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Si Santander quiere convertirse en parte del itinerario de los denominados cruceros de ultra lujo, las instituciones públicas y las privadas tendrán que trabajar juntas para ofrecer a los viajeros «experiencias inolvidables» que les dejen con ganas de regresar a la ciudad. El Centro ... Botín acogió ayer la conferencia 'Santander Cruise Forum 2019', donde representantes de algunas de las empresas más grandes del sector, como MSC o Seadream, compartieron las novedades que llegarán en los próximos años a sus compañías y analizaron cómo el puerto cántabro puede convertirse en una de las paradas de estos buques premium.
El foro se inauguró a primera hora de la mañana de la mano del presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Jaime González; el consejero de Industria, Francisco Martín, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Con las presentaciones hechas, comenzaron a sucederse diferentes charlas de expertos del sector, que comentaron la actualidad de la industria de los cruceros, el auge de los navíos premium, el segmento del lujo y los servicios exclusivos de este tipo de buques. Entre el público, había guías de viaje, propietarios de agencias de viaje y más profesionales del turismo interesados en esta novedosa modalidad.
Con el fin de las ponencias individuales se dio paso a una mesa redonda en la que seis profesionales del sector revelaron las novedades que incorporarán los buques de lujo de sus compañías durante los próximos años. Piscinas en el propio mar, lanchas, canoas, mayordomos, suites de más de cien metros cuadrados... La moderadora, la directora general de Cruises News Media Group, Virginia López, preguntó a los ponentes si esos navíos premium llegarán al puerto de Santander y qué se debe hacer desde las instituciones cántabras para atraerlos. El presidente de MSC, el gigante de los cruceros que se introducirá en el sector premium a partir de 2023, lo tiene claro. «La Autoridad Portuaria ha creado un grupo de trabajo que incluye al Ayuntamiento de Santander y al Gobierno, con el que han acudido recientemente a la feria Seatrade de Miami. Esta en la línea en la que deben seguir». Asegura que debe ser el Puerto quien guíe este camino porque son «los que conocen el sector», aunque las tres entidades deben «ir de la mano, sin protagonismo político y con el único objetivo de promocionar Santander y Cantabria». No obstante, advierte que hay que hacer mucho más: «Tiene que entrar en acción la iniciativa privada». Las entidades públicas deben crear los mecanismos para que las privadas desarrollen su actividad. «Pero esta última tiene que ponerse las pilas y crear un tejido industrial local con servicios que faciliten la llegada de estos barcos, los de ultra lujo y otros».
«No es necesario que se oferte algo lujoso para que el turista disfrute de Santander, solo la oportunidad de conocer algo especial de aquí. Se deben crear experiencias que provoquen que los visitantes quieran regresar», apuntaba la vicepresidenta de Seadream, Jannicke Rognstad. El gerente de ventas de Silversea, Giorgio Costa, ampliaba esa misma idea. «Nuestros barcos hacen escala en La Coruña, Gijón y Bilbao. ¿Por qué aquí no? Santander necesita excursiones y actividades que se salgan de lo normal. No hace falta que sean de ultra lujo, eso ya lo tienen a bordo. Hay que enfocarse en aspectos únicos, que provoquen que un estadounidense que pare aquí durante una jornada se quede con ganas de venir diez días de vacaciones».
La llegada del crucero Azura, de la compañía P&O, ayer al Puerto de Santander fue uno de los temas de conversación de la mesa redonda. El navío trasladaba más de 3.000 viajeros y atracó en la ciudad desde las nueve hasta las cinco de la tarde. Es el más grande que ha llegado en este 2019. «Es importante atraer grandes buques, pero lo es más que se lleven un buen recuerdo de la jornada. Cuando los miles de turistas que hoy -por ayer- pasan el día aquí regresen al barco, es muy probable que la tripulación les pregunte qué les ha parecido el lugar. Si las reseñas no son buenas, la naviera podría retirar el puerto de sus próximos itinerarios», afirmaba el director de Mundomar, Agustín Quesada.
En la mesa redonda también se debatió sobre el cliente de este tipo de cruceros premium. «Uno de nuestros canales de distribución son las agencias de viaje y es verdad que la venta de los cruceros de lujo es más sencilla que la de los convencionales porque este tipo de usuario no le da tanta importancia al precio, tiene un gran poder adquisitivo». La supervisora de Producto y Operaciones de Intercruises Shoreside & Port Services, Teresa Holzl, situada entre el público después de participar en la ponencia anterior, quiso dar su opinión sobre los diferentes tipos de turismo: «Algunos puertos se cuestionan si es mejor dar prioridad a barcos pequeños de lujo o a los estándar que traen varios cientos de viajeros. Lo cierto es que el gasto medio del primer tipo de turista supera los 300 euros por día, cerca de diez veces más que el viajero medio. Hay que tenerlo en cuenta».
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