El Mupac, el museo nómada, abrirá las puertas de su definitivo hogar en 2026, en su centenario

El vicepresidente y consejero de Cultura Pablo Zuloaga se ha jactado en el último año de haber roto esa tendencia y de haber pasado de las palabras a los hechos. Lo cierto es que la semana pasada se anunciaba la adjudicación de las obras a la firma Dragados, se adoptaba su oferta de más de 45 millones de euros para la construcción del proyecto, el museo y el edificio anexo administrativo, y ese plazo fijado en 30 meses para la edificación del Mupac.

45 millones es el coste de las obras planteado por la oferta de Dragados, empresa a la que se adjudicó el proyecto esta pasada semana

Un museo que tiene su propia prehistoria, la de 1926 cuando abre su primera sede hasta la posguerra en el Instituto Nacional de Enseñanza Media (hoy Santa Clara). Desde 1941 hasta 2008 son los bajos del edificio de la Diputación, ya desaparecido, precisamente en Puertochico, los que albergaron esos fondos. Entre 2010 y 2014 el Centro de Investigación del Museo se alojó en un local en la Avenida de los Castros. Y, desde 2013, en los bajos del Mercado del Este, su actual sede, quizás la más digna pese a conocerse su temporalidad y provisionalidad. En cualquier caso el Mercado del Este permitía reunir en 2.000 metros cuadrados más de 2.600 piezas, que representaban, aproximadamente, el 30% de su patrimonio. Y el Banco de España contaba con 3.500 metros útiles, y se estimaba que harían falta 6.000. Ambas ubicaciones se quedaban pequeño antes de empezar.

La elección del solar de Puertochico, sin embargo, fue la última de entre muchas posibles que se barajaron antes de que se lograra encauzar el proyecto. En Santander, el Banco de España (que será sede del Reina Sofía-Archivo Lafuente), el convento de las Clarisas, aparcamiento de Gamazo, sede central de Unicaja, Mercado del Este (abarcando el edificio al completo), Las Llamas, Correos y hasta la Residencia Cantabria fueron propuestas, más o menos, tenidas en cuenta como destinatarias del museo. Otras posibilidades que adquirieron peso fueron las de La Lechera en Torrelavega (que albergará su propio centro y sede de la Colección Norte); en Comillas la Universidad Pontificia y varios espacios de Santillana del Mar como la Torre de Don Borja o las Casas del Águila y la Parra. En 2016, el Gobierno amagó con sacar el Mupac de Santander y muchos municipios se lanzaron a la puja, ofreciendo diferentes espacios para postularse como sede, desde fincas y palacios a antiguas fábricas y casonas. En la anterior legislatura el Museo de Prehistoria se iba a ubicar en el aparcamiento anexo al Palacio de Festivales, una elección que pareció adoptarse de manera forzada para evitar la guerra entre municipios desatada durante meses.

30meses es el plazo previsto de los trabajos de construcción en el solar de Puertochico

El equipamiento cultural más esperado vivirá desde enero una cuenta atrás tras superar trámites, negociaciones y procesos que se han sucedido en los últimos tres años y medio desde que Vicepresidencia anunciara su intención de hacer realidad, como proyecto de legislatura, el nuevo Mupac, «una sede digna para la mejor colección mueble de arte rupestre del mundo que atesora Cantabria».

El equipo de arquitectos Mendoza y Partida que concibió el proyecto ganador del concurso ha dado forma «al gran centro de difusión e investigación del arte rupestre en Cantabria», con el que se persigue otorgar una sede permanente a un museo relevante que lleva un siglo sin casa propia. Si definitivamente se firma el contrato con la empresa Dragados, alrededor del día 11 de enero, comenzarán en pocas semanas los trabajos de edificación.

El Gobierno considera que el Mupac, a modo de eje central de la divulgación del patrimonio arqueológico regional, va a representar un motor económico, posibilitando el impulso del turismo cultural con una oferta sostenida en el tiempo». El consenso entre administraciones, Gobierno regional, central y Ayuntamiento de Santander, ha permitido plasmar un proyecto que cierra un debate que ha estado abierto durante décadas. El objetivo ahora es levantar un edificio que se postula «amable e invite a ser visitado, a ser experimentado dentro de una escala accesible y armónica con el singular entorno de Puertochico». Una edificación de geometría singular y una tectónica cercana a lo artesanal y la fabricación manual, intentando representar una serie de estratos que responden a la esencia de su vocación. Con esta estrategia se integran dos programas diferentes: el espacio administrativo y el nuevo Mupac en un mismo lenguaje. Ambos programas, junto con las dos plantas subterráneas, sumarán algo más de 20.000 metros cuadrados.