La nueva empresa de limpieza de Santander reparará el primer año 175 contenedores soterrados

Por eso, además del contrato en sí (ha salido a licitación por 22,7 millones de euros) el Ayuntamiento destinará el primer año cerca de dos millones extra para poner la ciudad a punto. Es decir, eliminar toda la suciedad de suelos, fachadas y mobiliario, donde ahora hay pintadas y chicles pegados que no salen con los barridos regulares. También tendrán que reparar los desperfectos de los contenedores soterrados, neumáticos y en superficie. Los soterrados de residuos generales son los que peor están, ya que llevan precintados e inutilizables más de un año.

De los 326 buzones de este tipo que hay en la ciudad, 151 están destinados al reciclaje y los 175 restantes son los que están fuera de servicio, destinados al resto de basura, y que en muchos puntos de Santander están acompañados de contenedores en superficie que cumplen su función a la espera de soluciones. Así, como recogen los pliegos del nuevo servicio, «el coste estimado para la puesta a punto de estos equipos es de 920.000 euros sin IVA. Este coste ha de tomarse como meramente orientativo debiendo cada licitador presentar su estudio pormenorizado».

Los actuales contenedores de la ciudad se instalaron entre 2017 y 2019 con un presupuesto de más de 2,5 millones de euros. Y la nueva concesionaria tendrá que revisar y poner a punto todos excepto los cinco de la calle Cervantes, que aún están en garantía. Hasta que estén plenamente operativos, el adjudicatario estará obligado a dar servicio a los usuarios con contenerización en superficie que supla la soterrada fuera de funcionamiento e incluir cubos para la basura orgánica (el quinto contenedor que la empresa tendrá que poner en marcha durante los tres primeros meses de contrato).

Para la puesta a punto, la concesionaria tendrá que subcontratar (así lo recogen los pliegos) a una empresa tecnológica que gestione toda la contenerización soterrada, desde el mantenimiento a los elementos mecánicos de elevación, circuitos hidráulicos, alimentación eléctrica, buzones de vertido, mandos de apertura y cierre y señalización.

La zona de Santander con más contenedores soterrados es Cueto, con 74, seguido de El Sardinero, con 69, y de La Pereda, con 66. En el centro hay 43 y, en Castilla-Hermida, 33. En este último barrio hay más de recogida neumática, que también son subterráneos pero que, hasta la fecha, no han dado problemas.

Una vez vuelvan a estar en funcionamiento, la concesionaria tendrá que encargarse de su mantenimiento para garantizar que no vuelvan a estropearse. Habrá dos tipos de control: preventivo y correctivo. El primero abarca las tareas más cotidianas, como limpieza y acondicionamiento de los fosos, la revisión, reparación y limpieza de las diferentes partes de los contenedores (tapas, sistemas de elevación, equipos de izado, equipos de bombeo...), revisiones generales diarias y periódicas de todos los elementos y limpieza de interior, exterior y plataforma de los buzones.

En cuanto al mantenimiento correctivo, incluye la asistencia continuada para ajustar o corregir el funcionamiento de los equipos de contenerización según las necesidades de cada momento. Este apartado también recoge la reparación de averías durante las 24 horas del día. En función de la gravedad de la anomalía. la actuación deberá ser más o menos rápida. Así, las urgentes serán aquellas que supongan un peligro para las personas o puedan causar desperfectos graves a los equipos soterrados. En estos casos, los encargados del mantenimiento tendrán que llegar en menos de una hora al lugar del incidente. Además, si la interrupción del servicio dura más de cuatro horas, el adjudicatario retirará los residuos acumulados durante ese tiempo alrededor de los buzones. En cuanto a las averías que no sean urgentes, la empresa tendrá que resolverlas en menos de veinticuatro horas.

Además, para garantizar el control de todo lo que ocurre con los contenedores soterrados, el adjudicatario deberá realizar periódicamente informes que compartirá con los servicios técnicos municipales. Habrá informes tanto semanales como anuales que recogerán todas las incidencias.

Desde que se anunció la publicación de los pliegos del nuevo servicio de limpieza viaria, los grupos de la oposición no han tardado en reaccionar. Lo primero que han pedido desde el PSOE es que no se adjudique antes de las elecciones, ya que el contrato tiene una duración de diez años, por lo que la decisión que tome el actual equipo de gobierno afectará a dos legislaturas más. En otro orden de cosas, los socialistas insisten en la remunicipalización del servicio y, tras reunirse el pasado viernes con el comité de empresa de las basuras, barajan la posibilidad de subrogarlos a una empresa municipal «sin bajas en el presupuesto ni beneficio empresarial, con más medios para su trabajo».

Desde el PRC, califican el anuncio de la licitación de «otro intento más de llegar a las elecciones sin tener que dar explicaciones a la ciudadanía». Para los regionalistas, responde «al marketing y maquillaje político al que nos tiene acostumbrados la alcaldesa, y que no es más que una maniobra electoralista con la que dar carpetazo a su despropósito de gestión a modo de 'aquí paz y después gloria' cuando lo que se trasluce del mismo es que Santander seguirá sucia hasta 2024».