de crisis previsto para el jueves. Una reunión extraordinaria que solamente se convoca cuando se producen más de cinco asesinatos por violencia de género y violencia vicaria en un mes.

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«Tenemos que exigir a las administraciones, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al sistema de protección social de las mujeres supervivientes de violencia que sean más eficaces, que cometan menos fallos», ha exigido Bolado. «Que se ponga en marcha una auténtica nueva educación para formar a nuestros hijos e hijas, le pedimos a la ciudadanía que arrime hombro, que rechace los comportamientos y las actitudes machistas».

Tras el minuto de sliencio y la lectura del manifiesto, los asistentes ha la concentración han cortado el tráfico durante unos minutos en la calle Calvo Sotelo.