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La mujer del acusado de matar a un hombre a puñaladas en la calle Barcelona, para quien la fiscalía pide 20 años de prisión, ha afirmado este lunes en la Audiencia de Cantabria que su marido «nunca» salía a la calle con navaja.
Según su testimonio, en la noche en que ocurrieron los hechos los dos salieron con sus amigos por Santander, pero por separado. «No me gusta a mí ese rollo de alcohol y droga», ha subrayado.
Ha explicado que estuvo en el pub de la calle Barcelona, donde a las 9.25 horas del 18 de agosto de 2018, un hombre de 38 años murió tras recibir nueve puñaladas, según la Fiscalía, pero ha asegurado que no coincidió allí con su marido.
También ha dicho que esa noche se le perdió el teléfono móvil en las inmediaciones del pub aunque ha matizado que nunca le ha dejado su teléfono personal a su marido.
En el juicio con jurado que desde la semana pasada se celebra en la Audiencia han testificado también este lunes la hermana del acusado y uno de los amigos con los que salió esa noche, en la que, según ha relatado, llevaban «una borrachera de espanto», pero «fue un día normal» y sin «ninguna pelea».
Hoy también ha declarado un perito de la Policía Científica, que ha asegurado que no tiene «ninguna duda» de que el acusado por el asesinato de un hombre a la salida de un 'after' en Santander es la misma persona que aparece en grabaciones de seguridad de diferentes pubs en los que había estado la madrugada previa a los hechos, que sucedieron sobre las nueve y media de la mañana del 18 de agosto de 2018.
Este efectivo ha explicado a preguntas de la fiscal, que pide 20 años de cárcel para el principal procesado por el crimen, que las comparativas entre los fotogramas extraídos de cámaras de distintos locales en los que estuvo antes y otra imagen que obraba en comisaría les permitió, a él y a otro compañero, llegar a la conclusión de que se trata de la misma persona, «sin ninguna duda».
Y ello a pesar de una «pérdida importante de peso» experimentada por el implicado entre la instantánea que tenían en sede policial, que es de marzo de 2013, y la obtenida de las imágenes de seguridad captadas esa noche, es decir, cinco años después.
Pero a pesar de que el joven -S.L.G. tenía 25 años cuando ocurrió el apuñalamiento mortal a las puertas del 'Vendetta', tras el que falleció un hombre de 38- aparece «más grueso» en el foto del archivo policial (en color), las comparaciones con los fotogramas (en blanco y negro) de cámaras de seguridad «apoyan fuertemente» que se trata de la misma persona.
Lo sostienen así dos policías de la Científica, que hicieron el análisis por separado y llegaron a la misma conclusión, y que se centraron en diferentes aspectos fisionómicos, como el nacimiento de las orejas y la nariz o la forma de la barbilla, características que se han analizado en fotografías frontales y de perfil.
Ambos agentes llegaron igualmente a la misma conclusión tras el pertinente análisis de imágenes de archivo policial y de cámaras de seguridad de bares de M.L.G., primo del principal acusado y al que la Fiscalía imputa un delito de maltrato de obra -por el que pide una multa de 1.200 euros- por dar una patada en la cabeza a la víctima cuando yacía en el suelo tras el apuñalamiento.
Así, el policía que ha declarado este lunes ante el tribunal del jurado cree que con fotogramas extraídos de circuitos de vigilancia de seguridad de establecimientos de ocio y una foto de reseña «se apoya» de forma «extremadamente fuerte» que es la misma persona.
Estos efectivos, que aunque realizaron los informes por separado los firmaron de forma conjunta, también realizaron análisis de una cazadora que aparecía en las imágenes de seguridad y que, según ha dicho, tuvieron que buscar por Internet para «ponerle nombre».
Resultó ser una 'Lois' y «con parches», como ha descrito el perito a la sala, a la que ha indicado que en una grabación, de la entrada de uno de los pubs en los que estuvieron, se ve cómo la llevaba puesta el principal acusado -que también vestía camiseta blanca y pantalón vaquero-.
Y tras el visionado de todas las cámaras de seguridad llegaron a la conclusión de que no habían visto entrar o salir a nadie de ningún local «con una cazadora igual que esta». En concreto, S.L.G. la llevaba puesta hacia las tres y media de la madrugada, según el experto policial.
También se encargó en el marco de esta investigación de hacer un informe sobre el documento de identidad que portaba el acusado cuando fue arrestado, meses después en la localidad toledana de Seseña, y que pertenecía a otra persona.
En el argot policial denominan a esta práctica 'uso indebido' de un DNI y achacan el que una persona utilice el de otra por el «parecido físico». Y en este caso, «se da cierto parecido» entre el dueño del mismo y el procesado.
Finalmente, este perito se ocupó de una última gestión relacionada con un pantalón vaquero intervenido en el registro domiciliario realizado en la vivienda de Seseña, y que es «similar» al que llevaba el procesado en las imágenes de la noche de los hechos, con un «fruncido» en la parte inferior, en la zona de los tobillos.
Por su parte, el presidente de la Asociación Belenista de Bilbao, donde el acusado realizó los trabajos comunitarios que estaba cumpliendo en ese momento, ha destacado que acudía al servicio hasta «de forma voluntaria un día a la semana«.
El ministerio fiscal ha manifestado que al acusado le faltaron 60 horas de trabajos, pese a que en la asociación se acreditó que había terminado, por lo que ha tenido que concluirlas en El Dueso.
Pero el presidente de la asociación ha declarado que ese cálculo debe de ser «un error» porque ya había hecho las 270 horas que debía «y más». «Me enteré después, no sé porqué le han hecho cumplir esas 60 horas. Ya estaban cumplidas», ha afirmado.
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