Secciones
Servicios
Destacamos
Ya está recuperado el tramo de muralla medieval que dejó al descubierto la construcción del edificio municipal de la calle La Paz, justo a un lado del Ayuntamiento. El muro -de unos ocho metros de longitud y uno de altura- se ha estado ... acondicionando en los últimos meses para que los futuros visitantes a esa sede puedan asomarse a los siete siglos de historia que le sostienen, algo que valoran mucho en el Consistorio, satisfechos de que se puedan ver en el futuro «piedras que vuelven a ver la luz después de 700 años», señala César Díaz, concejal de Fomento y Vivienda, de quien depende el proyecto.
El solar en que se levanta la edificación estuvo ocupado por bloques de viviendas que se derribaron hace un par de décadas. Allí quedó una zona ajardinada debajo de la que latía aún una parte de muralla que data de los siglos XIII y XIV. El Ayuntamiento, que manejaba la posibilidad de que pudieran encontrarse restos de un Santander muy lejano, contrató la obra de excavación en paralelo a una investigación arqueológica. Así, se hicieron catas manuales, siguiendo las recomendaciones de la Dirección General de Cultura del Gobierno regional. En las exploraciones junto a la calle Francisco de Quevedo se localizaron las primera hiladas de los cimientos de muralla medieval, compuesta por sillares, sillarejos y mampuestos de caliza. Se empleó un georradar, pero no se encontraron otros materiales de interés arqueológico.
Según la información facilitada por el Ayuntamiento, en el entorno de esta finca, que se encuentra en pleno casco histórico, se habían documentado anteriormente en dos puntos los restos del cierre urbano: al norte, con la cimentación del cine Coliseum y, al sur se detectaron indicios al construirse el antiguo Banco Zaragozano.
Con los trabajos previos en La Paz se localizaron varios muros y distintos suelos y se llegó a la conclusión de que el bloque anterior se habían levantado directamente sobre el suelo natural. Por eso no se conservan más vestigios arqueológicos, salvo los cimientos de la cerca medieval, sobre la que se habría apoyado directamente una de las paredes del edificio. César Díaz explicó que, desde que se descubrió el tramo de muralla, se tomaron medidas para su recuperación y futura exposición. De hecho, cuando empezó la obra, se realizó una excavación en torno a su cimentación con el fin de documentar lo encontrado. También se georreferenciaron los restos para que este tramo se pudiera desmontar y retirar.
Actualmente se han integrado en la futura edificación, donde quedarán «visibles y visitables». Ahora que se ha ejecutado la estructura del edificio, se han recolocado los cimientos de la muralla en su posición original. Se han integrado en la pared este del sótano, porque el objetivo final es que estos restos se aprovechen como un punto de interpretación del pasado medieval de Santander. La urbe original se protegió durante los siglos XIII y XIV y se cree que este tramo permaneció en pie hasta el año 1838, cuando se habría desmantelado para permitir el desarrollo urbano.
El nuevo edificio de oficinas del Ayuntamiento está presupuestado en unos 2,6 millones de euros. Cuando esté terminado acogerá los servicios económicos y de gestión tributaria municipales. El inmueble sumará una superficie de casi 1.700 metros cuadrados distribuidos en sótano, semisótano, planta baja y seis plantas de pisos, y tendrá varios elementos diferenciadores, como el hecho de que será eficiente energéticamente.
Para este proyecto, se ha buscado «establecer un diálogo» con los edificios del entorno, con fachadas que alternan zonas acristaladas con acabados en piedra de Escobedo, material que ha sido una referencia en muchas construcciones de la ciudad, especialmente en la reconstrucción tras el incendio de 1941.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.