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El dique de Gamazo y su entorno. Video: Héctor Díaz y Fotografía: Roberto Ruiz

El Mundial que transformó Gamazo

Han pasado diez años desde que Santander acogió este histórico evento, pretexto de la gran remodelación que vivió esa parte de la ciudad

Candela Gordovil

Santander

Domingo, 15 de septiembre 2024, 07:37

De las dos naves que servían para guardar barcos –ocultas para los santanderinos– y que se convirtieron en la Duna de Zaera, un paseo de diseño y un graderío escalonado frente a la Bahía de Santander, a la recuperación histórica del dique de Gamazo y su entorno, una estructura portuaria construida a principios del siglo XX y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que en sus inicios estaba restringida para los trabajadores del Puerto hasta que, con los años, pasó a ser un vertedero sin uso. Dos grandes proyectos –no los únicos– que nacieron por un motivo –el Mundial de Vela– pero que transformaron una parte importante de Santander para siempre. Una cita deportiva histórica que se celebró hace ya diez años, entre el 8 y el 21 de septiembre, y en la que participaron 1.244 regatistas, para la que se programaron más de 350 actos y que contó con 550 voluntarios. La ocasión lo merecía y la ciudad se puso de largo.

2023

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2007

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Fueron las propias autoridades las que, durante la inauguración de la Duna y el dique, reconocieron que la apertura al público de estas nuevas instalaciones suponía «un momento histórico». «Ahora Santander será más abierta», comentó el entonces presidente del Gobierno regional, Ignacio Diego. Se refería a los grandes proyectos, pero también a otros más pequeños que, en conjunto, permitieron cambiar la ciudad gracias a la colaboración entre el Puerto y la ciudad. Para empezar, la rehabilitación del dique de Gamazo y su entorno, hasta la Escuela Náutico-Pesquera, que supuso una inversión de 1,1 millones de euros. Entre las actuaciones incluidas en el proyecto estaba la limpieza integral del dique, la urbanización y adecuación de su entorno y la instalación de una barandilla perimetral para permitir su observación sin riesgos.

Otra de las actuaciones contemplaba la restauración de la antigua Casa de Bombas, incluida también en el BIC, y que hoy es un restaurante (La Caseta de Bombas). Lo que también se rehabilitó fue la verja perimetral, donde se abrieron dos tramos como puertas para entrar al recinto donde está el dique, rodeado de zonas verdes, bancos y alumbrado desde la reforma.

2014

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2012

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A pocos metros, la ampliación del Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Vela Príncipe Felipe, sede de la competición. Una duna escalonada, infraestructura estrella del Mundial, diseñada por Alejandro Zaera y dirigida por los arquitectos Riancho y Herrero, que contó con una inversión de 2,5 millones de euros y que dispone de 90 metros de largo y 15 de ancho. Así, sustituyó a las dos naves que había en el Muelle de Gamazo utilizadas para guardar embarcaciones del CEAR, un centro cuya próxima reforma está más cerca, ya que la Consejería de Turismo ha licitado por 1,2 millones de euros las obras de modernización y mejora de la eficiencia energética.

Un antes y un después

Los cambios que trajo consigo la transformación de Gamazo se pueden palpar en el entorno a día de hoy. Por ejemplo, las gradas de la duna, que tras el Mundial de Vela se consolidaron como una de las paradas obligatorias de vecinos y visitantes para sentarse a observar la Bahía.

«Antes del Mundial de Vela llegar a la playa de Los Peligros desde el centro de la ciudad suponía atravesar unos terrenos en decadencia de uso, con edificios arruinados a los que la mayoría éramos ajenos. La instalación del CEAR de vela primero, el graderío-duna, la incorporación del magnífico ingenio monumental del dique seco de Gamazo y la recuperación para fines culturales de las Naves que hoy acogen la sede santanderina de la Fundación Enaire, sumado a las intervenciones de jardinería y paisaje en lo que fue el aparcamiento de veleros, acercan tanto la playa como el Museo Marítimo», reconoce Román San Emeterio, decano del Colegio de Arquitectos de Cantabria. Aun así, cree que hay tareas pendientes. «Queda mucho por pensar y decidir para ese gran espacio de nuestra ciudad-puerto para resolver los retos pendientes: la renaturalización, los recorridos, los ámbitos residenciales de borde, las playas emergentes, los equipamientos existentes...», añade.

La evolución tras el Mundial

Antes del Mundial de Vela, el entorno del dique de Gamazo pertenecía al Puerto y cuando finalizó, la Autoridad Portuaria de Santander (APS) firmó un convenio con el Ayuntamiento para poner a disposición de la ciudad ese espacio y que así se convirtiera en una zona de uso público. Un paseo junto al mar que llega hasta la playa de Los Peligros y que también tiene zonas verdes, parques y espacios con tumbonas. Pero las intervenciones en Gamazo aún no habían terminado ya que en 2021 las naves se convirtieron en la sede de la Fundación Enaire. Y aún queda la futura renovación del paseo Marítimo entre Gamazo y Los Peligros, que comenzará este año.

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